• Sergio Korn

Sergio Korn

2020

¿Qué decir que no se haya dicho ya?

Para muchos fue un año de mierda; un año de pérdidas, de frustraciones, de conflictos sin solución. Un año para olvidar, suele decirse, aunque dudo que eso sea posible…

Para otros fue un año Maestro, una bisagra hacia un nuevo paradigma, un Portal necesario que hay que atravesar para seguir evolucionando. Y esa evolución casi nunca está exenta de pérdidas y de renuncias, tanto materiales como humanas.

Yo quisiera pertenecer a esta última categoría aunque eso implica, antes que nada, creer en esa posibilidad y ser coherente con ella a pesar de los cachetazos y de los golpes que nos propinó el 2020.

En lo personal fue un año que movilizó mucho la creatividad y también la solidaridad; fue preciso reinventarse y deconstruirse de muchas maneras para transitar este período sin morir o resultar herido en el intento.

Nacieron nuevas canciones, se cerraron otras, se reciclaron y pusieron en marcha proyectos largamente postergados, generalmente por “falta de tiempo”.

En lo laboral fue preciso recurrir a nuevas estrategias para generar los ingresos que ya no venían del oficio de músico. Hubo que hacer comidas y ofrecérselas a los amigos y conocidos: empañadas, tartas, dulces caseros, miel.

A mí sólo me cabe decir Gracias.

Gracias a mi entorno más cercano: especialmente a mi compañera Adri, a nuestros respectivos hijos y nietos y también a algunos amigos cercanos que estuvieron siempre atentos para ofrecernos una mano.

Gracias a aquellos que empatizaron con mi proyecto virtual “Una canción cada día…” (en Facebook, Instagram, Whatsapp y YouTube) y me brindaron su oportuno y generoso aporte en la “gorra virtual” o algún comentario amoroso.

Gracias a mis alumnes de canto y guitarra por confiar en mi conocimiento y permitirme transmitírselo.

Gracias a aquellas personas sensibles que encuentran y reconocen el valor de lo que ofrecemos como artistas en todas sus manifestaciones, que contratan nuestros servicios, que nos recomiendan y difunden nuestro trabajo.

Gracias a la municipalidad de Río Cuarto que, a través del área de Cultura y Desarrollo Social, me asistieron en repetidas ocasiones con un bolsón alimentario en momentos de extrema sequía económica.

También debo agradecer que, al menos en mi caso y en el de varios colegas que conozco, hubo un Estado nacional presente a través del IFE, del programa Fortalecer Cultura y del INAMU (Instituto Nacional de la Música).

Para el 2021 se vienen nuevos proyectos…

Uno de ellos es la materialización de un nuevo disco que va a ser doble -tanto en cantidad de temas (18) como en contenido- pues reúne las dos vertientes musicales que nutren mi trabajo como cantautor: el folklore y el rock.

Se vienen cambios muy profundos a nivel global y hay que estar listo para soltar lo viejo, lo que ya no sirve, y al mismo tiempo, despierto para incorporar aquello que será realmente necesario en esta nueva etapa que comienza.

Nos deseo, a todos y a todas, una triunfal entrada a este nuevo ciclo que recién comienza, en el que seamos capaces de convivir en libertad pero con respeto, tolerancia y cooperación, con espíritu fraterno y consideración al otro, con conciencia ambiental, con buena alimentación y soberanía alimentaria, con justicia social, con salud e igualdad de oportunidades para todes.

¡Que la energía de los planetas y el Universo todo nos acompañen en esta incierta travesía!

¡Salud!

 

2018

Los años no son buenos ni malos… Son lo que nosotros nos permitimos ser y hacer en ellos.

La numerología es un interesante sistema de interpretación y predicción de nuestro derrotero y propósito en la vida pero los responsables de nuestros actos somos nosotros.

Cada decisión tomada, cada acción llevada a cabo entraña una consecuencia y ésta puede significar pérdidas o ganancias. “Buena suerte… Mala suerte… ¿Quién sabe?”

El 2018 me dejó patas para arriba en algunos aspectos. En otros salí airoso, con algunos magullones pero con la frente bien alta. 

No reniego ni me arrepiento de nada. El error es un gran maestro y yo su eterno aprendiz. Cada vez le doy menos espacio al pasado y al futuro. El presente es un eterno “aquí y ahora” sobreviviendo al crimen del tiempo.

Mi mayor deseo para el 2019 es que logremos ser felices sea cual sea la realidad que nos toque vivir.

Que la felicidad sea el camino, no la meta…

Soltar fue la gran lección del año que se fue y ésta es la canción que mejor lo representa.

Soltar…
No aferrarse a nada… Ni siquiera a un sueño
Soltar…
Entregar los hijos… Despedir los viejos
Creer… Amar … Aonfiar 
Sin otro destino que ser uno mismo
Soltar…
Desatar los nudos, aflojarle al miedo
Liberar al Ser que está prisionero
Volver a empezar… ¡Respirar de nuevo!
Soltar… Soltar… Soltar…
Caer al vacío… Enfrentar lo incierto
Soltar…
Volver al origen… Desdoblar el tiempo
Creer… Amar… Confiar…
Sin otro destino que ser uno mismo
Soltar…
Desatar los nudos, aflojarle al miedo,
Liberar al Ser que está prisionero
Volver a empezar… ¡Respirar de nuevo!

 

2017

¡En términos musicales el 2017 fue en año muy productivo!

Comenzó con la reedición del disco “Cordobeses” -aquel que grabáramos con Ariel Borda y Horacio Sosa en el 2006 junto a grandes músicos de Córdoba-, su presentación en el teatro Real y una sucesión de conciertos que incluyó una gira por el sur.

También pude concretar la segunda edición de la “Cantata Calamuchitana”, esta vez con un libro-cancionero y gracias al apoyo del INAMU.

En lo laboral fue un año difícil. Se acentuó el bajón económico que vive el país desde el 2015. Fue un año de poco laburo y, salvo algunas excepciones, mal remunerado. Se notó la ausencia del estado en general y el recorte en el sector privado.

En el aspecto creativo compuse nuevas canciones y terminé el proceso de pre-producción del próximo disco que, si o si, se graba en 2018. ¡Está decretado!

En lo familiar fue un año intenso, acompañando como pude el crecimiento de mis tres hermosos hijos: Flor, Juli y Gabi y de mi bella nieta Ana Luz. Asumiendo también la ausencia definitiva de mis padres, Susana y Saúl.

En lo íntimo y personal fue un año de profundos procesos, psicológicos y espirituales, todos ellos benditos a pesar de los pesares.

La palabra clave es «soltar»…

Y ésta es su canción.

¡Nos deseo un feliz y liviano 2018!

 

2016

El 2016 ha sido un año muy intenso y productivo en lo musical. Comenzó de la mejor manera ya que fui uno de los tantos beneficiarios del INAMU (Instituto Nacional de la Música). Gracias al “Vale de producción” que me otorgaron pude hacer la gráfica de mi último disco: “Cantata Calamuchitana” (2014) basado en un repertorio de canciones inéditas de raíz folklórica, compuestas por autores y compositores del valle de Calamuchita.

El disco está acompañado de un libro de 40 páginas con las letras, acordes y cifrados de los 15 temas, algunos de los cuales son recopilaciones de viejas canciones de autores locales. ¡Hay una zamba que tiene más de 60 años de historia! Otras canciones tienen letras de poetas de la región y música de mi autoría.

En febrero emprendí una travesía por la costa del Uruguay a bordo de mi “trova móvil” (una kangoo a la cual le hice una cama rebatible para poder dormir cómodamente). La experiencia fue sumamente productiva e interesante ya que pude financiarla tocando en bares, pubs y restaurantes. Al regresar emprendí la pre-producción de mi próximo disco, reciclando viejas canciones que habían quedado fuera de los discos anteriores y otras de reciente creación. Espero poder terminarlo y editarlo en el 2017…

El resto del año me la pasé dando clases de guitarra y presentando mi propuesta unipersonal “El Arte del trovador” en distintos lugares, especialmente en el valle de Calamuchita, en Córdoba y en Río Cuarto.

En junio fui invitado a participar del ciclo de trovadores “Palabra que anda”, en el auditorio de la UTE, ciudad de Buenos Aires. En agosto presenté el disco “Cantata Calamuchitana” (junto a otros músicos de la región) en la ciudad de Río Cuarto, en el marco del ciclo “Disco es Cultura” -un proyecto de mi autoría presentado en el 2008 en la Agencia Córdoba Cultura y que lleva adelante el área Música desde el 2010. También ofrecí una charla en la Universidad Nacional de Río Cuarto sobre el origen, desarrollo y alcance de este proyecto que rescata parte del patrimonio cultural de una región de las sierras de Córdoba: el valle de Calamuchita.

Córdoba es una gran usina de producciones artísticas en general y musicales en particular. El interior también tiene lo suyo pero parece tener más dificultades para que los músicos se desarrollen de un modo más profesional y puedan difundir sus producciones. Es una asignatura pendiente que deberán contemplar las políticas culturales a nivel provincial.

Para el 2017 deseo que se empiece a saldar esta deuda desde el Estado y también espero poder cumplir mis metas personales: terminar de grabar y editar mi nuevo disco, seguir componiendo, seguir trabajando en este oficio que amo, seguir descubriendo poetas, compositores y trovadores, terminar de escribir un libro que empecé hace algunos años, cantar, cantar y cantar…

Por último, agradezco de corazón a todas aquellas personas que han contribuido a hacer más feliz mi tránsito por la vida. Un abrazo a los compañeros y compañeras de camino. ¡A seguir andando!

 

2015

Canciones (desde el centro)

Canciones que dicen lo que soy,

de dónde vengo, por dónde voy…

Canciones que vienen desde adentro

del centro mismo del corazón.

Canciones que son como la huella

profunda y bella de una emoción,

Canciones que cantan a los vientos

las desventuras de la razón

Canciones que dicen lo que soy,

de dónde vengo, por dónde voy…

 

2014

El 2014, en lo personal, fue un año complicado, marcado por tensiones y rupturas tanto en el plano afectivo como laboral. No obstante las dificultades, pude concretar, junto a un grupo de músicos locales, la grabación de un nuevo disco: la “Cantata calamuchitana”, producto de cinco años de trabajo que implicó la recopilación de viejas canciones que le cantan a los pueblos del valle de Calamuchita y la musicalización de poesías de autores de esta región.

Para el 2015, año electoral, deseo la manifestación de una verdadera justicia social, menos corrupción en los gobiernos, más honestidad y conciencia en aquellos que tienen la responsabilidad de tomar decisiones que nos afectan a todos.

Mis metas para este año consisten en darle continuidad al trabajo de recopilación de canciones de autores y compositores de los valles serranos de la provincia de Córdoba. Me gustaría llegar a los pequeños pueblos del interior, conocer a sus músicos y poetas, rescatar sus obras, registrarlas y plasmarlas en un nuevo disco. También quisiera concretar un disco con canciones propias.

¡Brindo por mis hermanos artistas y por una Cultura realmente federal!

 

2013

Actualmente, estoy presentando “El Arte del trovador”, espectáculo basado en un renovado repertorio de canciones que transmiten en sus letras, ritmos y melodías el arte ancestral de los poetas y los músicos. Las obras que integran son de mi autoría y de reconocidos referentes de la canción hispana y latinoamericana. Hay versiones del cancionero popular, permitiendo el cruce de géneros musicales como el tango, la bossa, el blues y el folklore.

2013 fue un año difícil para Córdoba: incendios en las sierras, narcoescándalo, saqueos, extorsión gremial, corrupción política…

Para el 2014 deseo un gran cambio para el “corazón de mi país”, menos “cordobesismo” y más honestidad; sólo de esta manera Córdoba será lo que deba ser o no será nada más que lo que es.

 

2012

¡El año 2012 fue muy intenso! En lo personal, fue un año de integración y profundización de vínculos, familiares y sociales. Como músico, me concentré especialmente en la docencia y la composición. Sigo trabajando en dos proyectos discográficos que, espero, vean la luz en el 2013: la “Cantata Calamuchitana” y un disco solista con nuevas canciones.

Vivo en Los Reartes, pueblo antiguo y sencillo, a orillas de uno de los ríos más bellos de Córdoba, en donde doy clases de guitarra y canto al tiempo que participo en la producción de algunos eventos relacionados con el arte y la música.

Tengo absoluta certeza de que comienza una nueva era para la humanidad y trabajo día a día para armonizar con ella.

¡Deseo profundamente que el resto de la humanidad tome conciencia de este salto galáctico!

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