Gabriela Marassa

Gabriela Marassa

2018

Foto: Claudia Peralta.

A pedido de Federico III, el gran emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Martín Lutero estudió los conocimientos tenía el pueblo sobre la fe cristiana y escribió:

«¡Piedad! ¡Buen Dios! ¡Qué miseria tan abundante he observado! La gente común, especialmente en las villas, no tiene conocimiento de ninguna doctrina cristiana, y muchos pastores unidos son incapaces e incompetentes para enseñar». Como respuesta, Lutero preparó los Catecismos Menor y Mayor. El menor para el pueblo y el Mayor para los pastores con instrucciones de cómo enseñar la palabra de Dios. Más tarde, en 1534, quedaba impresa y traducida al alemán la Biblia en 6 tomos. Pasaba así a la historia esta gesta inconmensurable de Martín Lutero de bajar a la gente común las escrituras sagradas, a las cuales entonces sólo tenían acceso las clases nobles, clericales e instruidas. Y por eso se lo recuerda, el padre de la Reforma Cristiana, el mismo que se opuso a la venta de las «indulgencias papales» para destrabar alguna culpa porfiada que seguía dando vueltas por el alma aún después de la confesión y el arrepentimiento. La respuesta papal fue: «Lutero es un borracho alemán y cuando esté sobrio cambiará de opinión», cosa que no hizo, sino que además se calzó el traje de hereje y dibujó en el mapa de la Iglesia Cristiana un tajo que sería definitivo y que dividía, por un lado, la fe impuesta a latigazos y terror y por el otro, la proclama amorosa de Dios hacia todos sus hijos sólo a través del conocimiento y ya no más por andar teniendo tanto miedo y tanta culpa.

Después de llevar consuelo a los que no podían pagar las bulas papales, fue por los judíos. Lutero consideraba que los judíos seguían siendo judíos por un error de cálculo de la iglesia católica al haber sido incompetente a la hora de colonizar su fe y convertirlos al cristianismo. Se dispuso así a convencer a los semitas de las bondades de su iglesia pero al darse cuenta de que los judíos no cambiarían el rumbo de sus creencias y volvían, una vez más, a descreer en Jesús como el hijo de Dios, avanzó con toda su furia y agitó a la población a través del escrito «Los Judíos y sus mentiras» en donde se lee, (tapándose un ojo por el miedo que causa) …debían realizarse contra los judíos acciones como quemar las sinagogas, destruir sus libros de oración, prohibir predicar a los rabinos, «aplastar y destruir» sus casas, incautarse de sus propiedades, confiscar su dinero y obligar a esos «gusanos venenosos» a realizar trabajos forzados o expulsarlos «para siempre».

Conociendo esto, me atrevo a decir y a completar la paternidad atribuida a este sacerdote alemán del siglo XVI: Martín Lutero no sólo fue el Padre de la Reforma de la Iglesia Cristiana si no que también fue el Padre del Holocausto. Hecho, este último, que no se tiene muy conocido y que, sin ánimo de juzgar sólo lo podemos comprender después de leer sobre su vida y su obra, así es que, emulando la solidaria intención de Lutero de instruir a la gente para dejarles a sus conciencias la facultad del libre pensar es que, durante la segunda mitad del 2018 desde GM producciones dimos inicio a los Seminarios de Filosofía y Literatura en la Biblioteca Municipal Libro abierto de Villa Allende. Convencidos de que el conocimiento no hace más que engrosar las virtudes de las personas y a su vez nos faculta a tomar mejores decisiones para nuestra vida diaria. Brindamos seminarios de Filosofía comparada entre las distintas corrientes filosóficas que se han manifestado a lo largo de nuestra historia, llevándolas al alcance de todos en espacios tales como bibliotecas, librerías y bares culturales de Villa Allende, Alta Gracia y Córdoba capital.

Con la idea de profundizar en el conocimiento extendimos las disciplinas y sumamos a la grilla los seminarios sobre Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez, en los cuáles nos interiorizamos sobre sus vidas y anécdotas mientras recorremos sus obras. En el caso específico de Borges, pretendemos concienzudamente bajarlo a las masas, liberarlo del altar aislado al que se lo elevó injustamente al hacernos creer que sus lecturas son sólo para eruditos o intelectuales de vasta formación académica. Queremos persuadir a todo aquel que no lo conoce o no se le anima a que le dé una oportunidad, que definitivamente Borges la merece. Con García Márquez la cosa va más fluida. Leerlo es un regocijo emocional que debe ser compartido, acercarse a su vida y a su obra es un cálido viaje a su caribe natal y a la espesura mágica de sus escritos.

Para que no quede en nosotros la idea de que está todo dicho, que no permanezca asentado en la memoria sólo el costado victorioso de la historia, para que se vea el derecho y el revés de la trama que compone la naturaleza de la contradicción humana. Por todo eso y porque nos causa placer el simple hecho de saber, es que continuamos en este 2019 con más seminarios, con nuevas disciplinas como Historia y Biografías de las personalidades que dejaron mojones en el camino que como humanidad construimos entre todos.

Ninguna tarea es pequeña para la Cultura dice Juan Villoro y así lo sentimos en GM producciones.

Un abrazo y el deseo de un 2019 en el que no falte nunca la chispa de la curiosidad.