Entrevista

Juan Iñaki presenta «Aquí y Ahora»

15-06-2018 / Agenda, Entrevistas
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Este viernes 15 de junio a las 21 horas en el Teatro Real, el cantante presenta su sexto disco, coproducido por Cecilia Fandiñp y Marian Pellegrino. Recorremos las canciones desde sus palabras como invitación.


Juan Iñaki presenta «Aquí y Ahora»

Por | redaccion351@gmail.com

Un nuevo puñado de músicas. Otra posibilidad de dimensionar el arte de Juan Iñaki, «Aquí y Ahora», desde sus palabras, antes de la esperada presentación en Córdoba.

De la escucha surgió una bandada de preguntas, respondidas una por una. Aquí las canciones y el relato en primera persona de una de nuestras voces más queridas y admiradas, en un momento luminoso de su canto.

Aquí y Ahora

Es un disco totalmente honesto. Nace en un momento muy particular de mi vida. Es un renacimiento literal, poderoso, como bien muestra la tapa del disco. Hay una cuestión con los tiempos verbales. “De Siesta y Monte” es un disco situado en el pasado. No sólo en mi infancia sino en la de mis abuelos. De algún modo mira hacia atrás. Desde el nombre, “Aquí y Ahora” es una intención de pararse en el presente.

Las productoras

Una cosa muy importante del disco es que tiene producción femenina: la presencia de Ceci Fandiño y Marian Pellegrino que adoro. Las dos son unas bestias, cada una con su acervo. Marian con el rock y lo que conocemos de ella. Poca gente sabe que nació a la música desde el folclore. Siempre cuenta que se crió escuchando al Dúo Salteño y conjuntos tradicionales. Por otro lado la flaca Fandiño, que en esa realidad paralela de humor constante en la que vive tiene un perfil extremadamente bajo, pero es, para mí que tengo la suerte de estar cerca y de compartir con ella, quizás una de las músicas más importantes y talentosas de Córdoba. Juntas forman una dupla creativa que me gustaría conservar en el futuro porque fue altamente placentero trabajar con ellas. Son muy personajes. Nos encerramos dos meses enteros a trabajar en el disco, a arreglarlo. Te diría que la primera cosa que atravesó de punta a punta ese proceso fue la risa. Terminamos los ensayos con dolor de mandíbulas de tanto reírnos. Por otro lado la potencia que ambas traen y han aportado fue increíble. Marian es más intuitiva, Ceci tiene una formación más académica, pero que está al servicio de su intuición, igual de poderosa que la de Marian. Ambas tienen un swing tremendo.

La instrumentación

La instrumentación del disco anterior es mucho más criolla en su sonoridad, con guitarras, acordeones, aerófonos andinos. “Aquí y Ahora” tiene una condición novedosa en mi búsqueda tímbrica y musical: está sostenido desde la guitarra eléctrica de Marian Pellegrino, el acordeón de Ceci Fandiño y mis percusiones. Hay alguna que otra máquina que entra y sale por ahí, pero esa presencia de lo eléctrico es algo que nunca había experimentado. Nunca había trabajado con esa sonoridad. Cuando empecé a pensar en el disco, el repertorio que fue surgiendo me lo imaginaba sostenido sobre guitarras acústicas, con cuerdas de acero. Finalmente quedaron esas cuerdas y también las guitarras eléctricas.

La grabación

Fue durante todo el mes de noviembre de 2017. Se grabó en jornadas completas en el estudio Paraíso. No se hizo un falso vivo. Estuvimos todo el tiempo juntos, eso consolidó mucho el sonido que tiene. Las tomas con Lito Vitale se hicieron su estudio “La casita de mis viejos”. Kepa Junkera grabó en su casa, en un caserío cerca de Bilbao. Lila Downs grabó en su casa en Oaxaca y Carmen París en Madrid.

 

Abismo

Es una de las primeras canciones que escribí para “Orgánico” y que en ese momento no entró en ese disco. Diría que es una de las que más hablan de este presente, incluso más que “Aquí y Ahora”. Habla más de mí, en primera persona. Siento que esa letra que escribí en aquel tiempo tiene hoy más sentido, más contundencia. Habla una nueva voz ahí, incluso desde la misma búsqueda en el canto. Marian me convenció en algunos temas de bajar el registro, cosa que ya venía pensando. Este tema del renacimiento está bien explícito en esta canción. Y todo renacimiento implica el paso de algo que murió para dar comienzo a algo nuevo. Ese abismo es una especie de temor por no saber con qué nos vamos a encontrar del otro lado de esa especie de muerte, de esa caída en picada que se nos presenta y uno se pregunta fundamentalmente dónde está el fondo de ese abismo. Eso está impreso y tiene que ver con esos temores que uno ha enfrentado.

Canción del pinar

Siempre me ha costado hablar del amor. Si revisamos mis discos anteriores, en “Orgánico”, empecé a poner algunas cosas, de un modo muy tímido, muy de afuerita. Cuando se publicó tuve algunos temores porque estaba hablando de mí, casi desnudándome. En esta canción de Fandermole que elegí hay una maduración hacia la ternura. Si te fijás, el disco trae trece postales. Cada postal es un diseño de Noe Gaillardou y viene con una leyenda que de algún modo organiza la información. Si “Abismo” tiene que ver con el renacimiento, la “Canción del pinar” se relaciona con la ternura. Siempre me interesó de esta canción el amor visto como algo que está allá arriba, como intocable y frágil, como algo que se trata con un respeto extremo. Y también ese manifiesto de compañerismo, ese contar con quien nos ayudará a volar.

Pasé mi vida más como intérprete que como cantautor. Estoy muy atento a lo que componen mis amigos, mis compañeros, los compositores nuevos. Tengo un archivo donde voy poniendo canciones con las que siento que en algún momento puedo hacer algo. Por lo general son canciones nuevas, pero tengo otra lista en la que cada tanto me pasa que le encuentro alguna posibilidad a algún clásico o siento que puedo llegar a decir algo sobre una obra que ya tiene muchas versiones. “Canción del pinar” estaba en esa lista, como también estaba “Volver a los 17” que grabé en el final del disco.

La Carbonera

Adoro las chacareras de Adolfo Ábalos. Desde finales de los noventas para acá las chacareras empezaron a convertirse en una especie de engendros tocados a doscientos cincuenta kilómetros por hora, desaforadamente. En Adolfo Ábalos está el swing de la chacarera. Si la escuchan con atención, está un puntito para atrás. Los ruiditos que se escuchan son los pedales de Marian que aparecen como una presencia sutil. Nosotros queríamos que hubiese una maquinita pero así, tal cual, «una maquinita», en diminutivo, no algo demasiado contundente desde la electrónica.

Abrazado al viento

Fue una de las primeras que maqueteamos con Marian cuando nos juntamos. Ella me invitó a un de sus shows que se llamaba “Ecléctico”, a cantar canciones de Stevie Wonder y de Michael Jackson. Ahí fue cuando empezamos a pensar el disco, en una producción conjunta, antes de saber que se iba a grabar “Aquí y Ahora”. Empezamos trabajando sobre versiones y de repente surgió “Abrazado al viento”, que es una canción de Marian. Yo pensé que el tema hablaba de ella. Es más había entendido que la letra decía “Abrazada al viento”. Dice “Abrazado” porque se refiere al sol. Por eso dice “Sol ¿adónde vas? Vas abrazado al viento”. Marian escribe una parte en Ibiza, que habla de la naturaleza. Esa parte de “Fuerte se siente la lluvia cuando vas contracorriente” cuenta Marian que la escribió en un festival de Rock que estaba lleno de motoqueros. Había tomado un poco y se había acabado la cerveza, entonces uno de los gordos que andaba en moto la carga y se la lleva a comprar birra. Cuando volvían se largó a llover con todo. Cuenta que la lluvia le daba en la cara de un modo que le dolía. ¡De ahí viene esa frase!

Aquí y Ahora

Para mí es una gran suerte poder viajar con mi música. En parte lo busqué y en parte se fue dando sin imaginarme que podía pasar. Cuando uno empieza a viajar, comienza a darse cuenta de que no son tantos los artistas que por ahí tienen la suerte de andar con la música.

Hace algunos años, Lila Downs estaba de gira por Argentina. Nosotros estábamos haciendo un espectáculo en La Trastienda, en Buenos Aires, que se llamaba “Música de acá”. Era un proyecto en el que estaban Juan Quintero, Jorge Fandermole, Raúl Carnota, Franco Luciani, el Negro Aguirre y yo. En ese momento el baterista de Lila Downs era el Yayo Serka que a su vez era baterista de Sofía Tosello, una amiga de Córdoba, gran cantante, que vive en Estados Unidos. Esa noche estaban en Buenos Aires. Le dije a Mariana Occhiuzzi, otra amiga en común, que si quería le dijera a los músicos de la banda de Lila que fueran a La Trastienda. Y Mariana me avisa que toda la banda quería ir, incluida Lila. Entonces los dueños de La Trastienda casi que le cedieron su mesa a la banda. Y ahí estuvo Lila. No la pude conocer esa noche, no la pude ver. Después del show nos fuimos con un amigo a la Peña del Colorado y tomamos un poquito. Al otro día, después de la segunda función, se repitió la ida a la Peña con el mismo “paisaje alcohólico”. Me levanté al otro día como a las 3 de la tarde con una resaca importante y me llamaron por teléfono para decirme que Lila me invitaba a cantar al Gran Rex. Bueno, me aprendí “El feo” que era el tema que íbamos a cantar y ahí me enamoré perdidamente de ella, de su música, de ella como artista, de su dimensión humana, de una calidez, un amor extremo todo el tiempo. No puedo transmitir más que con babas lo que Lila es a nivel personal, el hecho de poder compartir un rato con ella. Pasó el tiempo, me tocó ir a Francia y que amigos me dijeran que ella había pasado por ahí, dejando saludos. Después leí algunas entrevistas suyas y hace poco me invitó al Quality. Es ese tipo de amistad donde te hacen saber que están cerca, que te recuerdan con cariño, que hay buenas consideraciones para lo que uno hace, por la música. Me animé entonces y la invité a grabar “Volver a los 17”. Cuando estaba por mandarle los audios se me cruzó por la cabeza mandarle también “Aquí y Ahora” que es una canción de Marian y mía. Le conté a Marian que estaba en Buenos Aires y me dice “¡cómo no se me ocurrió a mí!”. Finalmente Lila me respondió que le había encantado esta canción y que quería grabarla. Y así fue.

Jota cordobesa

¡El acordeón de la Ceci! La flaca es una gran amiga con la que se mezcla la admiración y el afecto, por su espiritualidad ligada a una cosa muy histriónica. Siento que hay como una especie de complicidad donde siento que está esperando que le proponga cosas para encargarse de hacer, como que está a la expectativa de que le tire el centro. Es una hermosura de persona y de música.

La Jota no estaba en la lista. Una vuelta teníamos una presentación compartida con Elvira Ceballos. No me acuerdo si fue el Raly Barrionuevo quien propuso la Jota o cómo fue, pero apareció en el repertorio de ese recital. Por ese tiempo yo había andado por España y me había encontrado con Carmen París que es una artista muy importante en España. Acá se la puede conocer por el disco en homenaje a Joaquín Sabina, donde hizo una versión gloriosa de “Calle Melancolía”. Pero Carmen se hace conocida en España por recopilar jotas y fusionarlas con el jazz, el rock y demás. Nos conocimos en Madrid. Yo le conté que en Argentina, que en Córdoba había jotas. Se quedó muy sorprendida porque estaba pensando en un disco de jotas de todo el mundo. Había descubierto que había jotas en Filipinas, en Haití, en Colombia, en Venezuela. Estaba emprendiendo un trabajo de recopilación de músicas en lugares de Latinoamérica donde había habido colonia española. Entonces me invitó a grabar la Jota Cordobesa en un disco de ella que todavía no ha salido. La empezamos a cantar en un show compartido que hicimos este verano por el interior de Córdoba y así quedó también en mi disco.

Entre tu amor y mi amor

Si bien para el cancionero argentino es una zamba nueva, no lo es para Ramiro González, su autor. No sabía por qué me gustaba. Más la escuchaba, más la cantaba y más me gustaba. Fue lo primero que grabamos. Yo no estaba bien de la garganta y me gustaba cómo quedaba así, no iba a lograr de otro modo ese sonido. Marian un día en el estudio me dice que no estaba segura de que esa zamba tenía que ir en el disco. No estaba convencida con su participación. Le presté atención y ya cuando medio me había hecho la idea de que no iba a quedar, pensé: “es la única zamba del disco…” La volví a escuchar y me gustaba. Y así, siguiendo la intuición, quedó. Resultó ser uno de los temas que más ha gustado, que más reproducciones tiene.

Coplita de corazones abiertos

Está dedicada al Negro Valdivia, a Silvia Barrios y al Bicho Díaz, que considero maestros espirituales míos. Con los tres he aprendido cosas simples que para mí son verdades muy profundas. Con el Negro los encuentros, con Silvia la conexión con las culturas y cosmogonías originarias del Norte, con el Bicho el carnaval en Humahuaca. Soñé una noche que el Negro Valdivia me decía “¡Rápido, necesito que cantes ya un bailecito, porque me han pedido que baile” y no sé qué cosa, pero tenía que ser urgente. No se me ocurrió ningún bailecito en el sueño, pero el Negro me tiró una punta: “La diablada salió a la calle, se incendia el carnaval, coplita de corazones abiertos para festejar” Y me desperté cantando eso. Era lo único que tenía, que había rescatado del sueño. Me levanté bastante inspirado y la coplita salió de un tirón. Es un agradecimiento a los encuentros  de Córdoba, como San Antonio, esos lugares por donde pasamos los músicos de esta generación, aprendiendo de las generaciones anteriores que generosamente nos brindan estos conocimientos.

Aruricu Abuela Adela

Es una nana, una onomatopeya quechua que hace alusión a la ronda infantil. Una canción del Duende Garnica para bailar, para jugar, que a su vez es una referencia a los abuelos, a lo que aprendemos de ellos y vuelve así, como una música de aprendizaje y agradecimiento.

Cuando todo parecía florecer

Nació así, de la desilusión y de los tambores. Ceci logró un arreglo muy puro de candombe que me encantó y así grabé la cuerda. Ahí está la voz de Carmen París, acompañándome. La letra tiene que ver con todo eso que le conté a Silvia Lallana en “Lo que se nos canta”.

Las cosas tienen movimiento

Eso de «no bajar la guardia, siempre a seguir», es como un lema que se relaciona con el nombre del disco. «Aquí y Ahora» es una frase que me repite siempre una amiga ante lo adverso. “Aquí y ahora Juan. No nos adelantemos.” Hay otra frase bastante vapuleada que es: “esto también pasará”. Es lo que muchas veces pienso, al menos para encontrar alivio, porque cada día me angustia más lo que veo, entonces bueno, esto también pasará. Los gobiernos también pasarán y las música quedan como registros conectando las generaciones. Yo escucho la música que escuchaban mis abuelos. Hoy apuesto a la creación porque siento que eso va a quedar.

No pensaba grabar “Las cosas tienen movimiento”. No estaba en el repertorio ni en mis planes, ni siquiera en esas listas de canciones de las que hablaba. Siempre fue una canción que me emocionó mucho. La escuché mucho por Baglietto. Con Lito Vitale no nos conocíamos personalmente. Nos encontramos en su estudio para grabar esta canción. Al principio me juzgué un poco porque cuando entré a grabar, estaba con los auriculares puestos y me dije “¿qué estoy haciendo? Estoy emulando el lugar de Baglietto…” Me empecé a hacer ese tipo de cuestionamientos. Nunca fue mi pretensión, pero pensé que la gente va a creer que es una referencia demasiado cercana. Después pensé simplemente en cantar, en grabar con el piano de Lito. Hicimos dos tomas en vivo, quedó la segunda. Después de escucharla dije “bueno, me creo a mí mismo, me creo y me doy crédito. Está bien, está bueno lo que quedó.» Es uno de los momentos del disco que más me emociona. En los shows en vivo entra poco. La suelo cantar a capella por ahí, porque me parece difícil de reproducir, aun siendo un piano y una voz nada más.

No podrán callar jamás mi voz

Tiene una referencia muy concreta. Estando en Europa, sentí la discriminación que sufren los pueblos andinos. Me enojé mucho con eso. Una vez, así, jetón como soy, me encontré despotricando y en una fracción de segundo pensé en Córdoba y me di cuenta de que hacemos lo mismo, perpetuamos la misma discriminación a los andinos. La canción es un agradecimiento a los vecinos peruanos de Alberdi, a los bolivianos de la Villa El Libertador. Me encanta pasar por el paseo de las Artes en verano y ver a los caporales ensayando y he tenido la suerte de estar en alguna celebración de la Virgen de Urkupiña, de la Candelaria y ver cómo sus colores y sus aromas enriquecen la ciudad. Es entonces un agradecimiento a la cosmogonía andina. Yo no tengo religión pero podría decir que estoy más cerca de inscribirme en esas creencias. Una alegría haber podido grabarla con Los Caligaris.

Volver a los 17

Pude grabarla después de tantas veces que la canté en vivo. Ese recuerdo de una noche en Agua de Oro es uno de tantos que siempre vuelven. No hay mucho más para decir. Está todo ahí, en la voz, en el bichito cordobés, apenas una percusión, y el acordeón de Kepa Junkera en el final, con el recitado.

La presentación

Hay momentos del disco que van a ser respetados y momentos que no. Porque también vamos a hacer canciones de disco anteriores, con la sonoridad de “Aquí y Ahora”. Me van a acompañar Marian en guitarras, Ceci en teclados y acordeón, Milton Arias en bajo, Franco Dall’Amore en guitarras, José «Negro» Gómez en percusión y muchas invitadas e invitados. Se va a sumar Pablo Oliver en las imágenes, en el maping. Las postales de Noe Gaillardú van a cobrar vida. Y no voy a decir mucho más porque me interesa que sea una sorpresa.

Agendá: 

Juan Iñaki presenta «Aquí y Ahora».

Viernes 15 de junio – 21 horas. 

Teatro Real – San Jerónimo 66. 

Entradas en Autoentrada: Platea: $273 – Niveles: $218.