• Leandro Liuzzi
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Leandro Liuzzi

2018

El año 2018 fue muy intenso para mí. Hice muchos cambios en mi vida para poder estar mejor. Entre ellos volver a enseñar, instruirme en el campo de la docencia me hizo volver atrás en el tiempo hasta cuando fui un niño, con la ayuda, la compañía y el amor de dos de mis sobrinitos que ahora son violinistas, Julia e Ignacio.

En cuanto a shows, conciertos y presentaciones, los que más me marcaron a fuego el alma fueron principalmente la presentación del disco nuevo del Damian Torres Quinteto, «Ritmo de Ciudad», en el hermoso Teatro Real; también los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Córdoba junto a Martha Argerich, el Maestro Becerra y Emmanuele Baldini. Agradezco la oportunidad de haber podido tocar de solista en el concierto homenaje a Finlay Ferguson, organizado por la Escuela de Música Shinichi Suzuki en la explanada del Paseo del Buen Pastor.

Agradezco haber sido invitado una vez más por Pablo Rocchietti y su papá Gustavo Rocchietti a participar del Concierto de Navidad del Coro Famaf, cuyas recaudaciones se transformaron en regalos del día de Reyes para muchos niños.

Agradezco haber sido invitado por Santiago Ruiz y Pablo López a participar de una nueva orquesta, Amateur, hermoso proyecto vocacional para aquellos que amamos lo que hacemos.

Agradezco también el reconocimiento del Taller Literario «EscriVamos» del Colegio de Escribanos de la Provincia por haber tocado en muchos de sus actos de fin de año.

En fin, terminé el año agradecido. Desde lo más profundo de mi corazón. Por tantas oportunidades de hacer música de la más hermosa y amable, para que la gente nutra su espíritu con arte, en tiempos tan difíciles, con tantos recortes a la cultura y ajustes de todo tipo.

Gracias por invitarme a expresar mis impresiones.

 

2014

Este Dos mil catorce se va para no volver jamás, y me dejó un montonazo de experiencias artísticas de la puta madre.

Toqué como invitado de muchos proyectos interesantísimos; conocí gente que sabe y cree en la música con honestidad, seriedad y mucha espiritualidad; grabé un disco en el que participo en todos los tracks, algo a lo que no acostumbro, lo cual es un honor para mí, pero no sólo porque sea lindo decir “es un honor para mí…”, como si me estuvieran dando un Oscar Fierro o algo por el estilo, sino que es un verdadero honor para mí, porque estos trabajos me dan la pauta de que hay personas que creen verdaderamente en mí y en mi trabajo.

Así que termino el año agradecidísimo con mucha gente.

Comprad el disco parceros, que se llama «Abriendo Cancha».

¡Feliz Dos mil quince a todos!

 

2013

2013 fue uno de los mejores y a la vez uno de los peores años que viví. Lo malo: los gobiernos, la cosa pública, el planeta calentándose, activistas presos, Monsanto, maltratos, saqueos… Lo bueno que todo esto lo viví con mi violín al hombro. Me esforcé muchísimo.

Es muy difícil ser artista en tiempos de crisis, cambios, o lo que fuere. Estás todo el tiempo cuestionándote si lo que estás haciendo vale la pena realmente, o si sos necesitado en otro lado. Hasta que viene un niño y se quiere sacar una foto con vos, porque le gustó como tocaste en el concierto. Ahí te vuelve el alma al cuerpo, y te das cuenta de que vas bien haciendo lo que sabés.

Espero que el 2014 sea un año de consensos, alegrías reales, y regocijo humano para todos los que habitamos este maravilloso planeta. Como soñaba Beethoven, que todos los hombres nos volvamos hermanos. No estamos tan lejos.

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