» Hipnótica y Telescopios en Concierto redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

El Abasto es un rosario de templos para la música independiente de Córdoba. En uno de los más queridos, el de Las Heras 48, este sábado tocan un par de chicos que se llaman Hernán Ortiz y Nahuel Barbero y después otro cuarteto de chicos que se llaman Rodrigo Molina, Nicolás Moroni, Cucho Ortiz y Bernardo Ferrón.

Es decir: ¡Hipnótica y Telescopios! Es decir: un flash. Es decir: un viaje. Es decir: «al cien wacho.» Es decir: «¡una bomba!»

Te juntás en una sala de ensayo-nave de fibra hecha en Deán Funes al 600, pegada a Luz y Fuerza, y de a poco vas sintiendo que ahí mismo, al final de ese pasillo de pendiente leve como acceso al paraíso, te espera la luz y la fuerza te acompaña.

Un viaje. Un flash. A full. A pleno. Al cien. Todo el tiempo así en un encuentro con Hernán y Rodrigo previo a la presentación del sábado 17 de septiembre, para hablar de la actualidad de las bandas, del público, de las formas de crear, de escuchar, de pensar las búsquedas y de lo que viene.

Las canciones, sus versiones y el público.

Hernán: Nosotros ahora estamos frenando un poco la ansiedad. Por ahí nos aburrimos de las músicas. Sucede que componemos un disco y hasta que la canción sale y empieza a rodar pasan años. A los dos meses de presentarlo, para la gente todavía es nuevo y vos estás frito. Esta etapa medio electrónica que tuvimos hace poco nos encontró un poco impulsivos. La verdad es que nos divertimos pero por ahí hay cuestiones técnicas que si bien conceptualmente estaban definidas y trabajadas, son difíciles de lograr o por ahí se descuida algo. Por ahí estás en tu flash y el que lo va a ver no sé si recibe lo que vos querés. Entonces decidimos contener esos impulsos y pensar que el proyecto somos nosotros dos tocando la viola y cantando. Después podés armar un contexto decente, cuidando el show, porque nos importa que el que nos va a ver se lleve algo que tenga un nivel profesional.

Rodrigo: Comparto la cuestión del vivo como una influencia importante para cómo componés. Puede pasar que armás un tema y al presentarlo te das cuenta de que el tema no sonó. Nos pasó con el primer disco (“Verbo”) que no lográbamos sentirnos satisfechos con el sonido de las canciones en vivo. Y me parece que es el costado más esencial de una banda. Eso hizo que de repente Nico, que venía tocando una guitarra acústica, empezara a usar una eléctrica y después el teclado. Las pistas desaparecieron. Empezamos a adaptar esos temas a los cambios que fuimos haciendo. Y eso siempre de la mano de la música que estás escuchando y del momento musical que estás atravesando.

Hernán: Para cualquier banda es muy importante tener un vivo que suene impactante, porque siento que trasciende esto de la versión. Si tenés algo poderoso que transmite realmente lo que querías transmitir y suena y se ve con la puesta que armaste, la gente se va a conectar. Capaz que después dice “me gusta más el original”, pero le va a llegar lo que proponés. Pensando en esto electrónico que estábamos haciendo, por ahí había cuestiones técnicas que te lo impedían, pero tu vivo tiene que ser memorable.

Rodrigo: Es difícil a veces ubicarte en lo que puede pasarle a la gente. Es una rosca que está buena, siempre la tenés presente. El show es re importante. Hoy la música se consume de otra manera. La experiencia cambió pero el show en vivo sigue estando ahí. Entonces una presentación tiene que ser única. Que te quedes con ganas de volver a ver la banda. En ese sentido sí influye quienes te están viendo. “Verbo” fue un disco craneado más desde la compu, desde la cabeza. Sonaba hermoso pero por ahí no lográbamos hacerlo sonar en vivo. “El Templo…” tiene mucho de ensayo, otras formas de entenderlo.

Hernán: Tu show tiene que ser una experiencia.

Hipnótica – «Aprendiste mal» – Concierto «Reversiones» en Lenguas.

Algunos recuerdos de Babylon Babylon. Hipnótica con The Tristes y Juan Terrenal – Telescopios con La Isla Común.

Hernán: De Babylon tengo recuerdos muy grossos, de los más altos de mi vida. Ese show con The Tristes y Juan Terrenal fue tremendo por las bandas con las que compartimos la noche.

Rodrigo: En la presentación con La Isla Común, que fue antes de «El Templo», los temas de «Verbo» ya sonaban distinto. Aparecieron varios pedales. “Primero de enero” o “La gran quimera” ya sonaban diferentes a la versión original. Adaptados a sonar como iba a sonar después “El Templo”.

Un recuerdo de Tierra Mojada.

Rodrigo: Estábamos como en otro punto del planeta. El Nico, el Ber y yo venimos de escuchar rock desde chicos. No nos formamos escuchando folklore. En un momento de la facultad estábamos a full con la guitarra criolla, pasando por el jazz, por la bossa… Sobre todo desde las guitarras. Escuchábamos a Juan Quintero, a Juan Falú, Los temas tenían veinte mil acordes. Fue una experiencia. Después se agrandó a banda, aparecieron teclados, la voz ya tenía delay, de repente había un tema que no tenía nada que ver… Había un tema que estaba lejísimo de poder llamarse Tierra Mojada, que creo que fue “La gran quimera”. Y acá estamos.

Telescopios – «Ninja

Sobre las formas de crear canciones.

Hernán: No es tan conciente. De repente estás tocando la viola, te gustó una secuencia de acordes, hacés un pedazo de canción que después termina siendo una parte de una estrofa o de un estribillo. Te puede pasar de escribir todo un tema de pecho, se sentarte y hacerlo, por ejemplo “Canción para despedirte”, que fue en una noche, buscando a partir de algo que salió de repente.

Rodrigo: No hay una ficha. Sí creo que hay distintos estadíos en ese proceso. De la viola salieron dos acordes, tiraste una melodía, te gustó, la atrapaste, te quedó una estrofa. Lo que viene después de eso es menos cósmico, porque te ponés a laburar. Ahí viene otra estrofa y capaz que tiene otra métrica y entonces empezás a buscar en base a eso.

Hernán: Nunca me pasó de que surjan primero las letras. Me parece más raro y más difícil. El principio siempre es un balbuceo, una línea melódica que te atrae y después vas descifrando la letra. Pero siempre estás en contacto con la música. También hay otra forma para componer que es laburar en la compu. Te ponés a armar una base, a emular algo y de repente ya estás en otra historia. Ya te fuiste, desde la producción.

Rodrigo: Es eso. La producción es la parte más consiente, más estructurada, para darle forma a eso que por ahí era un retazo de una canción. Ahí empezás a pensar en los instrumentos, en programas la bata para ver cómo queda.

Los viajes. Los caminos. Las búsquedas. Las escenas. Los medios.

Hernán: Hay muchas excepciones a un estado de déficit de bandas que por ahí hay en lugares que antes expoltaban. Es complejo. En un punto. Hay muchas cosas para decir. Son como «Squats», como grupetes de bandas que están haciendo las cosas bien. No tienen el apoyo de los sellos. Por otro lado, la radio para mí ya no es parámetro. La radio por ahí tiene que ver con muchos proyectos que no tienen nada que ver con nosotros. Capaz que ya no es relevante para el púbico que sinceramente consumiría nuestra música. No sé si las canciones prenderían en un público eventual como el de la radio. Ayer teníamos una charla justamente con Juan Ingaramo sobre esto. Y decíamos: “¿Qué tema tuyo pondrías a las 11 de la mañana en esos programas que escuchan millones de personas?” Me parece que somos de otro palo. En un momento, la radio fue el medio que te llenaba el lugar. Me parece que los grupos necesitamos estar en otros lugares antes que en la radio. La época es re distinta. Hay muchas plataformas. Está todo más disperso.

Rodrigo: Y al mismo tiempo aparecen reproducciones en un lado, comentarios en otro, un blog en otro. De repente recibís una reseña de tu disco de lugares que ni te imaginabas.

Hernán: Es maravilloso. Internet planteó que la gente decide lo que quiere consumir, cuándo, cómo y en qué formato. Ahí la tele y la radio ya no son tan determinantes.

Rodrigo: Es parte de una evolución. Nosotros estamos justo en el medio de todo ese proceso.

Hernán: La tele está todavía en un montón de lugares, cumpliendo un lugar en la vida de la gente. Por ahí no consumís una música pero tus compañeros de trabajo, o de cole o de lo que sea lo ven y te llega. No estamos para ese bussines.

Rodrigo: Lo que no se puede responder en este debate es si nuestro plan o nuestra búsqueda es o no la masividad, por el tiempo que nos toca atravesar. No sé si el camino que nosotros podríamos elegir es que nos vea un sello importantísimo que ponga toda la guita y empecemos a salir en todos lados. No sé si estamos en ese momento. Apuntamos a audiencias más pequeñas, a circuitos que pasan más desapercibidos que lo que pasa en la radio y en la tele, pero me parece que el camino va por ese lado, por los circuitos, las redes, los festivales los ciclos y demás.

Hernán: Y ese camino es el real. Vas fidelizando la gente permanentemente. Lo otro es una sobreexposición que te puede prender fuego o te puede ir bárbaro, pero es un precio bastante caro también. Aparte hoy ya no existe ese tipo de apuestas de parte de la industria, excepto los productos que de arranque venden no sé cuántos discos o de ventas digitales o lo que sea.

Sobre las producciones audiovisuales.

Hernán: Publicamos hace poco un video que fue parte de una producción. Los chicos hicieron un video ellos mismos que quedó alevoso. Tener una versión de tu música, con buena calidad de imagen y audio e fundamental.

Telescopios – «Decirlo así»

Rodrigo: Hay un próximo video que va a salir en un par de meses, de un tema de “El Templo”. Capaz que es una exigencia de la época ¿no? Pareciera que tenés que producir todo el tiempo.

Hernán: Internet permite eso del bombardeo diabólico. Pero si hacés un laburo profundo a nivel artístico trascendés esa vorágine. Lo digo por discos que admiro y que han quedado firmes en ese torbellino. Es cierto eso de la necesidad de estar generando contenidos todo el tiempo. Nos aburrimos muy fácilmente.

Hipnótica – «Sol»

Sobre lo que viene.

Rodrigo: Estamos muy metidos en los vivos. Por ahí hacemos un chiste que nos juntamos a hacer música y lo que menos terminamos haciendo es música. Porque estamos también pensando en un todo que incluye visuales, las luces y demás cuestiones que nos demandan muchas energías. Pero también nos ponemos a revisar muchas maquetas.. ¡Mucho Control Z! Mucho borrar. Y sí hay como una pincelada de lo que puede llegar a pasar. Sí hay algunas canciones van a ser parte de algo seguramente.

Hernán: Nosotros estamos pensando en el disco nuevo. Un LP. Totalmente orgánico. Hay unos nueve temas laburados. Tenemos ganas de que sean once. La idea es sacar un single en noviembre o por ahí cerca, terminar de grabar y mezclar en el verano y sacar el disco en marzo.

Sobre la fecha en Babylon.

Hernán: Hace mucho que la venimos programando. «Che estaría bueno…» El primer acercamiento fue juntarnos a morfar (risas). Y todo el desarrollo que implica, varias birras, vinos… Es un momento hermoso de los Teles y nosotros que volvemos a tocar con la banda, pensamos que se podía armar una buena noche.

Rodrigo: ¡Y se armó una bomba! Va a haber mucho para ver y escuchar.