• Eso que Cae

Eso que Cae

2016

Fue un año de mezclas para el primer disco, de diseño de tapas e interiores, de impresión de cajas y de intervenciones muy puntuales en ámbitos donde el dúo se mueve construyendo.

En lo que hace a la producción fonográfica el camino se marcó muy fuerte con el reconocimiento de INAMU a través de un vale de producción que nos condujo en esta empresa. Del lado del vivo, hablamos de construir porque EQC propone canciones que desbordan el imaginario radial y empujan al espectador a abrirse o morir en el intento. Guitarras de técnica clásica, pero eléctricas y efecteadas; voces que parecen efecteadas por puro artilugio de los recursos vocales. Letras que ponen a la discusión como discusión, a la cabeza como pregunta, a la construcción como camino.

Queda claro, hablamos de un combo estético donde lo teatral se filtra y donde el imaginario del Dúo pone naturalidad en una creatura multiforme donde todo puede pasar, de un momento a otro, sin causas ni consecuencias aparentes.

EQC escarba y se escarba. Eso es lo que se mueve en el aire cuando ocurre.

Un vértigo. Un lugar habitado. Una certeza.

 

2015

«Eso que Cae» es un proyecto nacido en el 2015, entre Sabrina Lescano y Pablo Behm. En estos primeros meses de vida ha compuesto su primer trabajo discográfico y se encuentra en plena tarea de mezcla de las grabaciones realizadas sobre el mismo. El material se titula «Canciones para mi Cabeza».

El año escénico ha dado con dos presentaciones junto a Proyecto [Red] Ensamble y ha significado la inclusión del proyecto en la grilla del Festival de performance Habeas Corpus III.

«Canciones para mi cabeza» es una red desordenada, sin centro, plagada y plegada a los encuentros, enroscada en una partitura con ruedas y raíces. Canciones teatrales, estructuras que se sueltan del piso. Enredaderas sujetas a muros que se derrumban, cuerpo de tiempos rotos, estructuras misteriosas. Conceptos dinamitados. Genealogía de lo incierto: caos, motor, laberinto, pasillo interior, altillo del deseo.

Compos para después. Cruce de ausencias. La calma interior es otro cuerpo en el espacio exterior.

La cabeza, algo tan hermoso.

Oda al incesante trabajo eléctrico de la enredadera cerebral.

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