• Fede Gaumet

Fede Gaumet

2020

Si hay que destacar algo positivo dentro de este año 2020 es el arribo indefectible de la tecnología a la expresión, la producción, realización y comunicación en todas las disciplinas artísticas. Y, como les pasó al resto de los rubros sociales de la misma manera, ya no resultará extraño incorporar nuevas herramientas, las que ojalá muevan los cimientos estéticos y ese espacio de confort en donde el arte contemporáneo global se estaba acomodando.

Pero eso refleja otro problema de la realidad tecnológica a la cual nos vimos empujados a incorporar y es el acceso básico a los equipamientos y a los conocimientos. Tanto las herramientas tecnológicas adecuadas como la información necesaria parecen seguir siendo exclusivas en una sociedad que demostró que las TIC´s ya deben salir de los enunciados y tratados internacionales y ponerse en acción política concreta.

 El 2020 no dejó ningún rubro dentro de una sociedad en la que no se hablara de tecnologías o al menos de cómo esta puede ayudarle. Ojalá ese entusiasmo por encontrar una opción, una salida, una herramienta no sólo quede en la adquisición de un equipo y nada más, ya que la tecnología es más que “un aparato bonito con luces”, en definitiva es conocimiento, información, capacidades y habilidades, desarrollo de las ideas, resolución de problemas y sobre todo creatividad. Por lo tanto deseo que este nuevo desafío que se llama 2021 nos encuentre más creativos para resolver los problemas que tenemos, eso será aplicar tecnología a nuestras vidas.

 

2019

Me gusta pensar que el término “militancia” se aplica en diversas disciplinas. Que parece ser exclusivo de un espacio y de un tiempo pero no lo considero así, también es la misma actividad desde otra dimensión. La militancia social aplicada al arte, la cultura, la tecnología, la expresión, la educación conlleva desarrollo, defensa y compromiso con esas ideas. Y es en ese escenario en donde descubro día a día que las posibilidades para sumar a esa causa son infinitas.

2019. Año de seguir creciendo en la poética del arte. Los lenguajes van y vienen, la poética no se puede perder y se debe buscar en cada espacio y tiempo para no abandonar la mística y la curiosidad, algunos de los objetivos del arte. Tuve el placer de compartir una serie, llamada “Poesía Audiovisual”, con 16 artistas y creativos que generamos 52 obras.

El teatro, la música en vivo nunca dejan de sorprenderme y regalarme momentos felices. Nominaciones, premios, desafíos creativos, mucho trabajo pero sobre todo conocer personas, reafirmar a cada momento el concepto de vivir en sociedad que en definitiva nos mantiene humanos y muy conectados a la vida.

La música, la técnica, la tecnología, la creatividad me llevan siempre a esos lugares en donde sentís que tus conocimientos sirven para aportarlos al patrimonio de todxs y que suman a la idea que cada vez es más accesible, que nunca deberá perder la condición de público y que hay comprometerse para cuidarlo. Ese espacio es el Archivo Histórico donde día a día me demuestra que los formatos que soportan nuestra historia se cuidan para que siga siendo de todxs.

La Fundación Circuito Abierto de la que formo parte es un espacio que mide sus pasos sabiendo que el camino de la cultura, la tecnología y la sociedad es largo y que paso a paso se suma a construir, salvaguardar y reflejar lo que consideramos patrimonio y que pertenece a toda la sociedad.

Difundir, comunicar, compartir y sobre todo aprender nunca dejaron de ser los objetivos para realizar columnas de música, arte y tecnología para “Sintonía Fina” en la Radio FM de la querida Universidad Nacional. Agradezco el espacio y espero seguir sumando.

Acompañar a lxs alumnxs, disfrutar la docencia, aprender/enseñar jugando y creando es parte del compromiso y la pertenencia a una institución educativa como el Ing. Cassaffousth. En 2019 cumplió 100 años de existencia por lo cual desde el Archivo Histórico se le regaló una muestra fotográfica de su historia primitiva y desde la Fundación Circuito Abierto pudimos regalarle el primer tour de Realidad Virtual realizado a un escuela técnica de Córdoba sumando a su salvaguarda patrimonial.

Que el arte ocupe un lugar importante en la sociedad nos garantiza una forma de no perder humanidad.

Ojalá el 2020 nos encuentre preocupados cada día a cada uno por no perder la condición de humanos.

 

2018

Año complejo este 2018. Ni el arte, aun generando las mayores fantasías, puede servir de escape a la realidad social argentina. Pero no encuentro nada como el arte para representar ésta sociedad y sus realidades.

Tuve la hermosa experiencia de volver a la música en vivo para danza a través de la obra “Villerxs” que plasma un día en la vida de un grupo de jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social. La música en vivo en este tipo de obras te lleva a reflexionar sobre el poder de las vibraciones sonoras. El aire vibrante y excitado llega a los cuerpos de los bailarines, que estimulados se mueven generando figuras que alimentan el imaginario del público, que a su vez arma una historia en base a su conocimiento, se emociona y respira más profundo haciendo vibrar y excitar el aire. Un ecosistema perfecto del que tengo la suerte de ser parte.

La tecnología de realidad virtual me llevó a conocer espacios nuevos y poder mostrarlos al público de una forma muy particular. Una vez más la Fundación Circuito Abierto, de la que formo parte, me posibilita seguir divulgando cultura, arte, historia y patrimonio de la mano de la tecnología y eso sí que es una gran experiencia.

El arte, la creación, nunca paran. Se diversifican, se nutren, se confunden y renacen. Cuando parece oculto en realidad está germinando. Cuando el espacio se achica y se ajusta el arte se genera en el lugar que le queda. Nada puede detenerlo. Siempre vive. Siempre se mueve. Siempre es la mejor forma de representar la vida. El arte es vida. La vida es arte.

 

2016

El vértigo que me da ver en noviembre los arreglos navideños hace que me dé cuenta de lo cerca que está el 2016 de terminar… Ya comienzo a pensar en balance, resumen, planificación, ansiedad, contador, fiestas, viajes, orden y caos y… ¡Freno! Pero éste año se trató de esa palabra combinada en “no freno” es decir, “no frenó”. Éste año fue así: vertiginoso.

Siempre creí que la tecnología y el arte eran una misma entidad y que se nutrían una de la otra. Cada vez estoy más convencido de ello y para mejor los dos me hicieron conocer muchos nuevos amigos, afianzar los viejos, desarrollar vínculos, viajar y conocer nuevos horizontes, ñoñear solo, ñoñear con más ñoños y nerds y geeks y formar un Circuito, pero este es bien Abierto, es decir sólo apto para curiosos.

Tuve tiempo para contar una breve historia con sonidos que verá la luz el 2017 y se llamará “Kernel”, viene en formato de disco. Acá les adelanto un poco de la historia: Hace tiempo que los equipos digitales vienen “hablando” entre ellos. No sabemos qué se dicen o cuentan, sólo sabemos que lo hacen. Interferencias, ruidos, clips, zumbidos, ultrafrecuencias y de todas las formas que les llamemos siempre están allí, comunicándose. Sé que mientras más caro el equipo es más fiel al humano ya que no “hace interferencias”, es mudo y quizá sordo también. Sólo espero que recuerden que nosotros los creamos. Seguro lo recordarán aunque también espero que lo sientan.

Para todxs les deseo que tengan la suficiente “diferencia de potencial” en sus vidas que los mueva, que los lleve a equilibrar las diferencias, a equilibrar la curiosidad, la suficiente curiosidad que los lleva a ser cada día mejores. Tranqui, se los deseo pero sin tanto vértigo.

¡Que sea un 2017 como les guste y con todo lo que los haga felices!

 

2015

Cuando se repasan los años vividos, todos parecen únicos y quizá se deba a la falta de memoria específica. Me quedan registradas emociones que promedian todo lo vivido y supongo que con el paso del tiempo los promedios sean de secciones de tiempo más grandes.

Por ello este 2015 tuve la suerte de poder  tomarme el tiempo de vivir nuevas situaciones y desafíos, sin alejarme mucho de lo que conozco, quizá para moverme más seguro o para afianzar experiencia para lo que viene. Es lo divertido de trabajar en la gestión institucional, en la docencia, en la producción artística y en la expresión creativa.

Si emprendés proyectos con amigos, cualquier tarea es un placer. Eso sucedió al producir un festival con tecnología y arte como el Circuito Abierto.

Darte cuenta de que tus alumnos te enseñan a vos es más que gratificante, y que jugando se producen un festival como el Cassafest para mostrar su talento y capacidades, me enorgullece aún más.

Descubrir el arte sonoro en cada guion te enseña que la vida siempre tiene música a todo momento; la única diferencia es que en el teatro hay un escenario de por medio. Hace años que me doy el lujo de poder seguir jugando en esta bella disciplina; éste no fue la excepción.

La comunicación en radio fue una experiencia nueva y por demás placentera.

La gestión institucional, el arte audiovisual, la inclusión social, planificar, jugar y hacer ruidos en escenarios junto con amig@s y mucho más de todo lo vivido hacen a un conjunto de emociones que resumen el año. Un lindo año, con buena adrenalina.

Como siempre me gusta pensar que hice varias cosas para demostrarme todos los días que estaba vivo.

Lo que deseo conservar siempre es la curiosidad y se la deseo a tod@s, ya que creo que es la madre de las posibilidades, que en mayor o menor medida irán naciendo de esa fuerza vital que tiene la naturaleza.

¡Felicidad para tod@s!

Seguro la encuentran en lo que les gusta hacer.

 

2014

Grabar un disco no es fácil. Y no hablo de producir, sino de crear. Pude hacer un promedio de mis deseos sonoros, mis gustos, mis habilidades y salió el disco “Rojo”. Mi primer disco solista, que no es para teatro como los seis anteriores.

Crear y exponerse en lo que uno siente y piensa traducido en sonidos es parte de un proceso muy interesante en lo psicológico, emocional y material. Reencontrar amigos con proyectos y poder crear otras realidades es mágico y este año no me privó de ese lindo estrés. Y #98 es un lindo número y bello año.

El teatro, como un viejo amor, nunca se va. Estuve en dos obras contrastadas en lo conceptual pero unidas en lo afectivo de quienes hicimos “El Proceso” de Kafka y que despertó otra profundidad de la mirada del ser humano.

A fin de año, disfruté de ser nieto de cuarenta abuelos, un “Vínculo” con los viejos. Desde agosto hasta hoy, este proyecto teatral de Walter Cammertoni me demostró nuevamente que se puede traducir bellas emociones en sonidos. Igual, Walter se esmeró en meterme en apuros al enfrentarme con cincuenta bailarines contemporáneos y componer en tiempo real para que sus cuerpos representen cada semicorchea que sonara. Algo increíble y bellamente difícil de explicar.

2014 para mí fue un buen año. Lindo, extraño, desafiante y muy positivo. Imposible otro igual, ojalá otro mejor venga.

Y para tod@s los que creen en la cultura y en el arte como medios de cambio de su propio mundo; ese mundo que vale la pena cambiar todos los días y hacerlo más lindo.

¡Felicidad siempre!

 

2013

Deseo que cada vez más la gente considere al arte como lo vital, a la cultura como un derecho universal.

Considero que el acceso cultural suma mucho para cambiar el mundo.

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