Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Hay un viejo que sigue viviendo después de cuarenta años de muerto. Debe tener un montón de explicaciones, pero hay dos que son avasallantes.
La primera es simple: fue el político más importante en la Argentina del Siglo XX. Amado; odiado; prohibido; enarbolado; resistido; tironeado… Carajeado como ninguno.
La segunda es tal vez más importante. Es increíble, pero es así. Tiene que ver con el nombre, y más con apellido. Ese viejo no habría sido lo que fue si su Libreta de Enrolamiento hubiera mostrado a la historia alguna delicadez reposada en sílabas de porcelana, con vocales débiles como masitas dulces para acompañar el té.
No. Para detonar un fervor de décadas, fue necesario un nombre de fonética poderosísima. Ya se debe haber analizado mil veces, pero por qué no divertirse un rato antes de los malditos rompeportones.
Analicemos:
«Juan Domingo Perón.»
Miren las enes: JuaN DomiNgo PeróN. Tiene un ritmo marcial. Ahora póngale signos de admiración:
¡JuaN DomiNgo PeróN!
¡Parece un salto triple! O esos toboganes que suben, bajan y vuelven a subir en cada N.
Ahora, mire la construcción de sílabas. «Juan» es un monosílabo que termina en vocal fuerte y N. Esa N es como un primera lomada a la que se llega con el envión de la A. Como una rampa para esos deportes extremos (que es lindo verlos pero practicarlos, si ven que no llego empiecen), viene un trisílabo con otra lomada en el medio: «DoMINgo». Esa sílaba central es la imagen de un loco en moto haciendo piruetas en el aire. Pura adrenalina.
Pero falta lo más fuerte. El apellido. ¡Un bisílabo de vocales fuertísimas que encima termina en esa N que se viene repitiendo desde los nombres!
Ahora, un dato clave. Es un apellido agudo, propicio al grito liberador. Calcule si la O no tuviera acento. Si en lugar de «Perón» hubiera sido «Peron». Otra habría sido la historia. Una muy distinta. Imagine el acento en la E: chau grito libertario; chau marcha peronista, ¡chau todo!
Pero la historia sabe dónde van los acentos de los nombres importantes y en tres palabras de composición silábica inconstante (apa…) logró un prodigio de la fonética, sobre todo por esa resolución tremenda de un apellido que viene tomando carrera desde la N del primer nombre para explotar en el bisílabo final, que arranca con «Pe», que es la misma de «Pecho» y termina en la O, que es la misma O de «GOL»; de «Oooh juremos con gloria morir…»; de «OOOooooOOOOÓÓÓ» de los recitales; de tantos gritos.
Si algo tiene la O es esa facilidad para amontonar gente. La forma misma de la letra es, por cierto, una imagen cenital de la onda expansiva de su pronunciación detonada.
«Juan Domingo Perón». Basta pensar alternativas para concluir en lo irreemplazable de ese nombre.
Juan Sebastián Perún – Domingo Alberto Peren – Domingo Juan Perán – Juan Luis Perín – Luis Domingo Purón – Juan Antonio Pirén – Domingo Salvático Pirán – Américo Juan Poren…
No hay forma. Es como es. JuAN DoMINgo PeRÓN. La historia de su movimiento, el más apasionante de nuestra historia por sus implicancias extremas, comienza con ese movimiento silábico demoledor.
De los años de la resistencia viene un grito que dejó descansar los nombres del Viejo para tomar su apellido en otra expresión, como un arma que sigue erizando millones de pechos argentinos. La apoteosis del grito sigue emocionando en ese film vehemente de Fabio sobre Gatica, cuando Edgardo Nieva, en la piel del boxeador malogrado, se caga en la prohibición y en medio del ring desboca un ¡¡¡Viva Perón Carajooooo!!!
Polémicas aparte, hay que buscar expresiones que resuman la idiosincracia de un país. Una es ¡¡¡Viva Perón Carajo!!! Otra es… Esperen…
Como correlato de un apellido problemático y febril que dio para todo, ¡¡¡Viva Perón Carajo!!! expresa de todo.
Mensaje de texto en los primeros minutos del 25: «¡Feliz Navidad loco! ¡Viva Perón, el lechón y la sidra La Parranda!»
Y así. Ganó Boca: ¡Viva Perón! Salió campeón Racing: ¡Viva Perón Carajo! Apareció un fernet olvidado en plena madrugada: ¡Viva Perón! Se acabó el hielo y apareció un amigo con una bolsa: ¡Viva Perón!
Esta noche toca La Pata de la Tuerta para festejar Año Nuevo: ¡¡¡Viva Perón Carajooooo!!!
¡El Grito Sagrado!
Si el 2014 arrancó con un brindis a los saltos en Caseros al novecientos y pico, el 2015 también!
La muchachada de La Pata de la Tuerta vuelve a La Fábrica, después de todo un año de recitales por todos lados. Este fue su resumen para el Anuario Musical:
Nuestro 2014 estuvo signado por nuevas experiencias y desafíos. Por ejemplo:
Desde mediados de marzo y hasta mediados de abril, encaramos una maratónica gira por México. Auténtica aventura épica, la “Gira Picante” llevó a dieciséis personas a través de siete mil kilómetros y ocho estados; implicó una veintena de presentaciones y dejó como saldo la aparición de un disco compilado; la edición de tres videoclips y un montón de amigos que esperan como nosotros el próximo regreso.
Desde mediados de año pusimos pies y manos sobre la tierra para erigir “Barrock”, nuestro humilde estudio de grabación que es todo un orgullo. El aire puro y la distorsión empezaron a conjugarse para la grabación de nuestra próxima creatura, la sucesora de “Espuma”, y ya arrojó al mundo su primer registro: una versión patera del Himno Nacional Argentino que Radio Nacional Córdoba tiene a bien pasar en sus medianoches.
Además, como si fuéramos pocos, sumamos un integrante más a la familia: ahora La Pata de la Tuerta somos trece sobre el escenario, prestos a festejar el catorce aniversario hacia principios del 2015.
Y cuando parecía que se acababa el año, los Che Sudaka nos invitaron a participar de un compilado de músicas sin fronteras y apareció “La Pata de la Tuerta – Un carnaval de ida y vuelta”, libro escrito por Juan Carlos Rogna que nos pinta de cuerpo y alma.»
¡Sin frenos!
Estuvimos el año pasado. ¡La pasamos tan bien que a la salida vimos el sol y ya no nos acordamos de nada!
Sí que nos acordamos. De ahí la recomendación. Si no es ¡Viva Perón!, grite lo que quiera. O nada. No grite. Con ir a dejarse llevar por estos loquitos basta y sobra.
Agendá:
La Pata de la Tuerta recibe el 2015 en vivo.
Jueves 1 de enero – Después del brindis.
La Fábrica Cultural – Caseros 988.
Entrada: $50 hasta las 3am. Después, que sea lo que Juan Domingo quiera.
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