• Julián Garbarino

Julián Garbarino

2016

A menudo me vuelvo sobre una pregunta: ¿Por qué hago música?

No sé si alguna vez voy a encontrar una respuesta cierta, ni siquiera sé si hay una respuesta, o si son muchas.

Por el momento creo que la música en mí es un retruco, un contra-golpe a todo aquello que no me gusta de este mundo. Busco en la música otra versión, otra cara del espacio en el que existo, «contra todos los males de este mundo» diría Spinetta.

Quiero creer en una música, en un arte transformador, no sé si haría música si el mundo fuese como me gustara, lo que sí sé es que habito este mundo y este tiempo y que ante tanta deshumanización, ante tanta injusticia, tanta gente sufriendo, tantas vidas idas, no tengo otra escapatoria que seguir buscando una respuesta, un gesto, una música que transforme, que nos abra una puerta a un mejor lugar.

 

2015

Entiendo que este espacio es un anuario, un lugar para recorrer lo que pasó en este 2015 en la escena artística cordobesa. En lo personal fue un gran año, tocando mucho, en lugares nuevos, con gente nueva, participando de discos de amigos, grabando por primera vez mis temas (pronto estarán en el aire), pero en verdad hoy no quiero escribir sobre lo ya vivido. Quiero mirar para adelante, más que un deseo es algo que no puedo dejar de hacer cuando veo las cosas que pasan en este tiempo.

Este tiempo nos pone en un lugar, nos invita a ser más músicos q nunca, más actores, actrices, dibujantes, en fin, más artistas que nunca, más humanos que nunca.

Este tiempo nos invita a decir nuestra versión de los hechos, la que a cada uno le interese dar, pero darla, entregarla, no dejar al otro sin la posibilidad de escuchar otra cosa, algo que nos separe de ese ruido que este mundo nos propone.

Mientras escribo esto veo de reojo el televisor, veo cómo la policía saca a la gente de la AFSCA; veo cómo clausuran ese lugar que regula el cumplimiento de una Ley que justamente quiere abrir el juego; que los que se expresen no sean siempre los mismos; que la cultura sea realmente una construcción de cada persona y no un avasallamiento del mercado, un deber ser de los poderosos de este mundo.

Este tiempo nos invita a rebelarnos, a ser nosotros mismos, a contar la realidad que nos gustaría vivir, el mundo que queremos habitar; nos invita a trocar odio y censura por algo mejor. Este tiempo nos obliga a tener los ojos bien abiertos.

En este tiempo que se viene, trataré de llevar desde mi humilde lugar, con mi música, un poquito de luz donde no hay, un poco de conciencia, un poco de contagio, como dijo Spinetta: “Quiero conseguir una rueda de vivir, sin interrupción, siendo mi cuerpo un cubo, siendo mi cuerpo un mero cubo”.

Ver más