Martín Gaetán

2016

Al 2016 le doy el Título: El año de hacer el aguante, desde el punto de vista de los hacedores de teatro. Sostener la actividad fue una quijotada. En épocas de crisis sabemos que la cultura sufre recortes. El público se fue de las salas, se quedó en su casa viendo tele, pero los teatreros seguimos ensayando, es la forma de resistir, hacer y sentir los mismos nervios previos a dar sala.

El teatro continúa, se reinventa, se desafía a sí mismo porque no va a desaparecer. Porque es el espejo del hombre. Es un tiempo de posturas extremas, ideologías enfrentadas y radicales, donde la virtualidad nos muestra pensamientos y acciones medievales en pleno siglo XXI.

2016 Un año de resistencias. Extraño. En lo personal fue un año de mucha producción, muy ecléctico. Estrené junto a Ficciones Rosas (mi grupo desde hace años) “Roída. El suicidio de la Casona Paraíso”; “Necrofilia Fina” junto a Eugenia Hadandoniou, Guillermo Vanadía y Horacio Fierro. Junto a la Comedia Infanto Juvenil estrené “Radiohistorias reales”, una obra muy especial por distintos motivos. Uno es que pude dirigir al elenco al cual pertenezco como actor hace más de 10 años.

Una mirada sobre el teatro de Córdoba: El teatro Cordobés es infinitamente variado y contradictorio. Eso lo hace rico. Hay de todo y para todos, tiene ese toque transgresor en una ciudad conservadora, tiene humor ácido y grandes profesionales, gente que ama lo que hace, que trabaja de otra cosa pero no duerme porque ensaya. Se podría producir mucho mejor… Eso sí. Un hecho me hizo reflexionar: Se presentaron más de 300 postulantes a los cargos de los Cuerpos estables del Teatro Real, instancia que derriba antiguos prejuicios entre el Teatro Oficial e independiente y sea cual fuere el motivo lo cierto es que durante casi dos meses muchísimos actores ensayaban a toda hora en todo lugar, hermanados en un objetivo y generando una mística especial. Una movida. El teatro en Córdoba necesita Una Movida. Algo que nos despabile y tiene que nacer de nosotros, hay que ganarle a la mediocridad y para eso tenemos que salir de la seguridad de nuestros conceptos. Al teatro en Córdoba le sobra talento pero le faltan medios para producir en mejores condiciones y mayor proyección.

Un deseo y expectativas para el 2017: Poder estrenar “Martha Stutz” con mi grupo, (Estamos sudando ideas y experimentando a más no poder para seguir descubriendo mundos otros); que vaya mucha gente; La paz del mundo (chiste). En realidad me gustaría dialogar más con mis colegas y como decía la amada Mariel Bof, menos envidia y más corazón.