• Marcos Luc

Marcos Luc

2020

Me quedé en mi casa.

 

2015

El 2015 me dejó muchas cosas: un disco llamado “Lúdico” (que sale en 2016) con una colección de canciones nuevas y un videoclip para “El Beto y el fierro”; otra colección de canciones que compuse para la octava temporada de “Hoy no duermo en casa” (y la segunda temporada en la que trabajo allí); una serie de recitales con amigos desparramados por la Argentina; un homenaje a Spinetta allá por febrero; algunos trabajos para televisión y cine; el comienzo de un ciclo radial junto al amigo Martín Carrizo en Nuestra radio, con el programa “Soy cordobés”; una guitarra nueva, que aún está en el vientre del taller de luthería, y más, porque aún no terminó el año y todavía me queda mucho trabajo.

Fue un año intenso, completo, satisfactorio e intensamente eleccionario. Con este año termina una década que merece su dedicatoria. Hemos atravesado el umbral de un cambio que ya empezamos a lamentar. No quiero desaprovechar este espacio para dejar algo que escribí en mi muro de facebook hace unos días. Permiso:

“Para quienes nacimos en dictadura, mamamos la hiperinflación, adolecimos en los ‘90 y en la espantosa odisea del 2001, estos doce años de maduración nos han enseñado algo que creíamos imposible: el amor y la política son compatibles. Gracias Cristina Fernández de Kirchner. Gracias por hacerme creer, por sentir orgullo por mi patria, por sentir que el cambio es posible. Yo ya no me rindo nunca más.”

“Volverán las canciones de protesta”.

 

2014

Este año he experimentado un cambio de hábitat, alejándome un poco del escenario para ocupar otros espacios.

Primero: “Santo remedio”, el programa de radio que hacemos por Gen FM 107.5 todos los miércoles, que si bien ya había empezado en 2013, este año cobró mucha fuerza, tomó vuelo y personalidad propia.

Segundo: “Hoy no duermo en casa”, el programa de televisión que desde hace siete años conducen Lucas Di Cesare y Matías Vivanco, ahora en canal 10 y 360 tv digital, donde me encargo de la producción musical.

Dos experiencias muy enriquecedoras, de las que estoy muy agradecido de poder ser parte. Este año me dejó, además, un tendal de nuevas canciones, nuevos amigos y experiencias fuertes.

Gran año. ¡Que se repita!

 

2013

Este año me agarró fuera de mi docta querida. Me subí a mi guitarra y me fui a girar por la Península Ibérica en mi gira “De tapas, España 2013”. Una experiencia única, enriquecedora y muy estimulante. Se nos va un año de gran crecimiento en la escena local.

Debemos celebrar la fundación del BaMuaC, Banco de Música Autogestionada Córdoba, y la cantidad de producciones discográficas, que crecen año a año. Nuevas producciones, nuevas canciones, nuevas ideas.

No había nada de malo con el número trece. ¡Que se venga el 2014, estamos preparados!

 

2012

El Fin de los tiempos. Lejos de creer en las escrituras con poderes premonitorios, me gusta la idea del fin de los tiempos, pues, inevitablemente, hablamos también del comienzo de una nueva etapa. La hermosa fiebre roja que inunda nuestro continente latinoamericano de debate político en cada mesa, marca claramente el fin del fin de las ideologías.

En nuestro país, recién ahora estamos asistiendo al fin de la dictadura militar, por la serie de juicios que comenzamos a afrontar hace un par de años, a la que se le suma una causa enorme, que muestra la verdadera dimensión del aparato represivo, que es el caso de la Perla.

También es el año en que damos un paso vital en la recuperación de la soberanía de la comunicación y el destierro de los monopolios. Aún no tenemos la perspectiva histórica para asegurarlo, pero tiendo a pensar que también es el final de una etapa fundamental de lo que dimos en llamar “Rock Nacional”, con la muerte de su más grande prócer, el flaco Spinetta.

Y lo que más celebro, y que será la musa inspiradora de mis brindis y los de mis colegas en estas fiestas, es que este año se aprobó la tan anhelada Ley de la Música, dándonos un marco legal para una de las actividades más bastardeadas del país, pero también una tremenda responsabilidad: la de trabajar de un modo activo por nuestra cultura.

Se va un año politizado, duro, aguerrido y lleno de cambios. Salimos todos empapados de una energía renovadora, habiendo acomodado piezas profundas de nuestro ser nacional.

¡Mueran los viejos tiempos! Bienvenidos seamos todos a una nueva era.

 

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