• Javier Pittorino

Javier Pittorino

2020

Foto: Agus Otto.

Nunca escuché tanta música como en este último tiempo. Del aislamiento y del cambio de actividades de la cuarentena me quedó esa, esta ganancia. Pero también sentí la frustración de no poder gestionar mis objetivos como lo había planeado. Lo que me sentó, de alguna manera, a revisar estrategias, observando un “posible” nuevo contexto.

Mientras tanto realicé algunas grabaciones home-studio, maquetas, algunas producciones y trabajé en la composición y producción de mi música, incorporando cosas que me gustan y me llaman la atención. Continúo trabajando en mi próximo álbum, sin prisa y con las pausas necesarias. Aprendiendo de la plasticidad, de la sorpresa y de la paciencia. Soltando lo que sobra y aceptando una vez más el desafío de la extimidad.

Parte del tiempo estuve abocado a cuestiones relacionadas a la asociación civil de músicos y músicas SONAR, sobre todo en el área de formación, y algunas otras colaboraciones para con el sector. Profundicé en el estudio de algunas cuestiones relacionadas a los derechos en la música, plataformas streaming, lógicas de la industria musical y algunas otras, más relacionadas al mercado digital.

Creo que ahora vendrán cosas nuevas (y no tan nuevas) que hilarán con este 2020 tan difícil, que dejó expuestas entre otras cosas la informalidad de nuestro sector, cautivo de una industria hegemónica, un  mercado de tecnologías sin legislación, lógicas de distribución de derechos (y regalías) arbitrarias e injustas y una muy limitada visión/acción del estado (municipal, provincial y nacional) acerca de la complejidad del tejido sociocultural.

 Sin embargo, tenemos la necesidad de hacer una autocrítica profunda y reflexionar sobre nuestras propias desarticulaciones, estrategias e interés en las acciones colectivas. Creo que lo que sigue será a la medida de nuestra capacidad de unión y resiliencia, el ejercicio constante de revisión e inclusión en temas de género y la construcción de nuevas economías.

¡Les mando un gran abrazo!

 

2018

Hablar de un año pasado, hablar a lo que vendrá.

El 2018 fue un buen año. Terminé de grabar mi segundo disco “Si sabes tu nombre”, este trabajo me tomó casi dos años con buenos conciertos solistas y en formato banda, acompañado de mis queridos compañeros Pablo Bione en batería y Juan Pablo Wermuth en bajo.

Hubieron experiencias de mucho aprendizaje, algún que otro viaje a tocar por la zona y sorpresas muy lindas como el encuentro con Drelo, que desde Rosario se vino sin duda a compartir conciertos, charlas, mates y río. Un extraño amigo del ahora, incalculado.

Un año transitando con la asociación civil de músicos/as SONAR, aprendiendo y compartiendo, haciendo lecturas, rutas y escuchas, hablando ahí donde el eco del debate confunde y aparecen con más claridad las contradicciones que nos interpelan. Es mi deseo que así sean los espacios que nos constituyen como artistas independientes. Mi desvelo, mi trabajo. Estar atento, descubrir e incorporar un público en la singularidad.

Gracias a las personas que trabajan en este anuario de “Redacción 351” difundiendo e impulsando contenido creado por artistas de la ciudad de Córdoba, generando así un lugar donde podemos construir una memoria colectiva de la producción independiente.

¡Saludos y buen año!

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