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La Isla Común presenta «Canciones de Checo»

1-04-2017 / Agenda, Reseñas
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El trío integrado por Fran Kreiman, Agustín Vivián y Rodrigo Banegas compartirá las canciones de su segundo disco este sábado 1 de abril en Casa Babylon. La cita incluye a Gonza Sánchez y a Telescopios como invitados de lujo. Aquí un recorrido.


La Isla Común presenta «Canciones de Checo»

Por | redaccion351@gmail.com

Carta imposible a Checo

Estimado: un placer desconocer su contextura y poder jugar a divisarle el jopo desde la música que nos ha ofrendado. Desde un atrevimiento que sabrá disculpar por simple desinterés, le arrimo un par de anotaciones que surgieron de la escucha de su disco.

Sobra entender que toda pretensión de respuesta no hará otra cosa que sumar gestos desabrigados a una procesión de rumbo incierto. En todo caso, Usted más que nadie sabe que en cualquier espera, la Luz, la Gloria o la Stela Maris no será de quienes se cansen rápido.

Déjeme agradecerle por la genialidad de las combinaciones líricas y sonoras que aparecen y por los amigos que supo convocar para desdoblar su voz y sus instrumentos.

Cómo podrá advertir, en tiempos famélicos de buenas trampas, su ausencia omnipresente es un palito irresistible. Podrá también intuir el rojo pálido de la desvergüenza. Cuando la última catita del eucalyptus mayor del Parque Las Heras cierre por fin el pico, nuestros charcos de aceite verán caer la última gota.

Aquí le traigo y le dejo.

Se callan todos

Paso de largo el verso inicial, ese llamador manifiesto. Más adelante: “Cada capricho que tengas yo te lo voy a comprar. Si eso te hace crecer tonta acá va a estar tu mamá”. ¿Es un momento para callarse? ¿La mejor postura puede ser el silencio? ¿Y si salimos a romper todo? Mientras el doblez del verso sube negro desde el sur y ya se agitan las ramas, la calma dice que todo pasa.

El mundo que hay

¡Esos coros! “Todos pensamos que hiciste muy bien en no estar más en el mundo que hay”. ¿Es una canción intolerante a la intolerancia? ¿Una invitación al suicidio colectivo? ¿Un himno a la catarsis? ¿Por qué existe el ser y no más bien la nada? ¡Checo barrilete cósmico! ¿De qué playas y tablas de surf viniste?

Uno de dos

El orden de las canciones nunca parece azaroso. La música es hija de la tormenta, si me disculpa. Una secuencia inevitable de lo que acaba de pasar en la canción anterior. “Uno de dos va a caer”. “Cuando estás, ya no sé quién cayó”. Sigue oscureciendo. ¡Si alguien no prende la luz nos chocamos todos los muebles! Se podría conectar con quien se puso el revólver en el paladar de lo que acaba de sonar. ¿Quién finalmente debe caer? Hay un contraste jodido y luminoso entre la distorsión de los instrumentos y la serenidad de la voz. En cualquier caso, gracias por ese empujón a subir el volumen a los 2 minutos 20 segundos. Una de dos: ahorrar en hisopos o releer las maquinarias de la noche. Abelardo lo saluda.

Netflicks

“De chiquito lo asustaron y él se murió”. La muerte, esa continuidad de parques subiendo las escaleras y confirmando direcciones en los clasificados antes de golpear. “Hartos de estar muertos fueron a lo de San Tranca. Les pasó la fórmula para poder ser vistos. Juntos caminaron sin pisar el pavimento. Llegaron hasta las puertas del maldito imperio. Las inmateriales vidas de un niño muerto y su perro muerto.» Y después “Todos los domingos de tu vida te ayudarán a no pensar”. Nueva entrega de la saga de Robocop. ¿Hasta dónde y hasta cuándo pasan los días en una serie escrita a miles de mundos?

Hay algunas cosas

Música para subirse al Citroen de Coluccini y rumbear hacia un poco más allá de donde San Tranca perdió el poncho. «Algunas cosas no son para combinar». Se estará riendo… “Estás indie”. ¿Qué será ser “indie”? Sombras ya pronto seremos, Checo, usted lo sabe y le brillan los caninos. Ya nos verá llegar con decenas de cuentas pendientes.

Es complicado

¿Se precisan dos caras para todo? Una que mande y otra que obedezca. Maldición, necesitamos un turno. ¿Tendrá algún horario disponible? Llegamos a la mitad del río y viene la creciente. Las instrumentaciones ya nos dejan revisando la hora del concierto. Sí, es más temprano.

Lo importante es lo de menos

Dumont en «El viento se llevó lo qué». El pensador de un pueblo donde no han llegado las grandes ideas. Einstein, Freud y Marx en primera persona condensada. “Todo es relativo”, “Todo es sexo”, “Todos somos iguales”. Faltó «Lo importante es lo de menos». ¿Qué queda si invertimos la frase? ¿“Lo no importante es lo de más”? ¿“Lo irrelevante es todo”? Algo así como “Nada importa demasiado, aflojemos”. Pero acaso Usted no quiere decir sólo eso. Algo lo moviliza. Ahí están sus cómplices sonando.

San Tranca

No hay iglesia ni bibliotecas. Hay causas lentas. Una pregunta a la altura del órgano que suena cuando la letra pasa por el bautizo y después explota con eso de que no hay mandamientos: ¿Pensó en desparramar estampitas? ¿Habrá un nombre y apellido que le ponga un poco de carne al santo? ¿Quién sabe bajar tres cambios con sólo levantar una ceja?

Amor

“Un delirio impuesto nacer en un mundo donde hay cosas que están bien y otras que están mal”. No se haga, Checo. Mientras su poesía distante mide los pliegues del cielo que no es cielo y del sótano de fuego con escuadras circulares, por acá no sabemos lo que queremos, pero lo queremos ya. “Quiero que”, “Ya no sé”, «Amor» es otra síntesis del caos sublimado en tantos decires. Un pelado escucha de reojo. Un ojo blindado parpadea detrás de la puerta. Silencio… Toc Toc. ¡No hay nadie!

Dataman

Delicias de un superhéroe toda esa data en menos de tres minutos. ¡Hasta se mete con las mujeres amadas el coso este! ¿A quiénes juzga de mediocres? ¡Devuelva la capa Señor! ¿Habrá escuchado «Pore waso”? ¿Qué hay que hacer para dejar de opinar? ¿Cerrar Facebook? ¿Apagar el mundo? La letra no dice todo lo que querría. Quedaron versos picando y hay una montonera feroz abarrotando el área chica.

La carcajada

Qué cosa el bigote y la métrica. Algo se activa cuando la última sílaba de la última palabra de un verso muda al inicio del verso que sigue. Casi una plaza que se abre para ir a jugar y volver tarde, sucio, medio roto y feliz. “Llamó la luz…» Con mayúscula o mínuscula, es una belleza. ¿Puedo preguntar de qué se ríe? Ah, sí. Yo tampoco, pero Usted también.

Mi nariz

Un piano como prisma al cierre del primer disco. “La del sabio” fue su mejor refugio en la espera de un nuevo semblante. “Quiero que cuentes todas las historias…” Importa la mentira, la verdad y el universo de versiones en tensión, esas peleítas que nos explican como migas de criollitos enredadas al bigote del Federico. Usted sabe que la Luz existe por la música, por la nada y por Usted mismo.

 

Una última cosa, benemérito. Usted no tiene cara. Yo no tengo miedo. Desde el centro brumoso de la Isla que han delineado sus canciones, lo intimo o le imploro, siempre de rodillas ante la grandeza de su nombre: nos veamo’ y nos besemo’.

 

Agendá:

La Isla Común presenta «Canciones de Checo».

Invitados: Gonza Sánchez – Telescopios. 

Sábado 1 de abril – 20 horas.

Casa Babylon – Las Heras 48.

Entrada: $140 en Edén – $120 en Al PogoLado B