Mar Sánchez Rial

Mar Sánchez Rial

2018

¿Qué fue el 2018 para mí?: Una aventura. Es un desafío inmenso para mí tratar de narrar en algunas palabras este año que pasó. Fue un año de movimiento y mutaciones.

Para que se me entienda tal vez sea necesario contar que durante todo el 2018 (y ya desde el 2017) me dediqué profunda y exclusivamente a viajar.

En enero abandoné el domicilio fijo que tenía en una isla de España y me dediqué a experimentar una particular vida nómade que me llevó a recorrer poco más de diez países y decenas de ciudades, paisajes y pueblos. En un mismo año me vi enfrentando olas de frío provenientes de Siberia, tomando sol en una playa del sur europeo, viviendo en la gris Inglaterra, escalando los Alpes y recorriendo las llanuras de los países bajos. 

Conocí y visité amigues que hoy habitan lejanas tierras, fui inmigrante, me vi frente a frente con los racismos indisimulables de ciertas culturas, me abracé a comunidades de viajeros, viví en casas de 500 años, en la montaña, en edificios soviéticos y hasta en un centro budista en medio de la campiña inglesa. De todo ello me llevo anécdotas maravillosas y aprendizajes invaluables.

Y la fotografía fue mi compañera en todo este lío. Si bien desde un principio entendí que mis intenciones no eran viajar como fotógrafa, ya que no quería condicionar las actividades y recorridos a lo que la cámara quisiera, me impuse amablemente a viajar con una cámara amiga, que se fue adaptando a mis necesidades. No sé, ni me importa realmente, si eso era lo mejor. No me interesan “las fotos que me perdí”, me maravillan los recuerdos que tengo.

¡Pero con eso no quiero decir que no tomé fotografías! Tengo cientos de imágenes en mi disco duro, las voy revisando y volviendo a ver. Cada tanto me engancho con una, con su anécdota, le doy forma, le cuelgo en la red y vuelve a reposar.

Laboralmente fue un año de aprendizajes. Trabajé con la fotografía desde la distancia, dicté cursos individuales en otro idioma, lo que me llevó a aprender muchísimo sobre ambos lenguajes y trabajé con artistas de otras culturas.

Volver a Córdoba después de eso fue re-descubrir lo que ya sabía por la información que me llegaba, que aquí el panorama cambió rotundamente, pero también me encontré con muchas ganas de hacer y crecer, y con esa maravillosa ola de seres que le siguen metiendo su arte y su energía yo busco trabajar.

Están terminando de tomar forma los talleres que iré encarando este año, con diversas temáticas que quiero abordar y la agenda laboral artística va tomando su propio camino. Espero que nos encontremos creando, haciendo y reinventando este 2019.

El 2018 fue en sí mismo una experiencia única y transformadora de la que salgo fortalecida y sumamente agradecida. Mi especial agradecimiento a cada una de las mujeres que integraron la maravillosa Marea Verde. Gracias a cada una de ustedes me encontré al regreso con mujeres empoderadas, y el paradigma patriarcal temblando ante sus pasos.

Gracias a Redacción 351 por su invitación a participar de este hermoso anuario que año a año nos invita a pensarnos como partícipes actives de la cultura de nuestra ciudad

Que nos encontremos y salgamos de todas siempre un poco más fortalecides.

#sevaacaer #quesealey

Mar Sánchez Rial – Fotógrafa.