• Martín Dellavedova

Martín Dellavedova

2020

Foto: Dante Ascaíno.

Año que en lo particular me encontró con varios proyectos imaginados que se fueron poniendo en reposo hasta que en nuevas oportunidades puedan ser reflotados.

A la vez fue un año de introspección y estudio, de escritura de nuevas músicas y de aprendizaje sobre nuevas formas de docencia.

Un año de mucho disfrute del tiempo en casa con mi familia y de mucha angustia por la falta de contacto con mis amistades, de ansiedad por la vuelta a los escenarios y la nostalgia del diálogo con otros músicos.

Así, con sentimientos encontrados todo el tiempo transcurrió mi 2020.

Ojala el 21 traiga mejores augurios.

¡Saludos!

 

2016

Como balance del 2016, sólo puedo decir que soy un agradecido: por tener laburo en tiempos de crisis, por tener proyectos musicales con amigos que me enseñan mucho en cada experiencia compartida, porque gracias al premio Programa de Apoyo a la Edición Musical de la Municipalidad de Córdoba puedo tener mi primer disco (mi primer hijo musical) en puertas para presentarlo el 2017, porque gracias a la confianza de Nacho García fui convocado nuevamente al Festival de jazz de Córdoba 2016 y en una semana intensa me nutrí de experiencias sublimes en interacción con músicos de Córdoba, de Argentina, y de la elite jazzera mundial.

Y sobre todo, porque siento que la música de Córdoba crece a pasos agigantados y nos empuja a seguir siendo parte de ella y nutrirla con nuestro pequeño aporte creativo.

Por todo esto, sólo queda decir: ¡Muchas Gracias 2016 y mucha mierda a todos para el 2017!

 

2015

2015, año muy movilizador con expresiones de mucho compromiso en las ideas, y los ideales.

En lo personal, un año que termina con un registro de lo que va a ser mi primer disco (mi bebé) que aún no acaba de formarse y espero vea la luz el año que viene.

También me reconforta el haber participado en proyectos de amigos muy queridos, cuya creatividad y compromiso artístico hacen que uno crezca indefinidamente.

Más allá de sinsabores y malos momentos, que son propios de todo ciclo, diría que el balance es positivo. Saludos.

 

2014

Como todos los años, es muy grato hacer un cierre de ciclo para Redacción 351, cuando se interesan en uno y le preguntan, bueno, ¿cómo te fue éste año?

A eso, sólo puedo decir, “maravillosamente”. Un año que me encontró rodeado de proyectos de inmensa calidad artística y humana y que reconfortan siempre el espíritu creativo e inquieto que todos los músicos tenemos. Y es meritorio nombrar esos proyectos porque llevarlos a cabo demanda mucho esfuerzo por parte de sus  «papás», así que agradecido estoy por la convocatoria de Milton Arias para su disco “64.Antes del Fin”, a Cristian Andrada, por su futuro disco y a los chicos de OMVR por hacerme partícipe de «Colectivo».

En lo personal, pude debutar con mi MD Jazz Ensamble y seguimos el camino con mi cuarteto y con Pitecartopus, banda que quiero mucho.

Veremos qué depara el 2015, pero pinta lindo. A seguir la remada que vamos derechito.

Saludos y próspero 2015 para todos.

 

2012

El 2012 fue un año muy productivo en lo personal. Me encontró encaminándome hacia una búsqueda estética un poco más definida, lo cual me llevó a ponerme como líder de un cuarteto con música mía y a su vez dejar algunos proyectos y fijar rumbo hacia aquellos más afines a lo que busco.

El hecho de trabajar con gente como Cristian Andrada, Lucas Acuña, Luis Barzola y Gonzalo Chayle hizo que la búsqueda sea muy disfrutable y de gran crecimiento. Por otro lado la continuidad del festival de jazz de Cba, festival que representa al género con el cual me identifico y del cual participo de tanto en tanto, me gratifica mucho, ya que estamos hablando de un género que aún no goza de gran masividad pero se está instalando de a poco en el público cordobés.

Mi balance es súper positivo para este 2012 y espero que el año que entra sea aún mejor para todos.

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