Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Se llama José Ávila.
Le gusta mucho la música. A nosotros también. Más o menos como una P con efes que doblan en esta esquina no, en la otra.
Le gusta muchísimo hacer radio. A nosotros nos gusta muchísimo escucharlo.
Hace una vida que habla con los músicos que escucha y nos hace escuchar. Le quedan varios por entrevistar. Los debe tener anotados. Estamos esperando esas entrevistas.
No sabemos si piensa que para hacer radio es importante tener una voz y una forma de hablar que, en primer lugar, tiene que respetar al oído del oyente. Seguro que sí. Nosotros también. Y porque lo pensamos, lo escuchamos incluso con vehemencia.
Un programa de música como Furia Nacional supone melómanos del otro lado. Su conductor adivinará oídos sensibles a la complejidad de las composiciones, pero también a la entonación, al ritmo, a la armonía, a la melodía, bueno, a la música de las palabras. Pensará todo lo bueno que puede ofrecer, a contramano de formas que aburren, que empalagan, que no egresan de tartamudeos indignos, de énfasis innecesarios, de muletillas insoportables. (Exabrutpo hijo del cansancio: No es lo mismo hablar normal y claro que hablar con botox en la lengua, porque muchas veces, más de las que podríamos calcular, detrás del botox de la forma viene el botox del contenido. Y sí, Galeano. La verdadera estupidez detrás de la aparente…)
Furia Nacional tiene un conductor que habla normal y claro de música que nos emociona. El rock. En el programa de José, el rock es furia en por lo menos dos sentidos: el que nos hace rezar por un hombre alado y preferir la ciudad y la noche para escuchar canciones que ya son parte de todos; y el que nos recuerda la terquedad admirable de otro hombre alado, cuando hablaba del compromiso con la belleza, del papel social de los músicos desde su creatividad. La furia como voluntad inquebrantable en respuesta a la mezquindad, alguna vez planteada en una entrevista de cabecera: «Si funciona esto porque vieron que lo hizo otro, yo voy, lo agarro de los pelos y me lo pongo. Esa usurpación de lugares es una pérdida de identidad. Ese lugar podría ser ocupado por algo nuevo, algo diferente… Bueno, hay que atreverse… Si te copa copiar a Shakira, bueno copiá a Bill Evans. Si vas a copiar, copiá algo superior… Para bajar hay tiempo.» Y ya que estamos, porque no tiene desperdicio: «…Por eso yo me siento tan responsable para tratar de devolver tanto amor que en definitiva es, en forma de tratar de crear las mejores canciones que pueda…»
Desde esa premisa, cada domingo a la noche, la 102.3 es un homenaje a la belleza. Un espacio que muchos disfrutamos sin pensar desde el facilismo de la resistencia. El rock no resiste porque la música no resiste. Como el amor, sólo la belleza puede sostener. Algo de todo esto entiende José.
No por casualidad su programa llega a los diez años y convoca para su celebración a muchísimos artistas, tantos como para pensar que será una fiesta inolvidable. El azar tampoco explica el homenaje a un músico impar como tema central de la noche, para hacer flores de una tristeza compartida.
Habrá notado que un hábito de los escritos por internet permite al lector hacer click sobre un nombre para enviarlo a otra página. ¿Cómo hacer con el Flaco? Tal vez tomando cada una de las letras de su nombre como inicial de alguna de sus obras maestras: L u i s A l b e r t o S p i n e t t a. Elija y gane.
Este viernes se verán abrazos por todos lados, de músicos notables de nuestro medio, de alumnos que saludan a sus maestros, de colegas reencontrados; personas con caras de Emilio del Guercio y Javier Malosetti, que veremos y aplaudiremos por instinto de emoción. Una celebración desdoblada en canciones que no terminan.
Avanzada la noche, cuando haya recibido el afecto de cientos de amigos, entre una asistencia que calculamos de a montones, José podrá decir, como dice uno de los versos que hace cuarenta años escribió Salzano para que tocara Jelly:
«Estoy en mis buenas manos».
Agendá:
Celebración de 10 años de Furia Nacional – Homenaje a Spinetta.
Javier Malosetti – Emilio Del Guercio – Juan Terrenal – Enrique Aiello – Guadalupe Gómez – Mery Murúa – Marcos Luc – Vivi Pozzebón – Enrico Barbizi – Ariel Borda – Tincho Siboldi – Hueso Horsmann – Los Pomelos – Las Rositas – Leo Sosa.
Viernes 6 de junio – 21 horas.
Sociedad Belgrano – Avenida Leandro N. Alem 1702.
Entrada anticipada en Edén (Obispo Trejo y Deán Funes): $130. Estudiantes: $90 (presentando libreta).
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