Gabriel Ábalos

Gabriel Ábalos

2020

Calendario sonoro de los últimos seis meses

2020 fue el año de doble número que quedó a merced de la naturaleza previamente manipulada por el hombre. Encerrado en sí mismo el año, y la humanidad confinada otro tanto hasta donde las redes sociales lo hacen posible. En anteriores pandemias las cartas tardaban en llegar más que lo que tardaban en apagarse las vidas de su remitente o su destinatario, al menos en una novela romántica y, por cierto, en algunos tristes casos. O bien el telégrafo acercaba las noticias, o la radio nos hacía partícipes de una humanidad de oyentes. Pero jamás se había vivido una pandemia sabiendo tanto de les otres, sumando el teléfono, el video en tiempo real, la fotografía, el streaming, el mensaje de voz, los textos y los memes y emoticones, la instantaneidad de los meetings incluida la continuidad de la enseñanza por las vías de encuentros virtuales colectivos. La actividad de espectadores remotos ya era parte de la ingeniería de las costumbres y modos de vida, pero en 2020 nos mudamos de manera estable a la piecita del fondo -o a la sala del trono- de las intercomunicaciones distantes en vivo. Esto mostró, naturalmente, una brecha en el acceso a los recursos digitales, que ya existía en otros órdenes del consumo y en el ingreso, brecha que esperamos tienda a minimizarse, y el acceso universal a la comunicación a convertirse en realidad.

Esta caracterización, escolar de tan obvia, conduce a un aspecto más circunscripto del Aleph que supone el almacenamiento de exabytes: la música y, para menor amplitud de miras, la música cordobesa. Y también en acotada revisión cronológica: mira hacia atrás, a la segunda mitad de 2020. Esa porción de la cultura mundial, la nuestra, en la que creadores y creadoras locales habitaron el espacio virtual y tachonaron el año del encierro de obras a las que dieron salida.

El de la música, claro, es uno de los ejemplos básicos de la historia de una industria masiva colosal que, en sinergia con los medios de comunicación disponibles (la radio, para empezar), creó la práctica cultural de escuchar a los y las artistas a la distancia en el espacio y en el tiempo. La cuarentena solo actualizó un poco una industria que con YouTube ya había alcanzado picos monumentales de uso del streaming.

Sin embargo, variadas fueron las presencias virtuales, diversas las propuestas, los estilos, los nombres, los formatos, las modalidades (pagas, “a la gorra” o gratuitas). La música cordobesa estuvo sin duda presente en la segunda mitad del año del aislamiento. En algunos casos, fue el primer acercamiento a hacer música a distancia, grabar un show sin público para el streaming, acabar de producir discos independientes grabados en 2019. Se hicieron adelantos de discos que podrían oírse en Spotify, YouTube y demás plataformas, hubo ciclos que se sostuvieron, conciertos, encuentros, actividades pedagógicas, discusiones sobre aspectos vinculados al sector de los músicos. Hubo alguna -muy poca- ayuda que se volcó en el golpeadísimo sector artístico, desde diversas instancias institucionales.

El eje de la mirada aquí son las apariciones digitales, online, a distancia, remotas, por las redes, vía streaming o como se llamen en conjunto, de creadores, creadoras e intérpretes cordobeses ante un público virtual. No hacemos hincapié ni en juicios ni en críticas, solo el simple repaso de actividades musicales.

En ese orden, a mediados de junio la banda Cony la Tuquera presentó un corte de difusión de su disco «Distintos Parecidos»: el videoclip de «Gorrión de la Noche», en YouTube. Fue grabado en 2018 en Estudios Arcadia. La banda está activa desde 2011 y toca rock, ska, cumbia y cuarteto. Se presentaron anteriormente en Cosquín Rock y en Festival Pal Norte de Monterey, México.

Recién empezado julio, hubo un concierto de homenaje al cuarteto desde el Teatro Real, de la Agencia Córdoba Cultura, en el que participaron varios músicos y músicas como Toro Ñono en bajo, Andrés Bombolo en batería, Vivi Pozzebón en percusión, Miguel Espíndola en acordeón, Ángel Negro Videla en teclado y dirección musical, Marian Pellegrino en guitarra, Maxi Moreno en saxo y en las trompetas Adrián Calandri y Jorge Deltell. Entre las voces que participaron estaban Claudio Toledo, Turco Julio, Fernando Bladys, Andrea Teicher, Gata Noelia, Alejandro Ceberio, Toro Quevedo, Hugo Dante, Los Ferrari, Lorena Jimenez, Turco Marcelo, Pablo Brizuela, Vanesa y Naty Medina, Magui Olave, Lisandro Márquez, Danielito y Dante Moyano.

Hubo un ciclo a partir del mes de julio que tuvo como sede la terraza del Paseo del Buen Pastor y se pasó en streaming, con la participación del Dj Martín Huergo y también de Dj Lito Quinteros. El Ciclo Música desde la Terraza presentaría en septiembre a la cantante Lucila Juárez y su show «Soy Lucila. Me dicen La Juárez».

En julio encendió sus luces el Auditorio de Radio Nacional, para el ciclo Auditorio Vivo que contó con interesantes propuestas musicales cordobesas en formato de miniconcierto, presentadas por los periodistas de la casa César Pucheta, Franca Chiafitella y Gonzalo Puig. Se emitieron por la FM 100.1 y se vieron en Facebook Live los lunes, miércoles y viernes de 19 a 20 horas, con entrevistas a artistas locales desde el escenario de Santa Rosa y General Paz. Por allí pasaron el trovador Marcos Luc, la cantautora y bombista coscoína Paola Bernal, actuó La Jam de Folclore, bandón autóctono. Así, con los periodistas como anfitriones, mantuvieron la calidad el tanguero Marcelo Santos, Lucas Heredia, Cony La Tuquera, Agustín Druetta, Rodrigo Carazo. Pamela Rudy puso a sonar otra vez el piano de la emisora. La riojana Ana Robles estrenó en el Auditorio, en vivo, su canción «Cielo y Serenata», ganadora del Concurso Iberoamericano 100 años del nacimiento de Chabuca Granda, organizado por el gobierno de Perú a través de Ibermúsicas. Y trajeron el rock Esteban Kabalin con Germán Hidalgo, y otros géneros a manos de Luciano Levin, Nacho Ramia, el Tzigan Gypsy Tango Trío, Eli Fernández, Bachi Freiría, So Bery Nice, Samuel Majul, Musha Soul, Santiago Llorente.

A mediados de julio, la banda de música urbana Gypsy Diablo presentó «Duende», un nuevo single que contó con la producción de Juan Fatala para el sello Dátil, además Franco Di Pietro colaboró como beatmaker, Manolo Lagos en guitarra eléctrica y María José Sánchez Sarmiento en coros. La masterización se realizó en Estudio Islandia por Seba Palacios. La banda formada en 2014 transporta una mezcla original de música gitana, ritmos latinos, bases electrónicas y hip hop.

Una artista que siguió creciendo en el año de la pandemia fue Bren Coll, quien presentó a fines de julio el single «Adoro», una canción del recientemente desaparecido compositor mexicano Armando Manzanero. Aunque el homenaje de Brenda, más que al autor, se dirige a la versión de Chavela Vargas, de cuya desaparición se cumplió a comienzos de agosto un nuevo mes aniversario. Y el mismo agosto, el 22, Bren Coll presentó desde el escenario del Teatro Ciudad de las Artes esa canción y otras en un show virtual gratuito, en el que participaron junto a su banda, Marian Pellegrino en guitarra y coros; Martin Moreno en teclado y coros y Laura Volando en percusión (Pellegrino y Volando fueron parte de Lucila Cueva, hasta 2013). Por último, la catamarqueña afincada en Córdoba presentó en noviembre su versión de la canción de Violeta Parra «Arriba quemando el sol», que le dio continuidad al video presentado previamente.

En agosto, la banda liderada por el cordobés Franco Saglietti, Francisca y los Exploradores, presentó un nuevo single y video: «El temporal», canción con toques folk. La banda que se mueve en el circuito porteño subió a Spotify, Deezer, Apple Music, YouTube y otras plataformas el tema producido y grabado por Nicolás Btesh en Estudio El Mar.

Siguiendo el octavo mes de 2020, la cordobesa Pamela Rudy presentó su single «Canción Inútil», junto a la cantautora mendocina Mariana Päraway, una propuesta de country y folk arreglada por el guitarrista Nacho Sánchez. Se había grabado en febrero de este año en Islandia Estudio. Acompañó a Rudy en el estudio y en vivo la banda que integran Nacho Sánchez en guitarra eléctrica y acústica; Gonzalo Criado en batería; Juan Cruz Ludueña en bajo y Andrés Robledo en guitarra. Estuvieron junto a la artista cuando se presentó en octubre en show completo desde el Teatro Ciudad de las Artes.

El debut solista del productor/cantante Pinuer, oriundo de Bariloche y radicado en Córdoba acercó en agosto el single «Encendernos», una “consonancia funk, el chillstep lo-fi de la producción del track y una síntesis pop”. Es el líder de la agrupación cordobesa Qi Funk, cultora del funk y el soul.

Ya en septiembre y luego de su miniconcierto en Radio Nacional, el ensamble cordobés La Jam de Folclore formado por Diego Bravo, Julián Beaulieu, Jose Gómez y Chelko Pajón, presentó su nuevo single «Chacarera del suspiro». El tema introdujo dos novedades: la autoría propia del tema y la suma de voces a la fórmula instrumental del grupo. Se había grabado en los estudios de la Escuela La Metro en octubre de 2019.

El Teatro Ciudad de las Artes de la Universidad Provincial de Córdoba se sumó en la primavera a la producción de shows musicales para compartir en su Sala Virtual. Allí se presentaron Flum, grupo cordobés de pop rock de los años noventa al 2000, con Mariana Parra, Fernando Lucero y Ernesto Weler. Jon Deca compartió su EP «El que no quiere ver», que contiene cuatro canciones de su autoría inscritas en el country, el pop y el rock clásico. Asimismo, el grupo de música afrolatina Calle Vapor celebró sus 14 años de trayectoria con un show a ritmo de son.

Show homenaje a los 50 años de Queen. La banda tributo cordobesa The Dust realizó un show homenaje al medio siglo de Queen con un streaming desde Studio Theater en el que repasó la carrera de la mítica agrupación liderada por Freddie Mercury.

Se movió también en 2020 la banda local Surikata Ki, con el lanzamiento de «Full Color», su nuevo material editado por el sello independiente Chancho Discos. El aislamiento los tuvo produciendo nueva música y lanzando contenidos. El EP contiene tres tracks intimistas, psicodélicos y con groove. En diciembre, la banda presentó «Kemeleye», otro single que anticipa material de un disco a presentar en la primera mitad de 2021.

En el orden de la literatura sobre música popular de Córdoba, fue una novedad digna de mención la presentación en septiembre del libro «Tiempo Anfibio. Las últimas tres décadas del Rock en Córdoba», una compilación a cargo de Carlos Rolando que apareció bajo el sello de la Editorial de la UNC, que reúne numerosos aportes de músicos, periodistas, productores e investigadores para la historia del género en el terreno local.  Y no fue la única novedad dentro de ese campo, ya que en octubre vendría de la mano del periodista y escritor Raúl “Dirty” Ortiz el libro «Relato de un salto en alto, Proceso a Ricutti y el rock de Córdoba en los ’80», una rigurosa investigación histórica cultural de Córdoba que apadrinaron los sellos editores Vademécum y Rayosán Libros.

Pero no se apagaron, afortunadamente, los sonidos actuales de la música popular. En octubre la banda Entre Rulos, liderada por el compositor chileno David Urra, lanzó en YouTube el videoclip de su canción «No Caer», que pertenece al álbum «Tras Cordillera» presentado en 2019. El video fue filmado post estallido social en Chile, en la ciudad de Valdivia y en pleno contexto de pandemia mundial.

Una banda femenina que descolló en la segunda mitad del año fue la de las Tranki Punki, cordobesas cultoras del gypsy punk, quienes cumplieron siete años en octubre y lanzaron el videoclip de su tema «Fuego», grabado en vivo en el Centro Cultural Kirchner en marzo de 2020, en el show que ofrecieron como parte del ciclo Porque Sí. Dicho lanzamiento adelantó el nuevo EP, que comprende siete canciones en las que repasan sus dos discos «No me digas que no pasa nada» y «Marea Negra», éste último lanzado en abril junto a Goza Records, el sello discográfico creado por Barbie Recanati y Futurock. El EP estuvo disponible a fines de octubre en Spotify. Y a fines de noviembre, las Tranki Punki presentaron el video de «La Noche Nunca Alcanza», definido como un “himno a la joda cordobesa”.

Un poco antes, a fines de octubre, el dúo de Hip Hop experimental Grave, conformado por Baltazar Ferrero (ex Locotes) y Sebastián Teves (Sur Oculto), lanzó su primer material de estudio Estado Puro. Los músicos decidieron dar a conocer sus temas en secuencia, siendo esta su primera entrega en el canal de YouTube de Putavida Records.

La música desde temprano quedó vinculada a otros medios y formatos, con los que tejió fuertes lazos de familia desde muchos años atrás, y es el caso mencionar en 2020 un producto audiovisual que hace hincapié en la música del género bailable cordobés por excelencia: el cuarteto. La película «Madre Baile», dirigida por Carolina Rojo y con la música y compositora Viviana Pozzebón hilvanando las entrevistas con diversos actores y figuras destacadas de la historia cuartetera. El eje de la película es una mujer fundamental del género local, Leonor Marzano, la pianista del Cuarteto Leo con que se inició el ritmo de tunga tunga en los años cuarenta del siglo pasado. «Madre Baile» pudo finalmente ser vista por cordobeses y otros argentinos en octubre, en forma gratuita desde la plataforma Contar, en el marco del Festival Escenario 2 (cine + música).

Un músico destacado de la escena local que también mostró sus avances en los últimos seis meses es Lucas Heredia, quien presentó a fines de julio el primero de una serie de videos de registros en vivo en El Cuenco Teatro, en marzo de 2020, que forman una antología de canciones del espectáculo «Lo mínimo indispensable», con el que Lucas hizo giras los últimos tiempos. El tema lanzado fue «Tumbas de la gloria», de Fito Páez, que Heredia grabó en excelente versión a dúo con Vicky Nicz. Luego vendrían «Canción de amor para mi patria», de Alberto Cortez, que Lucas entonó a capella. Y la tercera y última entrega del año fue en octubre: «Tres agujas», de Fito Páez, en piano y voz. Lucas Heredia dio su último recital del año en noviembre desde Río Arriba Cultural, en la localidad de Agua de Oro, haciendo un repaso de sus más de diez años de carrera.

El grupo de rock fusión mestizo Armando Flores, liderado por Ají Rivarola, había revelado su último disco «Somos los ángeles» a fines de diciembre de 2019 en 990, y en mayo de 2020 el trabajo fue subido a plataformas de streaming. En la segunda mitad del año presentaron un nuevo video, correspondiente a la canción «Si vale la pena», dirigido por Abdiel Ruiz de la productora Audiovisual H de la ciudad de Córdoba. Es uno de los diez temas del disco que fue mezclado por Gabriel Pedernera de Eruca Sativa, ex miembro de Armando Flores.

La banda cordobesa Vosque nació oficialmente en agosto del 2020 con el lanzamiento de «Enemigos», una canción que incorporó a Isca Fontenla como cantante, incorporándose al proyecto que Lucas Gattesco venía gestando, lo que se convirtió en una combinación definitiva. Vosque lanzó enseguida su EP que capturaba una Sesión en el Living. Se trata de una versión en vivo de «Enemigos» y de «TQM», este último un hit de la banda mexicana Little Jesus. Vosque se completa con la participación de Gastón Federici y Maxi Lucio en guitarras, Emiliano Federici en sintetizadores y Justina Ramón Casas en el bajo. Bernardo Ferrón (de Telescopios) fue el productor del primer EP de la banda.

El 14 de noviembre, por plataforma Fomo, un intérprete de primera línea en la música folklórica de Córdoba, Juan Iñaki, presentó un espectáculo performático musical titulado «Un día», e inspirado en la incertidumbre que se instaló a comienzos del año de la pandemia. En formato de trío junto a Cecilia Fandiño y Franco Dall’amore, Iñaki dio a conocer esta propuesta equidistante del lenguaje teatral y el show musical, desarrollado con un colectivo de trabajadores del arte.

Otra figura del folklore local, la cantante María Fernanda Juárez, lanzó hacia fin de año un nuevo video sobre una composición del chaqueño Coqui Ortiz: «El Suquipuquero», toda una declaración sobre el repertorio y los autores contemporáneos que la intérprete abordó en su disco de 2019 «Cuando el canto pide luz». La producción audiovisual fue de Koky Schroeder, se realizó a principios de noviembre en las sierras de Córdoba y contó con la participación de Alejandro Arneri en guitarra, entre músicos y músicas próximos a la vocalista.

En diciembre se lanzó, apuntando al hit del verano, «Ojalá bailemos», otro cuartetazo, tema con el que Juan Lebrus, ex vocalista de Nina, inició su carrera como solista. A pesar del título, el tema tiene poco de cuartetero y más bien refuerza lazos con el pop.

Diciembre de 2020 fue también el mes donde las bandas tributo volvieron a unirse en la tradición del Festival y allí estuvieron Elevator, The Dust y Bad Obsession, rindiendo su homenaje respectivo a Aerosmith, Queen y Guns N’ Roses en versión online. Por su parte, la banda tributo a Soda Stereo y Gustavo Cerati, Planeador V realizó presentaciones bien a fin del año.

Otro ciclo que iluminó el último mes del año fue «Canciones Cruzadas», que se realiza desde 2015 en el Centro Cultural España Córdoba, que se tomó cuatro jueves de diciembre para ir reuniendo propuestas y estilos de bandas y solistas que eventualmente llevasen a la experimentación. Abrieron la serie el músico riocuartense Jota Figueroa, en carrera solista desde 2015, y Lucre Ortiz, compositora, pianista, cantante y arregladora cordobesa. El siguiente encuentro fue entre la solista pop Naty Drazile (Basta de cháchara) y Ruda, banda formada durante la cuarentena que reúne a Valeria Lippi (Gringa Cruz) en batería y percusión, Lorena Gómez (La Negra), en voz , Verónica Guevara en guitarra y clarinete y Julieta Rivarola, cantante y referente del rap femenino local. El siguiente duelo/abrazo fue entre la ya mencionada Bren Coll y Martina Malbrán, cantante y compositora independiente pop que lanzó su proyecto solista en 2018 dando a luz un single y video: «Bailarás». Concluyeron las Canciones Cruzadas con Koky Schroeder, cantante y comprometida con el registro audiovisual de la música cordobesa independiente, junto a So Costamagna, guitarrista y cantautora que prepara su disco debut como compositora, en guitarra y voz, junto a Rodrigo “Osito” Lagos en bajo.

De la vereda folklórica, tres reconocidos músicos de Córdoba tendieron un homenaje al Chango Farías Gómez en la penúltima semana de diciembre. Artísticamente vinculados al Chango, lo recordaron Paola Bernal en voz y bombo, acompañada por Diego Bravo en teclados, Pichi Pereyra en percusión, el día en que se cumplían ochenta y tres años de su nacimiento. Chango falleció en 2011, a los setenta y tres. Para la cantante coscoína había un motivo adicional en este homenaje: el relanzamiento de su disco «Esperando tu llegada», que fue producido artísticamente por Chango Farías Gómez.

Y el año llegó a su fin “liberando” algunas muestras de retorno al espectáculo en vivo, algo que tal vez solo sea un pequeño descanso provisorio en medio de una pandemia que no cede. En ese marco se dieron tímidamente shows como los de La banda de blues, rock, soul, funk, pop y otros ritmos Tuca Salamanca en Ecos de Guernica, Abasto; de la cantante Paula Torres en La Bodeguita de Kike el cubano, Güemes, y de Flor Rivarola en Arepera, haciendo canciones populares de Brasil.

 

Gabriel Ábalos – Escritor – Periodista – Docente.