Anuario Teatral 2021
Luego de un 2020 que dejó los testimonios más dramáticos de todos los informes reunidos, el comienzo del 2021 trajo el reflejo de lo que pudo ser identificado como una...
Foto: Romina Luc.
Este 2018 fue un año duro, con muchos golpes, pero mucho aprendizaje. Empezó con una muestra fotos compartida en un patio que es para mí uno de los lugares imprescindibles en estos tiempos, como lo es el Patio de la Piry en Cosquín.
Un año en que todo está mal económicamente y socialmente, con un gobierno que no ayuda en lo más mínimo a que nos levantemos un poco.
Un año que en lo personal fue un hacer y deshacer constante, un avanzar lento pero constante, donde pude por suerte refugiarme en el abrazo hermano y compartido, las risas, los encuentros, los mates, las charlas de les amigues que agradezco a la vida tenerles cerca, porque en estos tiempos agitados de macrisis lo mejor es refugiarse en esa gente necesaria que uno tiene y en generar encuentros para poder abrazarse. Gracias a ellos, surgieron viajes y laburos que me levantaron el año.
Un año que a pesar de todo lo disfruté muchísimo, laburé en cosas nuevas como a la que me llevó mi hijo Pedro con su jardín y tuve que trabajar con niñes, cosa que me encantó y me sorprendió gratamente, y otras de teatro y danza…
Un año en que la marea verde subió y tapó a muchos, y es un orgullo ser parte de ella.
Un año con mucho amor y acompañamiento.
Deseo para este 2019 que la empatía nos inunde, que no dejemos de estar atentes a le otre, que la sigamos peleando juntes, que el trabajo no merme, que el amor nos dé fuerzas para seguir adelante y que nos miremos más a los ojos.
A seguir caminando y construyendo.
Guara Calvo – Fotógrafa.