• Ale Drube

Ale Drube

Foto: Eduardo Las Heras
Pintura: Miryam Beti

2016

Al Aire sin Dueño

Afilados,
son como aves de rapiña,
sin amar
destrozan todo lo que pisan.
Talan los bosques,
secan los ríos,
guagüita ese monte
es mi sueño herido.

Ambición,
de algunos brutos medriocres
va quemando
el rico lomo de la madre.
vallan pensando
qué van a hacer
cuando sus changos
sean fauna sin agua.

Canto, canto un rezo sentido
en el alto silencio
cuando se alza el rocío.
Canta, que la noche abierta
a tu sueño herido
le ha de llover estrellas.

Corazón
de bailarín endiablado
taconeando
pa’ sacurirse este dolor
gira su danza,
alza ya el vuelo
buscando el aire
el aire sin dueño.

Los secretos
de aquellos sitios sagrados
llevo conmigo,
cantaré
por sobre el hombro vencido,
canto y memoria
semilla viva
digo a los vientos
nuestro será el mañana.

 

Llenos de Luz
Invierno argentino del 2002

Frío frío freek…
aquella esquina,
nuestra esquina.

Te busco te busco
algo tendrá que cambiar

Te vi llegar
un carro y tres niños
tanta dignidad
en el frío, frío
tus hijos
tapados entre cartones
estalló este corazón


que están ahí
madrugadas
llenos de luz
mi amor
el pequeño, el real
el que quedó aquí de pie
será para ellos
niños
canto aquí
negra
mi voz, con vos.

Deja
que se vaya ese tren
que dicen que pasa
sólo una vez
que se vaya
¿Para qué
subir donde no hay lugar
para tanta gente
que quedó en ese andén?
niños
contra ese vidrio
mi voz
negra
mi voz,
con vos…

 

2013

El 22 de noviembre de este año 2013, presentamos con el quinteto, Eugenia Meneghini (cello), Ferdeico Ruiz (guitarras y coro), Julian Garbarino (bajos), Leandro Alem (percusión y coros) y Ale Drube (guitarra y voz), un nuevo disco en el Teatro de la Facultad de Lenguas de nuestra Universidad de Córdoba. “12 mil pinturas en el aire” es una caja abierta. Además del disco, contiene un móvil con pinturas, fotografías y escritos.

Participaron como invitados Sonia Torres (Abuela de Plaza de Mayo), Dúo Coplanacu, Peteco Carabajal, Diego Ferronato, Fernando Mánguz, Lia Raggio, narraron Jorge Marzetti, Cristina Álvarez y nos dejó un escrito Víctor Pintos. Como músico y creador de un racimo de canciones, en mi vida y en lo personal, me siento feliz. A su vez, nombro este teatro porque cuando recuperamos la democracia, con un grupo de gente maravillosa con la que hacíamos teatro, nos encargamos de limpiar, entre otras cosas el pesado polvo que deja una dictadura militar sobre los espacios, y así en el primer festival latinoamericano de teatro (aquella fiesta feliz) lo inauguramos con una obra llamada “Madame Europa”.

Trascurrimos ya 30 años. Antes de ese tiempo yo escuchaba a gente como Horacio Sosa, Sergio Korn, Sergio Barboza, Gustavo Cuchi Leguizamón, Armando Tejada Gómez, Fito Páez con Baglietto y Silvina Garré (que dormían en un altillo en la Nueva Trova arriba del escenario); mi amigo Daniel Romero Villar; Julito Paz y Roberto Cantos se juntaban formando Coplanacu; aparecía un tal Rally Barrionuevo; el Chango Farías Gómez llegaba con Peteco Carabajal, Jacinto Piedra, el Mono Inzaurralde y Veronica Condomí (M.P.A); Liliana Vitale vivía por aquí, una fulanita llamada Liliana Herrero nos llenaba de emoción en la Facultad de Arquitectura; Vivi Pozzebón se juntaba con otras tres cantantes y formaban De Boca En Boca; Mánguz y Cesar Cuello hacían MMC; Pablo Ponze tocaba con Los Enviados del Señor, y así, sólo por nombrar algunos. Mientras escribo estas líneas pienso que entre hoy y mañana tengo que repartirme porque podría ir a ver a toda esta gente que sigue viva y sigue haciendo y a todo esto se van sumando grupos como los Presenta Trío, Los Enroque cantando con Fandermole, Eruca Sativa…

Escuchar tanta calidad de música en trabajos como el de Mery Murúa y Horacio Burgos, por nombrar algo, que represente todo lo que nos va ocurriendo. Así, habiendo cantado en los charcos, en las acequias, en galpones, a escondidas, por los patios, en teatros, para muchos, para nadie, para el aire, así siento que puedo brindar, porque sé que mientras en estos días el saqueador símbolo más feroz de esta ciudad, un bicho malparido llamado Menéndez, recibe otra condena por otra eternidad (nunca lo ví sonreír), nosotros cuando presentamos el disco la vimos a Sonia Torres, nuestra abuela de más de ochenta años, subir entera y sonriente al escenario y después sentimos la voz suelta de Lía Raggio, una cantora de diecinueve años.

Salud entonces por todos los músicos independientes (ya que esto es lo que nos ocupa ahora) que construimos esta red, a veces tan invisible de la cultura real, que viene sosteniendo las luchas y a sus luchadores inclaudicables que vienen ya desde tanto tiempo atrás, la misma red que posibilita la llegada de las nuevas generaciones a la ronda abierta de nuestra música. Un abrazo enorme.

 

2012

Cuando me invitan a compartir un pensamiento sobre este año, me puse a meditar en dos frases. La primera, de Yupanqui. Un fragmento de una canción dice: “Primero hay que ser hombre y luego poeta”.

La segunda, del Flaco Spinetta, dice: “No alcanza con la sed.”

Creo que deberíamos cuestionar y meditar sobre cuál es el sentido personal y luego social que nos lleva por el camino de la música.

Pienso que es necesario intentar salirse de esta manera piramidal y mercantilista en que se está transformando el modo de trabajo, por lo menos en lo que respecta a los músicos dentro del colectivo cultural de Córdoba.

Humildemente, creo que Yupanqui nos pide hombría y luego poesía, y Spinetta nos dice que no alcanza sólo con querer sino que hay que tener voluntad para vivir y andar los sueños. Tal vez, quién sabe, si cada uno hace una pausa necesaria, podamos encontrar el modo de una ronda un poco más humana, más integradora, y poder encontrar los distintos hilos comunes a todos, que existen y constituyen el tejido de un folklore real en el sentido más profundo de lo que esa palabra significa.

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