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Fotos: Felicitas García Gatíca | cultura@redaccion351.com
Santa María de Punilla y las miles de personas presentes en el predio del Cosquín Rock fueron testigos de una noche única e intensa. Mientras el escenario temático se vivía a todo trapo, con repudio al fallo por Cromañon y mucho pogo, en el escenario principal rondaba una energía Serú Giran.
En el escenario principal, la tarde comenzó con los sonidos de lujo de Amel. Luego, La Que Faltaba, banda del ex bajista de Los Piojos Mickey Rodríguez, calentó el escenario reeditando clásicos del repertorio piojoso: «Chac tu chac», «El balneario de los doctores crotos», «Todo pasa» (tema que más tarde también sonaría con la voz de Ciro y sus persas), entre otros.
El repertorio elegido por David Lebón y la presencia de Pedro Aznar y Charly García el mismo día del festival alimentaron la esperanza de escuchar a Serú Girán una vez más en Córdoba. ¿Y qué pasó? Después de algunas memorables canciones como «Parado en el medio de la vida» y «Esperando nacer» de Lebón, le tocó a Aznar continuar con un gran show. Entre temas nuevos y los reconocidos «Mientes» y «Tu amor», dejó al público exaltado de escucharlo. Un gran reconocimiento tanto para el show vibrante que dio como para la trayectoria y presente de uno de los mejores bajistas del rock nacional.
Después de solo 15 minutos de espera entre artista y artista, la tierra se aplacó para escuchar a un Fito Páez radiante. Radiante y en un traje blanco que contrastaba con el negro imperante en una fiesta de rock. «El amor después del amor» fue la puerta de entrada a un repertorio que giró en torno a sus grandes éxitos, con una selección similar a la presentada el año pasado en el Orfeo de nuestra ciudad. Desfilaron temas como «11 y 6», «Tumbas de la gloria» y «Ciudad de pobres corazones». El cierre, a toda orquesta, fue para «Mariposa tecnicolor», con un público dividido entre los pogueros y aquellos que bailaban sin vergüenza alguna.
Hubo lugar para la emoción cuando en la pantalla aparecieron imágenes del querido «Flaco», mientras sonaba «Pétalo de sal». A un año de su muerte, el espíritu de Luis Alberto Spinetta estuvo más presente que nunca.
Las banderas, la arenga y las expectativas previas a la salida de Ciro y Los Persas, llegaron a su punto cúlmine alrededor de las 10 de la noche. Martínez presentó un repertorio muy variado, que incluyó temas de su nuevo disco «27» y del primer cd; pero al mismo tiempo revivió himnos piojosos como «Tan Solo» o «Farolito». Así, las casi dos horas del show fueron la perfecta antesala para recibir al Señor Rock.
Charly García, en unas escandalosas calzas rojas, con un escenario ambientado como un salón de 1800, utilizando la temática de la «dimensión desconocida», repasó en más de 20 temas su vasta trayectoria. Fue una puesta en escena impactante. Una performance memorable pese a algunos problemas de sonido, que parecen perseguirlo cada vez que toca en nuestras tierras.
«Demoliendo hoteles», «Fanky», «Los dinosaurios», «Rezo por vos», «Rock and roll yo», se intercalaban con piezas clásicas, hits americanos de los ’50 y pequeños instrumentales de tango que servían de intro a los temas elegidos por Charly y sus secuaces, «The Prostitution».
Si te quedaste hasta el final, sabés que pasó con tantos monstruos del rock argentino dando vueltas en un mismo lugar y día. «Lamentablemente se nos murió nuestro baterista Oscar Moro, si no seguro estamos todos acá. Y puedo decir que esta noche va a tocar Serú Girán». Esa frase dio la bienvenida a casi todos los Serú Giran que el público quería escuchar juntos. Sí, eran casi las 3am, pero volver a escuchar impecables versiones de «Perro Andaluz» y de «Seminare», hizo que la espera valiera la pena.
Fotogalería en: Cosquin Rock 2013: los tres días en imágenes
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