• Julieta Rod

Julieta Rod

2020

Respirar es una de las cosas que agradecí y que practiqué muchísimo durante el 2020. Para mí fue un año que ofreció una posibilidad (a quienes tuvimos la suerte de estar bajo techo y con internet) de parar y observar aquello que nos nutre y aquello que no.

Sin dudas sé que, si tengo una guitarra, además de lo anteriormente mencionado y la posibilidad de estar cerca de la naturaleza, puedo resistir los embates de la incertidumbre y del miedo. Supongo o espero que a mucha gente con una suerte similar le habrá pasado algo parecido.

Quiero decir que si te obligan a parar no te queda otra que mirar hacia adentro; eso puede doler un poco pero también genera crecimiento.

Durante el primer tiempo estuve bastante bloqueada musicalmente, algo que ya sentía que me venía pasando, especialmente con escribir cosas propias. Me di cuenta que venía en un proceso algo autómata de seguir por seguir, de perseguir algo que ya no sabía qué era. También recordé que es imposible aislarse -aunque si físicamente- de lo que le ocurre a tanta gente, de la angustia y del miedo; y que por esto, lo más conveniente no es evitarlo sino sentirlo y compartirlo. Las redes en cierto punto (no tóxico) fueron una solución para continuar ofreciendo encuentros musicales y de otros tipos.

Durante este tiempo realicé colaboraciones con otres artistas en otros estilos musicales, compartí mi proceso de bloqueo y luego de creación con otres, grabé y produje en conjunto con distintas personas y a la distancia también. Como resultado de todo eso, en enero compartiré un single en donde tengo un invitado que quiero mucho, con quien es una gran alegría poder hacer algo juntes, que hace tiempo buscábamos hacer. Esta canción habla justamente de este viaje a través de la oscuridad, pidiendo simplemente que amanezca para ver.

Gracias Redacción 351.

 

2018

El 2018 ha sido para mí un profundo continuo de aprendizajes, la mayoría de los cuales vinieron de la mano de la música. La música como una manifestación de algo más, aquello vivo siempre y profundo, que me ha permitido conectar con otrxs en un lenguaje diferente (si se está dispuesta a ello); lenguaje donde hay menos barreras entre los seres, como recordatorio de que somos todxs parte de la misma energía.

Tuve la suerte de que Disco es Cultura reconociera nuestro trabajo realizado en «Ensayo sobre el Cráter» y nos diera la oportunidad de presentarlo en Córdoba, ciudad que ha sido testigo de mi desarrollo y de mi encuentro cada vez más profundo con quien quiero ser y lo que quiero manifestar. La felicidad y agradecimiento de ese momento y el reto que significó para mí, son difíciles de encuadrar en palabras.

Hoy veo un camino delante de mí, que recorro con pies nuevos, de quien no sabe todavía nada y aprende todo el tiempo, también de quienes me acompañaron formando una banda para presentarlo y quienes vienen compartiendo conmigo. Algo importante aprendido es que salir hacia el mundo con un mensaje de vulnerabilidad no puede ser de otra forma que confiando en la humanidad. Gracias a ello he podido cantar en diversos escenarios y personas en esta ciudad de Córdoba que también respira arte.

Para el 2019 sólo espero que todxs podamos ser cada vez más responsables con quienes somos y cómo nos expresamos en cada cosa que hacemos. Por mi parte espero seguir creciendo y pudiendo compartir mis canciones.

Gracias por proponer esta reflexión.

Ver más