» Cuarto Festival Mujeres al Griego redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

¿Qué decir de la repetición? La vida misma es una amansadora de serruchos fraguados para cortarle cabezas a la hidra peluda del hastío. Pobres serruchitos, pensará la bestia, tan lentos, los dientes torcidos, muertos de miedo.

Contra los peores modos de la repetición, esos que León Felipe pensó al escribir «Qué pena si este camino fuera de muchísimas leguas, y siempre se repitieran los mismos pueblos, las mismas ventas, los mismos rebaños, las mismas recuas…»; contra la mala piedra conocida, paciente a la espera de nuevos-viejos tropiezos; contra el automatismo de la resignación colectiva y la resignación al automatismo de cada cual; contra todas las rotondas disfrazadas de curvas y los retornos disfrazados de cambios; contra todos los barrotes rompehuesos de la monotonía irrompible y el cul-de-sac reincidente; contra los espirales remanidos de la violencia, un poco de entereza: el tesón de las buenas repeticiones, de los placeres convertidos en acciones que vuelven para seguir empujando.

Suenan bien esas palabras de Pablo Sandoval ganando el primer plano: «El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… Pero hay una cosa que no puede cambiar… No puede cambiar de pasión».

Entre whiskys inspiradores, Sandoval pensaba en los tipos, en «el tipo», ese que es todos y uno, a lo Jorge Luisito, y en las pasiones, esas buenas formas de la repetición inherentes a los tipos, y también, claro, a las tipas. Pero «tipas» son los árboles de la Cañada. Mejor «mujeres». Y mejor sin comillas, con mayúscula y en plural: Mujeres, con sus pasiones cada cual, con sus placeres y corajes como raíces mágicas, con sus gustos por hacer, por volver a hacer, por no dejar de hacer, para seguir haciendo.

Porque los gustos, vueltos pasiones, se comparten y la vida sabrá ponerse la mochila, revolear serruchos y correr del medio a la bestia del hastío, así nomás, de un chirlo, que hay tanto por conseguir.

Hay Mujeres en Córdoba que dejaron de intentar hacer algo, desde hace mucho tiempo, para hacerlo de una vez.

Ahí está la pasión, mirá. ¿Cómo la ves? ¿Intentamos? ¿Qué es intentar? ¿Intentamos empujar o empujamos? ¿Intentamos armar algo o lo armamos? ¿Intentamos conseguir algo o vamos y lo conseguimos? ¿Dejamos que la historia nos disuelva en ucronías o le sumamos cada vez más nombres y apellidos a la realidad?

Un ejemplo de hacer, uno de tantísimos, repite este fin de semana. Se llama Mujeres al Griego. Es un Festival de Música, dirigido por Karol Zingali y con la curaduría de Vivi Pozzebón, que tendrá lugar en el Teatro Griego, con entrada gratuita, desde las cinco de la tarde de este sábado 12 de marzo, como corolario de una serie de actividades que comenzaron el lunes 7 en Espacio 75, con la presentación del «Primer Foro Cantar y Decir», donde músicas independientes de Córdoba contaron sus experiencias de producción independiente, de viajes, repercusiones, miradas y reencuentros.

Este sábado, como resultado de la pasión por la música y por hacer, podremos disfrutar de grandes artistas de Córdoba: Guadalupe Gómez, Cci Kiu, Clara Cantore, Coral Agruparte, Candelaria Zamar, Lorena «La Negra» Gómez, Sol Pereyra, Ninfas, Alma Nómade, Tranki Punki, Las Pérez Correa, Elisa Gagliano y Dj Cande Lirio. También podremos escuchar a quienes fueron seleccionadas en el marco de la «Convocatoria Nuevas Musas»: La Parsifónica y Bon Voyage. Entre las artistas también reconocidas por el jurado, integrado por Mariela Carrera, Ornella Lanzillotto y Romina López, se han destacado Eli Fernández y Vidamí.

En esta edición, la Municipalidad de Córdoba registrará las presentaciones para que cada artista cuente con un material audiovisual que permita difundir su trabajo.

Sobra decir que será, otra vez, una fiesta al aire libre, plena de música, de pasión, en un entorno de los más bellos que tiene la ciudad.

Cada corazón que ocupe las gradas del Griego, este sábado, será mucho más que un simple chirlo a la hidra peluda del hastío.