Mamut

Foto: Camila Kutscher.

2016

Un año agitado para los Mamut. Somos Damián Pared en guitarra y Tomás Stout en batería. Después de largos meses de ensayo subimos al vivo y la comodidad fue instantánea, lo cual abrió un horizonte creativo amplio.

Bajo la impronta de eso que a veces se llama Rock –que es, para nosotros, la posibilidad de resistir y avanzar en la búsqueda de un lenguaje nuevo-, Mamut ya iba perfilando su sonido. Esta exploración de ritmos y texturas entró en una nueva etapa con la incorporación de Ignacio Montoya en sintetizadores, a comienzos de Agosto.

Después de una segunda mitad de año vertiginosa, el trío, ya asentado, cierra temporada con una noche épica en Tresco, el bar del agite. Junto con Ríoseco y Los Durmientes, más los invitados rosarinos de Zen Sessions, se volvió a demostrar la fuerza gravitatoria de esta ciudad, un auténtico hervidero de bandas que, apartándose del mero deseo de ser exponentes rigurosos de algún género, se permiten recorrer los límites inciertos que los definen. En este sentido, si Mamut puede ubicarse dentro del post-rock, la única precondición es apostar a la composición colectiva, siempre por medios telepáticos.

Finalmente, días antes del festejo pagano de la navigornia, sale a la luz nuestro paso por los estudios de Freak Kat Records, que sumado a la labor excepcional de Manuel Montoya (cantante y guitarrista de Fabricantes) en Mezcla y Mastering, nos deja el EP “Austro”, Dios romano de los vientos del sur y de la hora sin sombra, terror de los sembradíos agrotóxicos.