Cada quien que transcurra sus días entre lecturas tendrá tal vez una librería amiga, ese espacio donde el placer de elegir un texto se completa en el ida y vuelta de reseñas y sugerencias a partir de consultas o inquietudes. Todo eso que una frecuencia de visitas más o menos sostenida, con vivencias compartidas en forma de comentarios de ediciones, va dejando entender como una amistad. 

Entre las librerías del centro de la ciudad proclives a convertir clientes ocasionales en parroquianos, El Espejo, ese rincón entrañable de la Deán Funes cuya vidriera es, siempre, una atracción infalible. 

Sabrá el Propietario de la libreta que guarda cifras imposibles el número exacto de corazones que gracias al Espejo anduvieron cerca de Jorge Martínez y de Hugo Suárez. 

Otra cuenta guarda el total de amistades y querencias directas e indirectas que transcurrieron entre clases, lecturas, retratos, coberturas fotográficas y demás modos de ser en este mundo.

Hace unos días se fue Jorge. Hace unos días se fue Hugo, integrante allá por finales de la primera década de este siglo de un proyecto que se llamó Cba Noticias, que desapareció al poco tiempo y del cual surgió, como simple voluntad de seguir contando algo de lo que pasa en Córdoba, Redacción 351.

Dos partidas en pocos días. Tan incomprensible, tan desolador este tiempo.

En el comienzo de esta semana, un texto que nos permitimos compartir, sumando otro gesto a contramano, ojalá, del olvido. 

Personal de El Espejo Libros – Lunes 13 de febrero de 2023.

Aquí estamos…
Queridas lectoras, lectores, editoriales, distribuidoras, amigos, amigas:

Aquí estamos, después de una semana terrible y tres días en los cuales “El Espejo Libros” estuvo cerrado por duelo, como podemos, aquí estamos…

A la prematura e incomprensible partida de Hugo Suárez se sumó otra muerte más que nos tocó de cerca y fue la de Jorge Martínez (antiguo colaborador de El Espejo y padre de Ibero).

Hugo y Jorge fueron, además de libreros, dos buenos tipos, dos artistas talentosos y como buenos libreros, dos grandes conversadores que marcaron para siempre la historia de sus familias y amigos pero también la historia de esta librería que somos y hacemos en El Espejo.

Conmocionados y doloridos, tenemos que seguir, no queda otra, lo hacemos por la familia de Hugo, de Jorge y por las familias de cada uno, de cada una de quienes seguimos defendiendo aquí el oficio de libreros y de libreras.

Recibimos el afecto de miles que nos acompañaron de distinta forma durante días difíciles y lo agradecemos de corazón.

Nos disculpamos por las demoras, de a poco nos iremos poniendo al día y levantando una vez más a El Espejo Libros, por ustedes, por nosotros y por los libros que nos unen, nos curan y nos siguen y nos seguirán acercando.

Un abrazo librero.

Antonio, Santiago, Guillermo, Eugenia, Vanesa, Ibero.