2021
“Umbrales” se llamó mi concierto final de piano, de la carrera de instrumentista en La Colmena.
Felizmente mi último toque de este 2021 fue precisamente este concierto, mi tesis, realizado en la capilla del Buen Pastor, a sala llena un miércoles 22 de diciembre.
Umbral/es ese pequeño espacio que existe como antesala a un nuevo mundo, que espera ser descubierto, o a esas nuevas búsquedas que traza el rumbo musical, en el que me detengo, como si dejara “pasar la vida” por un instante, y me hago a un costado de la vorágine interminable de los tiempos que corren, para auto-observarme y conectarme profundamente con la voz de mis pulsaciones internas, ser quien soy. Disfrutar de este momento tan único y tan mágico como un fin insoslayable.
Umbral/es como pequeños fueguitos casa, encuentros, familia y amigues.
Pequeños fueguitos abrazos en tiempos de distancia y barbijo.
Y así, de estos fueguitos fue gestándose este concierto, fruto de un largo proceso de aprendizajes y un recorrido que me abren nuevos caminos.
Así, sin más, solito junto al piano interpreté «Chayita del Vidalero», sintiendo tan cercanos esos días de mi niñez, por las calles de Chilecito.
O el «Claro de Luna», persiguiendo un ensueño hecho gato cuyano.
Estuve acompañado por seres sensibles que dejaron su frescura en cada nota y cada silencio que tocaron. Para elevar al vals, la zamba, la milonga y al standard de jazz a una música llena de sutilezas.
El repertorio estuvo conformado por obras que me abrazan desde hace mucho tiempo, como Ramito de Libertad. Canción de mi viejo, Gustavo Vergara. Que además tuve el gusto de interpretarla junto a él y a mi hermana Martina en flauta traversa, bombo y voz. Gracias viejo por cobijarnos con tus canciones.
Y también por otras más recientes, como El Yuta Lorenzo, de Juan Vattuone. Del tango actual, crudo y sencillo.
Gracias Claudio González, por ponerle la voz al tango y cerrar este concierto, con mi arreglo para piano, bandoneón, contrabajo y voz.
De esta manera concluye mi año 2021, y con él mi ciclo colmenero, pero se enciende nuevas búsquedas y nuevas músicas.
Agradezco infinitamente:
A mis cómplices y compañeros de la música: Augusto silva, Astor Cuquejo, Lucas Peña, Claudio González, Gaspar Tatián y Pedro Saad.
A Martina Vergara y Gustavo Vergara, por la música y el afecto de todos los días.
A Ramiro Tarifa, por el sonido y su trabajo incondicional.
A Pablo Rocchietti, por las clases y por acompañarme en este proceso.
A mis profes de piano: Eduardo Gramaglia y Mariano Vélez.
A Joaquín Cárdenas, por asesorarme desde el principio.
A Pato Pedano, por gestionar la sala y el piano.
A todxs los que formaron parte e hicieron posible este concierto soñado.
A mis compañerxs de viaje, ensayos, toques, clases y grabaciones a lo largo de este 2021: Sideral, Trío Vergara, Pablo Bruno y su banda, Orquesta Típica Chamuyera, Caro Rabe, Fer Buté, Lucre Carrizo, Ceci Mezzadra y Ema Oroná.
A Redacción 351 por la invitación.
A la música y al piano por conmoverme cada día un poquito más.
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