Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Algunos gestos:
Cuando atiende el teléfono: «¡Pero qué dice Usted! ¡Qué gusto escucharlo!»
Cuando responde a la pregunta sobre cómo anda: «¡Mire, me gustaría andar mejor, pero como sé que podría estar peor, voy a decir que estoy bien.»
Cuando responde a la misma pregunta haciendo gracia de su silla: «Acá estoy… Rodando…»
Cuando abre la puerta de su casa para recibir una visita: «¡Estimado!» «¡Pero qué gusto!»
Cuando se sienta en la cocina: «Pero no se hubiera molestado por favor… Yo también tengo. Fíjese que hay unos alfajorcitos en la heladera y hay gaseosa, abra una, ¿o quiere tomar unos mates?»
Cuando escucha «voy a probar un alfajorcito Elvira»: «Tenga la bondad».
Cuando responde por cómo estuvo de visitas la semana: «Mire, Usted es la persona número 39 en lo que va de la semana.»
Cuando atiende el teléfono, que no para de sonar: «¡Pero cómo le va! ¡Qué alegría! Mire en este momento estoy ocupada con una entrevista, yo lo llamo apenas me desocupe, ¿le parece? Pero cómo no… Bendiciones…»
Cuando toma el primer mate cebado por el visitante: «¡Exquisito! ¡Hecho de buena mano!»
Cuando recibe un halago por sus presentaciones, por ejemplo el Himno Nacional con Jairo en Jesús María: «¡Pero muchas gracias! ¿Salió lindo no?»
Cuando se le pregunta a fin de año por los proyectos para el año siguiente: «Estudiar. Tengo muchas obras que me mandan así que tengo mucho para estudiar…»
Cuando la amistad de Natalia Fernández regala encuentros con Evira Ceballos: Gracias para siempre.
Toda una vida relatada en tardes inolvidables, tomando mates o gaseosa, comiendo alfajorcitos, galletitas maná rellenas o facturas. Conversando en la cocina de su casa. Hablando de todo. Riendo de todo. Emocionándose con todo.
Por estos días, desgrabando todo para celebrar a una mujer y artista sin par.
A lo largo de dos años, después de la presentación de «Mi vida toda» en el Teatro San Martín, Elvira Ceballos ha compartido escenario con innumerables artistas agradecidos por tanto.
Este sábado, junto al Ballet de las Sierras dirigido por el gran Raúl Godoy, Elvira Ceballos vuelve al centro de la escena para recorrer obras de todos los tiempos en homenaje a la danza. La acompañarán Carlos García en guitarra y Daniel Barrionuevo en bombo. El concierto marca el inicio de una serie de presentaciones en distintas ciudades de la provincia.
Cuando Mozart, Salgán, Chopin, Alfredo Ávalos, Ravel, Yupanqui, Ariel Ramírez, Shumman, Beethoven y el Chango Rodríguez suenan en el piano de Elvira Ceballos: Gracias para siempre.
Agendá:
Elvira Ceballos presenta «Viva la música, bella danza».
Sábado 11 de abril – 21 horas.
Teatro Real – San Jerónimo 66.
Entradas anticipadas: $100 en la boletería del Teatro y en Autoentrada.
