Cuando vengan degollando, porque van a venir…
Lecturas
Las paredes de nuestro hablar
Imaginen si todas las palabras fueran redondas. Necesitaríamos algo con qué unirlas.
Si pudiera mi poema
Contaría de las tardes con amigos y familia, señalaría al perro, al árbol, a la luna, al canto del pájaro en su pluma, al café de la mañana y al cachorro durmiendo todavía su ternura.
Listita
Perseguir una estrella. Andar en banda, si toca cruzar un desierto. Descubrir lo que el resto comprenderá después.
Nuestras palabras incandescentes
Todos las conocemos, todas sabemos cuáles son. Deseo del año nuevo: hacer que iluminen de nuevo el mundo como ilumina, indómito, el sol. Dejar que nos colme su calor.
Pesebres y arcas
No había nacido Jesús cuando estalló la lluvia. Primero unas gotas gordas y aisladas, después un aguacero de verano, de esos que caen sin piedad.
Nican Mopohua
Iba el buen Juan Diego, cristiano confeso pero indio chichimeca como su padre y su madre, caminando hacia Tlatelolco aquel 9 de diciembre bajo el rayo del sol, cuando se le apareció la Virgen María.
Conjurar la nube
Y entonces viene alguien y clava su estaca en suelo, baila alrededor de dioses antiguos, persigue un rastro invisible para quien mira con desgano. Viene y hace llover. Nace de su voluntad el chaparrón.
Batalla de futuro
Aunque el fruto aún no esté maduro, habrá que confiar en la semilla, habrá que abrir todas las canillas. Aunque el porvenir se vea oscuro, habrá que confiar en lo que brilla, habrá que acercarse con la silla.
