Memoria, verdad y justicia

Voces en torno al 2×1 antes de la Marcha

8-05-2017 / Política y Sociedad
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Este miércoles 10 de mayo, desde las 18 horas en la ex-plaza Vélez Sarsfield, tendrá lugar una marcha en repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilita el cómputo de 2×1 a Luis Muiña, condenado por delitos de Lesa Humanidad cometidos en la última dictadura cívico-militar. Compartimos palabras de distintos referentes publicadas en estos días.


Voces en torno al 2×1 antes de la Marcha

La sociedad argentina asiste por estos días a un nuevo embate contra su propia historia. El fallo de la Corte Suprema de Justicia a favor de reducir la pena a uno de los genocidas de la dictadura cívico militar, tiene lugar en el marco de un gobierno cuyos mayores dirigentes representan intereses que se han beneficiado de modo incuestionable en los años del terrorismo de Estado. 

Cualquier declaración que intente desligar vínculos entre una decisión tan trascendental del Poder Judicial y la ideología del poder político vigente, se constituye como un gesto de los más repudiables. El ataque a una lucha de cuatro décadas por la memoria y la justicia sólo puede entenderse en un contexto de predominio de la a-política como discurso imperante, multiplicado en expresiones insostenibles de reconciliación, por cuanto la pretendida unidad, publicitada y amplificada por tratamientos mediáticos especializados a su vez en desviar miradas, implica la negación como condición de posibilidad. Afortunadamente, por formación y sensibilidad como fuente de voluntades reunidas, millones de argentinos no podrán andar ese camino.

Sólo en tiempos cómplices del olvido como estrategia, pero también como revancha luego de un período en que por fin vimos ir a la cárcel a muchos de los mayores asesinos de nuestra historia, es posible aplicar un recurso propio de delitos comunes a quien cometió crímenes de Lesa Humanidad. 

Entre las repercusiones de estos días, compartimos algunos recortes, tomados de diferentes medios, de voces que entendemos valiosas, como invitación a marchar, este miércoles 10 de mayo a las 18 horas, desde la ex plaza Vélez Sarsfield hacia los Tribunales Federales. Ojalá seamos muchos. 

Estela de Carlotto. Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Es una estafa a la moral social, nos están destruyendo no sólo en lo económico, sino en lo moral. Estoy indignada, sorprendida. Nos están destruyendo física y moralmente. Es una lucha a la que falta y esto es un retroceso. Es una justicia impura. (…) En esta lucha que tanto falta todavía es lamentable que tengamos estos retrocesos. Quieren borrar la historia. Tenemos un Gobierno de ladrones, incompetentes y mala gente. Esto no es malo para nosotros, es malo para sus hijos.

 

Nora Cortiñas. Presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. 

 

 

Taty Almeida. Referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Jamás nos vamos a reconciliar los organismos de DDHH y toda persona de bien que tiene memoria. Es muy triste como católica comprobar que una vez la jerarquía eclesiástica demuestra que no tiene memoria. Ni reconciliación, ni perdón, queremos justicia legal, como siempre, jamás justicia por mano propia. Nos preocupa y nos duele porque nuevamente le están faltando el respeto a nuestros hijos, es demostrar que no tienen memoria, no quieren tener memoria.

 

Mempo Giardinelli. Escritor y periodista.

No hay contradicciones en el gobierno, sino una coherente postura ideológica retrógrada. Todo lo que se les ocurre hacer con el pasado es matarlo. Liquidar la memoria del pueblo. Pero no van a poder. Por más que insistan. Si al menos leyeran un poco de la Historia Universal serían un poco menos torpes.
La política macrista y la involución neoradical en materia de Derechos Humanos (que espantaría a Raúl Alfonsín) evidencian que este fallo de la Corte se cocinó lenta, sistemática, calculada y fríamente.
Empezó hace más de un año con el fogoneo mediático a una fanática correntina protectora de genocidas, seguida de la subrepticia instalación de ex jerarcas de la dictadura en puestos oficiales, proceso coronado después con el mediático operativo negacionista del Señor Lopérfido (cuyo itálico apellido en castellano significa lo “desleal, infiel, traidor”) quien hizo punta y hoy tiene, de premio, una embajadita, de culturita, en Berlín.
Los negacionistas (incluído el presidente) abrieron camino a la reaparición de la llamada “teoría de los dos demonios”, sofisma desgastado y engañador de incautos, hoy sostenido incluso por damas que fueron legisladoras y tienen familiares desaparecidos pero que ahora inesperadamente autoesmerilan sus propios historiales de cuando eran luchadoras admirables. (…) A todo esto, la jerarquía católica reflotó su vieja, obsesiva idea de “reconciliación” con los genocidas y convocó a un “diálogo” imposible entre víctimas y victimarios del horror que vivió nuestro país en el siglo pasado.
Esa supuesta “reconciliación” es falsa de toda falsedad por varias razones y en primer lugar porque ya la comunidad nacional, internacional y los fallos judiciales proclamaron la inexistencia de una guerra entre dos bandos. Y también porque es absurdo y provocador reclamar una “reconciliación” sin arrepentimiento del criminal. Pero sobre todo porque solamente los criminales al servicio de la dictadura robaron bebés. Solamente la dictadura genocida instaló y mantuvo infernales campos de concentración. Solamente los genocidas y sus esbirros torturaban mientras sus agentes saqueaban propiedades y pertenencias como vulgares ladrones.

 

Horacio González. Filósofo y escritor.

Definimos macrismo como la acción de tocar fibras internas de las convenciones implícitos del país en tanto ente histórico. Son los que mueven de cuajo las ancestrales ligaduras que encarnan esos largos durmientes que parecen enterrados en su somnolencia. (Nada de esencias fijas, sino conflictos vivientes). Pero esas resistencias siempre inconclusas, sombras de gigantes dormidos que suelen despertarse incrédulos por lo que ven a cada vez. Nos deben encontrar lúcidos frente a aquellos que los palpan siniestramente, restregando lo más trascendente de una historia para estrangularla, desposeerla y confiscarla.

 

Claudio Orosz. Abogado de H.I.J.O.S.

 

 

Alejandro Mareco. Periodista.

El proceso de memoria, verdad y justicia fue el resultado de un consenso de la sociedad. Se concretó a través de juicios que juzgaron con todas las garantías a centenares de represores que habían estado sin pagar sus crímenes durante tres décadas. No hay modo posible de pacificación que no sea a través de la Justicia; sin revanchas ni violencias: sólo juicios justos.
Entonces, fuimos un ejemplo para el mundo por haber sido capaces de revolver entre la oscuridad de nuestro gran espanto hasta poder sacar cosas a la luz y condenar a los culpables.
Debíamos decir “Nunca más” las veces que fueran necesarias, hasta legarles a nuestros hijos un tiempo en el que el terrorismo de Estado fuera un terrible recuerdo lejano.
Sí, los autores fueron juzgados y condenados. Una parte de la lección ha sido dada.
La otra es la del correspondiente castigo por la entidad de los delitos cometidos; si no, no hay maneras de cerrarle el camino a la repetición.
Seremos otra vez asombro, pero ahora por el hecho de convivir en las calles con los autores de los crímenes más atroces que ha visto la humanidad, según la afirmación de la misma Justicia argentina.

 

María del Carmen Roqueta. Ex Jueza Federal.

Se sabe, y se ve en cada juicio, que la existencia de los organismos de derechos humanos es de lucha, que siempre buscan vetas por donde avanzar. Y esta vez no será distinto, pero un fallo de estas características es desmoralizante para los sobrevivientes y para los familiares de las víctimas. Yo los vi sobreponerse al terror para sentarse a declarar, los juicios se hicieron y hacen gracias al esfuerzo de ellos para contar lo que vivieron. Con este fallo seguramente les volvió el terror y, otra vez como entonces, impartido desde el Estado. Es una señal muy fuerte.

 

Rodolfo Yansón. Abogado en causas por violaciones a los Derechos Humanos.

No basta con respetar los fallos, porque éste sí pone en riesgo los juicios, tanto por lo que significa la liberación de gente con ascendencia sobre las Fuerzas Armadas, como por el amedrentamiento que significa sobre las víctimas. Hay que actuar, porque la ley debe respetarse, pero si existe conflicto entre la ley y la justicia, debe prevalecer esta última, sobre todo cuando hay leyes para sostenerlo –además, el fallo de la mayoría no es un ejemplo de respeto a la ley y, sobre todo, de igualdad.

 

Comunicado leído por Sonia Torres con motivo de la convocatoria de los Organismos de Derechos Humanos a la Marcha del Miércoles 10 de mayo en Córdoba.

Ni un genocida libre. Ni reconciliación, ni 2×1. Nunca Más.

Rechazamos la idea de “reconciliación” con los genocidas que impulsa la Conferencia Episcopal Argentina
Abuelas de Plaza de Mayo manifiesta su profunda preocupación por la idea de “reconciliación” entre víctimas y victimarios del terrorismo de Estado que está impulsando la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada por su presidente, Monseñor José María Arancedo.
La CEA anunció que en su asamblea plenaria recibirá a familiares de desaparecidos y de represores para iniciar “un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro”.
Ante esta información, decimos nuevamente: no hay diálogo posible con quienes secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros hijos e hijas; con quienes niegan información sobre su destino final; con quienes saben dónde están los más de 300 nietos y nietas que aún son esclavos de la mentira y, a 40 años de su apropiación, continúan viviendo bajo una identidad falsa.
Una parte de la Iglesia fue cómplice de las desapariciones; con doble moral avaló las torturas y omitió información para el encuentro de nuestros hijos. A través del Movimiento Familiar Cristiano se blanquearon como “adopciones” lo que en realidad fueron apropiaciones de, al menos, dos de nuestras nietas.
Por otra parte, en abril de 2015, luego de la visita de Estela de Carlotto al Vaticano, el Papa Francisco ordenó la apertura de los archivos secretos de la Iglesia Católica: unas 3000 cartas y documentos que se conservan en el Episcopado, en la Nunciatura Apostólica y en la Santa Sede, con pedidos que llegaron a la Iglesia para conocer el paradero de detenidos y desaparecidos y reclamar gestiones ante las autoridades.
Pese a que trascendió que durante esta Asamblea de la CEA se dará a conocer el protocolo para acceder a estos documentos, la información indica que solo podrán solicitarlos las víctimas y familiares o los jueces y fiscales que los requieran durante la instrucción de las causas por delitos de lesa humanidad. En este sentido, esperamos que se revea esta decisión que restringe el acceso a documentos que desde hace 40 años venimos reclamando.
Finalmente, ante la propuesta de “reconciliación” las Abuelas de Plaza de Mayo reafirmamos que seguiremos luchando hasta que el último de los responsables sea juzgado y condenado, hasta que aparezcan los restos de todos nuestros hijos e hijas desaparecidos, hasta que el último nieto apropiado recupere su verdadera identidad. Porque no hay amor en la mentira; no hay reconciliación sin arrepentimiento; no hay perdón sin justicia.
Por eso, volvemos a llamar a todos los feligreses a romper el silencio, a no ser cómplices de la apropiación y a acercar información que nos permita encontrar a nuestros nietos y nietas robados hace ya 40 años.