Imperdible

Lucas Heredia y Juan Iñaki en concierto

16-07-2015 / Agenda, Reseñas
Etiquetas: ,

Este sábado 18 de julio a las 22 horas en El Vecindario, una nueva edición del ciclo «Hacia el país de la canción» tendrá a dos cantautores locales exquisitos. Una aproximación al encuentro desde fragmentos de entrevistas.


Lucas Heredia y Juan Iñaki en concierto

Por | redaccion351@gmail.com

De vez en cuando, el tiempo no está después, ni antes. Simplemente no está, como si el transcurso consabido se perdiera en alguna desobediencia inexplicable, más inexplicable aún que el movimiento de las agujas.

¿Viste pasar el lunes? ¿Anduvo el martes por acá? Decime que se fue el miércoles… ¿Y el jueves? ¿Cómo que ya es viernes?

Hay días que rompen varias veces la barrera del sonido. Horas como rayos. Segundos como versos del tango donde todo todo es tan fugaz…

Semanas donde a contramano de «La Añera», tira el alma adelante y el reloj, caballo desbocado, tira para atrás de tanta aceleración.

Contra el apuro estéril, un paseo en reversa, como el caballero inglés a quien dedicaron sus delirios los Autonautas de la Cosmopista.

Este sábado 18 de julio, además del día de la avenida más linda de Montevideo, será el día, más bien la noche, del encuentro de dos autores e intérpretes. Mejor: cantores. De los más exquisitos que tiene Córdoba. Uno es Lucas Heredia. El otro es Juan Iñaki

Importan mucho sus nombres, pero más aún la circunstancia de que el tiempo los haya llamado a vivir más o menos cerca, para que sus canciones vayan juntas a la escuela, se crucen en los recreos y se hagan amigas, y unas inviten a jugar a su casa a las otras, y sus papás se conozcan en algún evento, se hagan amigos y hagan aparecer una guitarra y un bombo en la sobremesa de alguna noche, y se pongan a cantar, y se digan cosas como:

-Che, ¡tenemos que hacer algo juntos!

-Hay un ciclo que anda dando vueltas. ¡Se canta de a dos!

-¡Listo! ¡Pa’delante como elefante!

Desde el día en que surgió la idea hasta la fecha definida para concretarla, el devenir, esa manada de colmillos a vencer con un poco de trampa, escondiéndose en un pliegue del laberinto para que pase de largo y volviendo sobre las propias huellas, para retomar palabras como miguitas de pan… Hacia lo que viene.

A falta de tiempo para proponer nuevas charlas, un paseo por algunas pasadas, guardadas como tesoros.

De Juan, en 2012, durante la gestación de «Orgánico», hablando de influencias:

En mi casa se escuchaba jazz y Música Popular de Brasil. Cuando estaba en la panza de mi mamá, sonaba Vivaldi y Beethoven.

De Lucas, en marzo de 2010, pleno embarazo de «Adentro hay un jardín», su primer gran disco, hablando de las canciones:

«Hay una información que se comparte todo el tiempo en todos lados. Creo que hay un momento en que la información viaja a una velocidad y uno sintoniza esa velocidad para poder percibirla. Asocia los materiales que después generan la sustancia de lo que crea. Más que crear, es transformar algo que ya existe y agregarle el color de uno. Siento que lo que estoy tocando tiene que ver con cosas que he escuchado y que no son mías, están ahí, dando vueltas y uno las agarra en el momento en que sintoniza con eso. «

Lucas Heredia – Tonada de un viejo amor

 

De Juan, cerca «De Siesta y Monte», sobre una zamba que Lucas también canta y que ambos sacarán del tiempo cuando juntos la interpreten:

Siempre le guardé un respeto casi paralizante a la Zamba del Laurel, en parte por la complejidad melódica y en otra parte (la más pesada) porque tengo la sensación de que esa zamba es pura luz, pura transparencia. No sentía que yo pudiera reflejar con mi canto esa transparencia. Aún hoy no lo siento, pero mientras la cantaba, la zamba me hablaba de tantas cosas… Me hablaba de la lucidez de mis viejos, de mi infancia feliz y de la no tan feliz, de la magnificencia de la música de mi país… Sin querer, encontré ahí un nuevo modo de vincularme con ella.

De Lucas, finalmente, sobre la música como construcción:

Hay canciones que han surgido en una clase y que las he terminado en dos horas y canciones que surgieron y después de un año y medio se terminan. Si bien hay una técnica para componer, las canciones terminan cuando uno sintetiza y ordena las imágenes que le parecen importantes. Tiene que ver el lugar por el que está pasando la vida en ese momento. Hay una síntesis muy vital y cotidiana a la vez en que uno decide mostrar lo que es.

La parte noble del tiempo hizo nacer bellezas de cada artista entre tantas músicas cercanas. Después de su primer trabajo, Lucas siguió regalando hermosas canciones en «Luz de Cerca», en «Puentes Invisibles» (con Julián Venegas); en series de videos como «Versiones al paso»; en ciclos de presentaciones como «Canciones de cerca» junto a Gastón Testa, o «Si quiero me toco el alma» junto al poeta Gustavo Bustillo; en conciertos junto a su banda y en recitales agrupados bajo el título «Hacia el país de la canción», donde compartió escenario con músicos hermanos, como el citado Julián Venegas, con Seba Ibarra, y ahora con Juan.

Después de presentar su último disco en abril, en la Sala de las AméricasIñaki anduvo de gira por Europa, juntando países, aplausos y amistades nuevas. Sembrando.

A su regreso, ya se ha presentado en numerosos escenarios, incluso en una misma noche, como sucedió el 9 de julio pasado, donde su voz brilló en el Concierto Patrio del Teatro San Martín y en el homenaje a Mercedes Sosa, en el Teatro Real.

Juan Iñaki – Pachamama

 

Después de disfrutarlos en tantas presentaciones, una noche para escucharlos juntos, como alguna vez sucedió, no hace mucho, en el recordado espacio La Fábrica. 

Este sábado, entre los versos de alguna zamba, lo relojes de Güemes sabrán frenar un poquito.

Agendá

Lucas Heredia y Juan Iñaki en concierto.

Sábado 18 de julio – 22 horas.

El Vecindario – Marcelo T. de Alvear 835.

Entrada: $80. Anticipadas en disquería Scherzo – 9 de julio 40 – local 15.