Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Hace unos 16 años, dos estudiantes de Comunicación decidieron encarar un tema infrecuente para su tesis de grado.
-¿Y si hacemos algo con las bandas de rock de Córdoba?
-¡Uh me encantó! ¿Y qué podemos hacer?
-No sé… Podemos hacer una investigación sobre el rock de Córdoba, entrevistar bandas…
-Mmm… Me parece que va a terminar siendo la tesis de por qué es tan difícil hacer rock en esta ciudad…
-Le podemos dar otra vuelta… Por ejemplo, ver qué dicen las bandas pero desde las letras mismas de las canciones…
-¡Podría ser! ¿Cómo juntamos las letras?
No existían las herramientas que hoy facilitarían la recolección de datos desde una pantalla en menos de dos horas. Otro tiempo: tener un celular tamaño ladrillo era todo un lujo; para saber en qué andaba un amigo sin teléfono fijo, había que ir a tocarle el timbre. Hace poco, en un encuentro de egresados, alguien sacó un cable USB del bolsillo y le dijo a un viejo compañero: «La última vez que nos vimos, esto no existía.»
Cualquier cable será historia en poco tiempo. Pero hace 15 años, los cables enrulados de un locutorio sirvieron para contactar a decenas de músicos que accedieron a la propuesta y facilitaron tres o cuatro letras. Nada de pasarlas por mail. Para cada banda, un día, hora y dirección. Un abrazo, dos muchos gustos y tres mil gracias. En algunos casos, un clavarse esperando, con saludo a la familia y regreso de manos vacías.
Después de varios cálculos de tiempo, el alcance de la tesis cerró en cincuenta letras, una por cada una de las bandas convocadas, gracias a la ayuda de Rodrigo Artal y Guillermo Ruibal, por ese entonces conductores de la 97.5, radio de la calle Corro.
Demos y más demos grabados en discos y cassettes. Salvo algún adelantado, nadie bajaba música por internet; nadie armaba un disco con una computadora; nadie subía sus canciones a una plataforma.
Salvo excepciones montadas en una billetera gorda, había que salir a pegar afiches; repartir folletos; llevar los temas a las radios del palo; rogar por una nota en los diarios; juntar plata de donde no había para grabar un disco. Nadie hablaba de «flyers», claro.
Salvo casos contados con los dedos de una mano, había que aceptar condiciones lamentables para subirse a un escenario.
Ejemplo de tantas cosas que cambiaron desde los primeros años del siglo-milenio: muchísimas bandas de rock de Córdoba. Básicamente, cambiaron para desaparecer, mientras nacían otras que corrieron el mismo destino, o que afortunadamente seguimos disfrutando.
De esa tesis como bisagra arbitraria en el recuerdo, sobresalen proyectos que emocionan por el camino recorrido en la última década y media larga. De esas cincuenta bandas activas a principios de 2000, incluidas en un trabajo que llevó año y pico, menos de diez activas, con el mismo nombre, en septiembre de 2015. Entre otras: Armando Flores; Mandril; Guanaco Lonco; Capuchas de Hop; Búfalos Sedientos; Ultrasuave; Enhola…
Entre las más activas, Juan Terrenal.
La letra escogida, en ese momento, fue «Sangre en Tierra». Hoy, un inédito:
Feo infierno en mi maleta,
pocos diablos con dolor,
hoy me alejo en carreteras,
dulce espejo de salvación.
Me cansé de hacer viajes,
me cansé de naufragar…
Días dulces al pasar,
campos secos de ultramar.
Vas dejando sangre en tierra,
el pecado de tu amor.
Este insomnio ladra solo,
la basura que teje este tren
ruge y ruge infinito en mis pies.
Pasaron varios demos, Ep’s, discos cada vez más sorprendentes; recitales con puestas más desarrolladas en cada oportunidad; presentaciones en el Cosquín Rock que se sucedieron hasta lograr un espacio más que merecido en el escenario principal; y la gran noche en Captain Blue XL, donde celebraron, ante un público feliz, los temas de «Por siempre», su último trabajo.
Miguel Amaya en voz; Germán Della Rossa y Federico Abril en guitarras; Martín Petros en bajo; Patricio Petros en batería y Leonardo Ventre en sintetizadores, siguen dignificando un género madre que en los últimos años compartió gran parte del circuito con toda una corriente de propuestas vinculadas a la música popular latinoamericana.
Hace unas horas, se publicó un registro del concierto brindado el 9 de mayo en el recinto del Boulevard Las Heras. Con una edición impecable de imágenes y un trabajo de sonido a la altura del evento, el video incluye siete canciones: cuatro de «Por Siempre»; dos de «Sin Red» y el clásico «Útima canción».
Es un honor compartir una nueva producción audiovisual para celebrar el rock de Córdoba desde uno de sus proyectos más valiosos.
Juan Terrenal en Captain Blue XL
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