» Fernando Cabrera vuelve a Córdoba redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Tiene más de treinta años de andar buscando y encontrando melodías para presentarles versos que las convierten en canciones. Y allí van, parte del aire, por simple belleza.

Tiene canciones que, dejando de lado sus letras como quien tira manteca al techo, encierran melodías que no dejan de abrir ventanas para todos los soles del día.

Tiene letras para ser leídas en un libro de poesía como tantos otros poetas que han tenido el gusto de nacer y crecer en su país.

Tiene un estilo de interpretación de sus canciones que necesita un segundo, un segundo y medio, dos a lo sumo, de reposo en las vueltitas de las orejas de quienes las escuchan para germinar expresiones resumidas en «Cabrera… Qué grande…»

Tiene premios por su obra que le deben interesar bastante menos que un aplauso y agradecimiento de quienes se sientan a escucharlo en cualquier Teatro.

Tiene venas que llevan rock al corazón, para oxigenarlo, peinarlo y sacarlo a pasear por arterias que desembocan en el Río de la Plata. Después, les perdemos el rastro, por encontrar su música en todos lados.

Tiene obras que prendieron en miles de nosotros cuando alguna vez le escuchamos un par de discos, que fueron trayendo más y más. Tal vez desde «Autoblues», o desde «Viveza», o desde ese encuentro inolvidable con Mateo.

Tiene versiones bellísimas de una canción que no lo dimensiona, que sólo lo hizo un poco más conocido en Argentina, a partir de Liliana Herrero, o de Blaglietto; o de Lucas Heredia. Pero también de La Triple Nelson, banda oriental que ojalá algún día venga a tocar a Córdoba. Ojalá algún día, alguien que trabaja de productor de espectáculos traiga a La Triple Nelson.

Tiene amistades que no queremos que las pierda por nada del mundo. Entre las últimas, Guillermo Di Pietro, un pianista cordobés que sacó un disco que se llama «Adstratos» y del cual ya escribiremos, porque aún lo estamos disfrutando.

Tiene pinta para desmentir su edad y dos o tres pares de zapatos que salen a caminar solos para juntar historias. ¿Y esos mocasines que vuelven por Llupes hacia Córdoba? Déjenlos ir. Son de Cabrera.

Tiene respuestas a las preguntas de quienes lo han entrevistado como para quedarse a leerlo o a escucharlo un rato largo.

Tiene un andar que le conocimos en su primera visita a Córdoba, allá por julio de 2012, cuando entró al escenario de la Sala de las Américas, y cuando saludando con una humildad despareja a su enormidad de autor, se fue yendo por el costadito, apenas tirando besos.

Una de tantas

Tiene un disco nuevo que se llama «Viva la Patria», que tiene quince canciones para descubrir. Versos como «…Los puertos, nuevos amores… Poner distancia, la distración, consejos como favores, puedo entenderlos tienen razón; resuenan en mi cabeza los versos de esta canción, los canto porque quisiera que a otro le sirvan, ya que a mí no… Resuenan en mi cabeza, los versos de esta canción… La vida recién empieza, no está de acuerdo mi corazón.»

Tiene una fecha en Córdoba que lo sube, este viernes, al mismo escenario que un día antes, es decir esta noche, colmarán los Falta y Resto, y uno quisiera que esta gente se quede a vivir por acá pero claro, Montevideo, qué facil, así cualquiera vuelve contento al pago.

Tiene con qué volver a visitarnos después de mañana, todas las veces que quiera. Pero antes, mañana.