Palabras Pesadas

En el nombre del Padre

9-02-2017 / Lecturas, Palabras Pesadas, Política y Sociedad
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La película Spotlight muestra una oscura realidad que no conoce fronteras.


En el nombre del Padre

Por Tefi Nosti.

Se estima que son 4.500 los menores que sufrieron abuso sexual por parte de la Iglesia Católica en Australia. En Argentina, los datos sobre pederastia cometida por clérigos no son tan específicos. Según UNICEF, cada una hora 228 niñas y niños son explotados sexualmente en América Latina.

Spotlight, la película ganadora del Oscar en el 2016, narra los crímenes cometidos por parte de la Iglesia Católica en la ciudad de Boston entre 1980 y 2001. El equipo Spotlight, a cargo de las investigaciones de The Boston Globe, es encomendado a realizar la tarea de desenmascarar esta cruda verdad.

Aquello que en un principio parecía un número difícilmente comprobable o el relato de alguna aparente víctima poco fiable, comienza a transformarse en una situación encubierta. El 6% de los sacerdotes de Boston cometió abusos sexuales a menores durante ese lapso. La mayoría de los casos no fueron levantados por la prensa ni dados a conocer públicamente.

La situación es una figurita repetida en el manejo mundial por parte de la Iglesia Católica: comprar a las víctimas con monedas y promesas divinas. Generalmente el blanco son menores en situación de vulnerabilidad que recurren a instituciones religiosas en busca de sostén o son llevados a ellos por familias sumidas en la ignorancia y la desesperación por una salvación del más allá, mientras la realidad los carcome.

En un contexto de respaldo estas situaciones pueden prosperar. Cuando el entorno social confía de modo incuestionable en el accionar de una institución (ya sea la Iglesia Católica o un medio de comunicación), considera mayor el peso de la palabra de un tercero que de un propio hijo, sobre todo cuando ese tercero puede asegurar la salvación eterna.

La película demuestra de manera precisa la conformación de lo “noticiable” y cómo lo que necesita ser contado, no es necesariamente lo más vendible. Relatar una historia es desatar una bestia, nunca se sabe cómo va a impactar. Para presentarle al público una historia que resquebraje sus creencias más hondas se requiere de inversión en tiempo y recursos pero por sobre todo: capacidad de receptividad.

El argentino Sebastián Cuattromo fue uno de los casos consultados para la investigación de Spotlight. Junto con su organización “Adultxs por los derechos de la infancia” llevó adelante la lucha por la imprescriptibilidad de los delitos de abuso sexual, conseguida en el 2015. La mayoría de las víctimas demora mucho tiempo en poder contar lo ocurrido. Conlleva culpa, vergüenza o el involucramiento de un miembro cercano a su familia.

De los 7 curas abusadores argentinos referidos en la película, muchos están libres, tienen arrestos domiciliarios o gozan de salidas transitorias. Mientras la Iglesia Católica los protege, los únicos condenados a vivir un eterno infierno son las víctimas.