Alegría Ahora

92. Algo tierno en medio de la locura

11-07-2024 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
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Nuestras infancias no eligen nacer de una violación. No eligen los abusos ni los golpes. No eligen que les roben su destino: tuvieron la peor suerte, nacer en la extrema desigualdad.


92. Algo tierno en medio de la locura

En el espacio semanal destinado a compartir historias en torno a la Escuela de Amor Político de Bella Vista, una de tantas que se multiplican por estos días, cada vez más crueles. 

92. Algo tierno en medio de la locura

Mónica Lungo, miércoles 26 de abril de 2023.

Conozco a la familia de esta niña desde hace casi diez años, varios antes de que naciera.

Son esas vidas que tienen escrita la violencia extrema y la muerte temprana desde antes de nacer.

Tengo una amiga que cree en la reencarnación y en que elegimos dónde nacer. Yo la amo, es tan buena mina. Pero siempre le dejo en claro que para mí es una falacia lo que dice.

¿Pero saben qué creo que le pasa?

No soporta la verdad. Es demasiado horrible la verdad y es más fácil si me invento una razón espiritual, del plano intangible, de lo mágico que me explique fantásticamente la injusticia social.

Porque aceptar que hay vidas que nacen con destinos de mierda, es fuerte.

Violentamente fuerte.

Nuestras infancias no eligen nacer de una violación. Tampoco pasar hambre, frío o ver cómo se drogan con la misma naturalidad que ven jugar a la pelota.

No eligen los abusos ni los golpes. No eligen que les roben su destino: tuvieron la peor suerte, nacer en la extrema desigualdad.

Recién Miguel me dijo, cuando le mandé la foto completa, luego de compartirle el día de mierda que tuvimos: «Mirá… En la locura, algo tierno.»

Ocho meses nos llevó rescatar esta semilla de toda la violencia junta.

Una lucha colectiva donde movimos todos los contactos en todos los lugares. En el día mas difícil del año -esta crisis es una bomba en los barrios populares- ella volvió para recordarnos eso, que nuestra revolución se llama ternura.

Hoy volvió a jugar como una niña, como olvidando todo lo siniestro que la tocó.

Nunca, nunca vamos a aceptar que lo injusto no se puede cambiar.