Alegría Ahora

82. La educación no se vende

23-04-2024 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
Etiquetas: ,

En un día histórico, marcado por la defensa de la Universidad Pública, un texto escrito por la fundadora de la Escuela de Amor Político en tiempos dominados por la misma insensibilidad que hoy gobierna.


82. La educación no se vende

Cada martes una historia en torno a la Escuela Alegría Ahora, compartida como gesto mínimo de acompañamiento a un proyecto imprescindible, hoy más que nunca.

82. La educación no se vende

Mónica Lungo, sábado 25 de agosto de 2018.

Educar es brillar en la mierda. La educación no se vende, se defiende.

La mierda son las injusticias, las situaciones que quitan dignidad, esa chispa sagrada y única de cada persona.

Es muy difícil educar ahí, en contextos de extrema violencia.

Llamamos a esos territorios, «territorios de guerra», porque la vida de las personas y de toda especie que habitan esa parte de la Pacha, está en constante riesgo.

No por algo natural sino por algo social, es decir, algo que se pensó y construyó.

Mucha gente nace con su integridad en riesgo, porque no accede a los derechos básicos y fundamentales: alimentación, salud, educación, trabajo, justicia y vivienda digna. Nosotres agregamos al arte como un derecho también esencial.

Por eso decimos que Alegría Ahora es una Escuela Pública de Amor, Política y Arte.

Dicho así, suena poético y precioso.

Lo es, y porque es muy potente y bello, su contracara es monstruosa.

Esta escuela se anima a llevar adelante inmensos sueños ahí donde todo dice que no vale la pena hacer nada.

Insistimos, porque creemos que la única manera de tomar mayor conciencia es a través de una Educación Humanista y Pública.

Insistimos, porque sabemos lo determinante que es la Educación en la vida de cada persona.

Insistimos, mientras en la misma mañana tenemos que decirle a una estudiante que ya no se puede interrumpir su embarazo aunque haya sido una violación, porque ya no es un embrión, sino un feto.

Insistimos, aunque tengamos que escuchar a otra estudiante llorar porque sus niñes ya no cenan o a otra que se desmorona cuando sabe que su nietita va a nacer bajo las rejas, porque su hija está presa…

Insistimos, porque también el mismo día otra estudiante pudo tomar la decisión de ponerse el chip anticonceptivo, decisión que nos demandó meses de grandes aprendizajes mutuos. También esa mañana una mujer chispea mientras lee las primeras palabras por primera vez en sus 56 años.

Esa misma mañana recibimos a un adolescente que lo primero que hace cuando recupera la libertad es venir a estudiar y a recibir nuestro abrazo de fuego.

Insistimos, porque ese mismo chico cantó esa misma mañana con Guadalupe Gómez.

Todo el mismo día y durante todos los días.

Como dice nuestra compañera Consuelo Ramírez: «Estar aquí es un shock de 200 voltios directo a la cabeza. Puede dejar gente rota o paralizada, o puede impulsar a seguir aún con más fuerza.»

Nosotres elegimos seguir, con verdadero Amor por la Humanidad y la Educación.

Por la Educación Pública, que es la que nos da oportunidades a todes.

No permitamos que sea un privilegio.