• Mónica Romero Díaz

Mónica Romero Díaz

2021

Foto: Pablo Escribano Tizziani.

El 2021 fue un año muy especial para mí, de esos años que quedan marcados en lo personal.

La sensación de aislamiento del 2020 hizo que pudiera y de una vez por todas, comenzar a soltar todo lo que venía trayendo, juntando y construyendo con mi música. “No me escondo más”, como dice el título de un hermoso escondido de un colectivo de compañeres bonaerenses.

Así me encontró el 2021, disfrutando la música desde todos sus ángulos y todas sus formas.

Creo que la mujer ha debido transitar primeramente a través del hogar y los lugares donde era factible su desenvolvimiento social, para luego poder poder dar lugar a su vocación por la música.

El slogan por mucho tiempo fue… «Ser música para una mujer es incompatible con ser madre.» Por lo que ha sido hacer siempre un doble esfuerzo; hacer el trabajo específico en sí y el trabajo del esfuerzo de traspasar los prejuicios instalados. Creo que es un momento muy importante para que las mujeres concienticen sus deseos y sus ambiciones en el campo artístico musical y profesional y así decidan concretarlos.

Compositoras, musicólogas, investigadoras, directoras, instrumentistas, etc… Todavía hay mucho prejuicio de género en el ambiente musical. Un ambiente que como todo, participa del contexto histórico y cultural en el que vive. Pero la sensación que me deja muchas veces es que nos es un ambiente que propicie la reflexión o el pensamiento. Generamos, deseamos, proyectamos y estamos convencidas que somos sujetas políticas que militamos por una construcción más igualitaria.

Mi deseo 2022: continuar con la música desde mis roles de compositora, instrumentista, educadora e investigadora. Tantos roles posibles como la música me atraviese. Roles que sólo los tiempos de hoy en día me han dejado visibilizar y concretar, aunque siempre estuvieron presentes.

Creo que el desafío como mujeres músicas es pensarnos fuera del estereotipo, pensarnos en libertad apropiándonos de ella desde lo más profundo, cosa que requiere un gran trabajo en nosotras mismas.

¡Gracias por la hermosa invitación!

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