Por Josefina Furlani | jfurlani@redaccion351.com
Fotos: Victoria Montenegro
El 24 de marzo, pasadas las seis de la tarde, se daba comienzo a la marcha en conmemoración al aniversario número 38 del último golpe cívico- militar que tuvo el país. Como todos los años, la gente se reunió en Colón y Cañada. Banderas de distintos colores, claveles rojos, fotos de los desaparecidos y niños en los hombros de adultos creaban un clima de resistencia festiva contra el olvido.
Minutos antes, el Frente de Izquierda junto a otras organizaciones habían arrancado la marcha.
De manera pacífica centenares de personas transitaron las calles céntricas, los mismos lugares que años atrás habían recorrido las víctimas del golpe. Así lo recordaban a los caminantes los esténciles pintados en el asfalto.
La marcha contó con una concurrida participación. Se desarrolló sin inconvenientes. Al llegar a la intersección de General Paz y 27 de abril, las dos grandes corrientes se dividieron. Hasta el palco principal ubicado en Yrigoyen a metros del buen pastor, llegaron las organizaciones de derechos humanos, Madres y Abuelas de plaza de mayo Filial Córdoba, la Mesa de Trabajo por los derechos humanos y otras agrupacioes. Mientras tanto, otra parte de la concurrencia se reunió en la plaza San Martín y otros quedaron en el Patio Olmos.
La convocatoria principal contó con la participación de Silvia di Toffino, hija del sindicalista Tomas di Toffino, secuestrado durante la dictadura, y de Emi D’Ambra, miembro fundadora de la filial Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo. Allí en el palco, las denuncias fueron contra los cómplices de la dictadura, los que siguen impunes. Se recordó a los 30 mil desaparecidos, presentes en la memoria popular. Además, las consignas fueron más allá.
Se reclamó por el estado del archivo provincial de la memoria y por todos los centros de memoria de la provincia. Según un comunicado leído por D’Ambra, los trabajadores de las organizaciones denuncian un “vaciamiento”, porque desde la provincia no se pasa el dinero destinado a preservar los espacios de memoria.
Por otro lado, una consigna fue la derogación del Código de Faltas. Este mecanismo perpetúa la lógica de generaciones anteriores, al detener a jóvenes coartándoles la libertad.
A las 21. 00 luego del himno Nacional, arrancó el festival musical a cargo de bandas locales, entre ellos Demasiado Revueltos, Olé Blando y Rimando Entreversos.
Mientras, la otra gran columna de gente denunció medidas consideradas también autoritarias a través de intervenciones artísticas en la calle. La ley Antiterrorista fue denunciada por los convocados como antidemocrática. “Monsanto fuera de Argentina” estuvo presente como consigna. Las críticas a estas políticas fueron contra el gobierno provincial y nacional. Se reclamó contra la designación del Jefe del Ejercito Nacional, César Milani, a quien acusan de estar vinculado al último golpe militar.
Pasadas las diez de la noche, gran parte de la convocatoria se dispersó. El tránsito se abría por las calles Colón y General Paz. Pero quedaban las huellas de una comunidad que se resiste al olvido. No olvidar, para no repetir.
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