2018
El 2018 fue de cosecha de años de trabajo en esta privilegiada profesión.
Para mí, la música siempre es un regalo y trato de devolverle con mucho amor, compromiso y responsabilidad todo lo que me da. Principalmente, es mi medio de vida y siempre me gustó -y tengo la fortuna de- poder hacer varias cosas. Así que, como siempre, desde esa suerte de bunker propio que es La Rueda Mágica Estudio, mis actividades fueron dinámicas: desde dar clases de instrumentos a producir un disco, pasando por composición y arreglos, operar la sala de ensayo, o grabar una música para teatro o cine; y también fue -y sigue siendo- la cocina de mi obra como solista, en donde me encontré el pasado año presentándome solo al piano. Lindo desafío.
Además, y haciendo la analogía con el fútbol -situación no menos importante y que desvió la atención durante gran parte del año a causa del mundial-, me tocó “jugar en primera” en mi rol de productor de una ópera rock muy hermosa y compleja, con mucha música, muchos instrumentos, grabada en un exquisito estudio de CABA, que ocupó bastante mi 2018 y pronto vamos a poder disfrutar. Fue un alto honor.
Por otro lado, muy contento por la efervescencia social y política encabezada por el movimiento feminista. Entusiasma. Creo que somos contemporáneos de una poderosísima revolución en medio de una situación crítica como país, que es penosa.
Para el 2019 deseo profundamente que seamos muy felices o al menos lo intentemos siempre. Y para eso no basta sólo con el amor: necesitamos políticas que acompañen.
Por un Estado presente para recuperar nuestros derechos, por más mujeres en los escenarios, y por una escena más diversa e inclusiva.
¡Muchas gracias! Un placer ser parte.
Rafa.
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