
En nuestro espacio semanal de testimonios compartidos, uno publicado hace dos años, para volver a pensarnos, a preguntarnos por qué pensamos como pensamos y a sumarnos en la forma que podamos a proyectos como Alegría Ahora.
112. «Soy de verdad»
Mónica Lungo, miércoles 7 de diciembre de 2022.
¿Cuánto dolor puede soportar una persona?
¿Y cuánto puede soportar un niño?
Hace tres semanas volvió a la escuela, escapando de una banda que juró matarlo a tiros.
Hacía un par de años que no nos veíamos.
«Nunca me voy a olvidar que vos me criaste cuando estaba tirado en la calle…»
No lo crie, le brindé horas de escuela y amor. Pero él registró ese tiempo de una manera especial. Tan especial.
Su mamá presa, su papá asesinado, me esperaba muerto de frío y hambre con 8 años en la puerta de la escuela.
«¿Vos querés ser mi maestra?»
Y sellamos un amor para siempre.
Hoy tiene 20 años y está vivo de milagro.
La primera semana le hicimos el DNI y aprendió a escribir su nombre.
La segunda semana durmió horas y se alimentó en la escuela.
La tercera semana le buscamos un trabajo que le permitiera seguir viniendo, porque como dice a cada rato, «la única casa que tuve con amor fue esta escuela…»
Mientras hacemos grullas, vuelve a contarme todos los horrores. Los sé de memoria. Y sé que esas imágenes me van a acompañar hasta en los sueños.
A veces, me cuesta abrazarlo.
Son tan inmensos sus abismos. Tan profundos sus desgarros.
Ayer lo abracé y lloré en sus brazos.
«No llorés, no me gusta que llorés, te juro por mi papá que nunca te voy a fallar, que no voy a robar y que te vas a sentir orgullosa de mí…»
Mañana empieza a trabajar. Por eso me acompañó toda la mañana a repartir agendas mientras íbamos charlando, horas de escuela bajo el calor de desmonte, para que pueda sostenerse en un laburo.
Fuimos a llevarle agendas a nuestra amiga Bettina Croppi a tribunales.
«Yo acá venía esposado, quebrado de los golpes… Y ahora vengo con mi seño trayendo cajas de agendas libros… Ni soñando… Vas a ver Moni, vas a estar orgullosa de mí. Vos sabes que yo soy de verdad…»
Ya estoy orgullosa de vos.
El amor, a veces, vence los destinos más crueles.
Para poder seguir abrazando, necesitamos vender nuestras agendas.
Convertí tu dinero en horas de escuela y dignidad.