» La Peña de los Copla redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Otra vez ese andar de la semana con una sonrisa donde suele ir la sonrisa. Otra vez un viernes como tobogán, con más o menos curvas, hacia el Comedor Universitario, llegando tranquilo después de haber resuelto alguna contingencia que se haya presentado, de alguna previa en casa, incluso de algún otro recital, más temprano.

Tendrás recuerdos de haber llegado antes del comienzo, de haberte encontrado con el Comedor casi vacío, apenas encendidas las luces del escenario. Habrás ocupado algunas de las pocas mesas que luego quedarán sitiadas por la danza.

Después de tantos años, tendrás también recuerdos de haber llegado tarde, con el dúo en pleno fragor del canto. Habrás guardado esa imagen, a manera de fotografía vertical enmarcada por la puerta del Comedor, con los músicos allá al fondo, flotando en la marea de brazos.

Habrás querido llegar, muchas veces, bien adelante, atravesando las franjas de público que ya te sabés de memoria: los que conversan y fuman cerca de la puerta, la primera oleada de bailarines, la segunda a la altura del buffet, la tercera entre las mesitas con alguna pareja de viejos divinos, sentados, escuchando y cantando, sin llegar a ver el escenario, y finalmente la muchachada de adelante, menos bailarina, más seguidora de las canciones, haciendo alguna seña a los cantores, que dirán algo así como «acá estamos todos de nuevo. ¡Cuántas caras que vemos de hace tantos años!»

Pero no te querrás perder el antes de los Copla. Habrá, claro, dos presencias emblemáticas de la fiesta, una a cada lado del escenario. El Negro Valdivia a la derecha, o a la izquieda de la mirada del público, presentando cada música como sólo él, y bailando después, con Belén, en el rincón de las tablas que ambos elijan. Y también, entre cada presentación, Miguel Rivaynera, soltando zambas y chacareras de su guitarra, a la izquierda, o a la derecha de la mirada del público, que lo acompañará entonando estrofas y estribillos.

Este viernes, en su programa habitual de formaciones compañeras de caminos, la Peña presenta al trío Presenta Trío, dicho así sólo por ganas de redoblar las ganas de molestar de esta gente con el nombre que eligió para su proyecto. ¿Será posible eso de molestar bien? Será posible. ¡Qué bien molesta el Presenta Trío! Ahí estarán Masi Bressanini, Bachi Freiría y Marco Martina, desparramando letras propias y clásicos del cancionero popular con retorcimientos musicales únicos, inconfundibles. Por estos tiempos andan grabando su cuarto disco, con invitados queridos, entre ellos, Coplanacu.

También estarán los Proyección Salamanca, que habrás escuchado y visto en decenas de ocasiones, o tal vez nunca y podrás disfrutarlos por primera vez, a 25 años de su formación en Jujuy y de su radicación en Córdoba.

Y también los santiagueños Revolucionar, que suenan como para ensanchar las paredes del Comedor, y también Cosa de Duendes, desde Río Cuarto, con sus 18 de andar encuentros y festivales, con sus tres discos editados un cuarto trabajo en gestación, locos de contentos por ser parte del rito.

Te quedarás hasta el final, como siempre. Tendrás hambre y te comerás un choripán de esos que a la madrugada llaman con el aroma, que más que aroma será un perfume de amores irresistible. ¿Habrá comida vegana? Será cuestión de averiguar.

Y te volverás a tu casa, en soledad y feliz, o en compañía de alguien y más feliz aún, o acompañando a quién sabe quién, por estas horas de tobogán en pleno fluir de curvas, hacia un nuevo juntadero de recuerdos, el último del año que Roberto y Julio ofrecerán, en esa, su casa grande.