Entrevista

Amores Tangos en Córdoba

22-10-2014 / Agenda, Reseñas
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Este sábado 25 de octubre a las 22 horas en Cocina de Culturas, una de las formaciones más reconocidas de la nueva escena del tango presenta «Altamar», su último trabajo. Antes de la fiesta, en la que participarán las chicas de La Viajerita como invitadas, recorrimos los temas del disco junto a José Teixidó, su director.


Amores Tangos en Córdoba

Por | redaccion351@gmail.com

¡No si estos cosos no saben armar una fiesta de la música! ¡Capaz que no les sale! ¡Te parece! Madre santa…

Amores Tangos amontona a estos muchachos que bueno, ¡se juntaron porque el aire es gratis! Nicolás Perrone toca un poquito el bandoneón; a Juan Tarsia le cortaron los dedos y toca el piano como puede; Sebastián Noya tiene el contrabajo de adorno; Augusto Argañaraz no sabe lo que es una batería. ¡Mamadera!

¿Y los que vieron luz y entraron? Osvaldo Peredo, Leandro “Negro” Falótico, Limón García, una tal Marcela Galván que dice que toca el saxo y Román Peusner, que no se sabe dónde aprendió a tocar el violín. Dejen nomás… Encima tienen uno que dirige más o menos: Jose Teixidó, ¡guitarrista!

¡Y esta manga de forajidos tuvo el tupé de sacar dos discos! ¡Y el sábado vienen a Córdoba a presentar el segundo!

¡No si no la tienen clara!

Después de esto, tardamos como setecientos setenta y siete milisegundos en pedir «Altamar». De un par de días de llevarlo a pasear peronistamente de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, surgió una lista de preguntas que fue enviada a Buenos Aires por paloma gimeilera nocturna. Parece que esta gente trasnocha porque a la mañana siguiente aparecieron las respuestas de José.

Lo que sigue tiene un objetivo principal y dos objetivos segundarios. En primer lugar, convocar al lector a Cocina de Culturas, este sábado a las diez de la noche. Así nomás. Que vaya. En segundo término, esperar que el lector le cuente a quien tenga cerca que hay unos tipos que se llaman Amores Tangos, que tocan fenómeno y sino miren los videos de los cosos estos; por último, que el prójimo del lector llame a la tía Nora para avisarle que lamentablemente no podrá ir el sábado al cumple de quince de la Jenifer, que le salió un viaje impostergable a Beravebú por el estado de salud terminal de la abuela de su novia y así, con el perdón de la Tía Nora y de su virgen predilecta, el prójimo, o la prójima, acompañe al lector a la presentación de «Altamar».

Un, dos, tres, cuaa…

– La apertura del disco es una milonga que de repente pasea por la cumbia y por la murga. Estamos tramados de tantos ritmos… ¿Cómo se dio en “Sanata”?

Sanata fue la primera canción que vino después de «Orquesta de Carnaval» (el primer disco) y la estrenamos en el  Sanata Bar; de allí viene su nombre, donde las noches empezaban como conciertos de tango y terminaban en bailes populares. Al principio la tocábamos como una milonga, y un día, con toda la gente bailando en la pista, uno de los músicos gritó “¡Cumbiaaaaa!”, y la empezamos a tocar como cumbia. Llegando al final se armó una batucada, y nos paramos en las sillas y empezamos a bailar todos. Es un rito que seguimos manteniendo, por suerte.

“Tormentosa” dice que el amor da miedo, como quien se quemó con leche, ve una vaca y llora, pero una chocolatada sigue siendo irresistible, más con ritmo de candombe. Hay bronca, amargura, todo es una farsa, todo mentira, pero un abrazo nunca deja de abrigar. El amor es importante para la banda, tanto que se metió en el nombre mismo. ¡Hablemos del amor!

El amor es algo muy importante para nosotros, y que esté en el nombre del grupo nos gusta mucho. Fue como vencer un cierto prejuicio de que hablar de amor o nombrar al amor es algo cursi. A nosotros nos gustan la canciones de amor, las películas de amor, el amor en general y la verdad es que entre nosotros nos queremos mucho, o sea nos amamos.

Cualquiera que escuche el tercer tema sin saber el título, no adivina que se trata de “Los Cosos de al lao”. De a poco se convierte en un tangazo con chan chan al final y todo. ¿Cómo surgió el arreglo de Patricio Quinteros? ¿Quién decidió este tango en el disco? ¿A quién hay que agradecerle todo esto?

Hay que agradecerle principalmente a dos personas. Patricio Quinteros, quien es un músico de la ciudad de Mar del Plata que le puso el swing a este arreglo y a mucha de la música que ha inspirado a Amores Tangos. Después de haber grabado «Marionetas» con Osvaldo Peredo, había que encontrar un tango nuevo para él y ya existía parte del arreglo de «Los Cosos…», ahí le sumamos la primera parte y se lo mostramos a Osvaldo, que primero tuvo sus dudas, pero después le encantó. Dice que siente que la música lo acompaña y le permite cantarlo como él quiere. A él es al segundo al que hay que agradecerle. Un genio. Hay un video de esto que es bellísimo, creo yo.

¡Acá está!


Si Tom y Jerry corretearan por Monserrat o San Telmo, la música sería “Parararaira”. ¿Qué imágenes habrán cruzado la inspiración del compositor?

La imagen de una niña de dos años corriendo por un patio en un pasaje de Boedo, que al escuchar la melodía de la introducción unas cien veces durante una semana (yo la grababa en el teléfono, la escuchaba de nuevo, le cambiaba una nota), le dijo a su padre: “¡Papi, papi… Tocá Parararaira!”, que es una especie de silabeo de la melodía inicial. De ahí viene el nombre de la milonga.

La interpretación más rápida de “Pa’ qué volver” le redobla el envido a Lepera. Más allá del mérito de la letra, ¿cómo viene la relación de Amores Tangos con los clásicos?

Viene bien, nos gustan mucho y en casi todos los shows aparecen. «Tinta Roja» o «Canaro…», ¡bien rítmicos! Nosotros nos enamoramos del tango escuchando a Ástor, al Polaco, a Rivero, así que esas canciones forman parte de nuestra vida.

La intro de piano de “Lo que dejó la marea” es como una estela de melancolía que el bandoneón acentúa y el violín termina de reforzar. No pareciera necesaria una letra con semejante hondura instrumental. En un momento el tema cobra fuerza y se pierde en el final con un violín que es puro olvido. ¿Es olvido? ¿A quién hay que olvidar? ¡Ahora queremos saber qué historia hay detrás de toda esta belleza!

Por suerte no hay que olvidar a nadie (¡por ahora!) Un día estaba en la sala de ensayo por la tarde e hice un llamado telefónico (a alguien que hacía bastante que no llamaba y que digamos debería haber llamado antes). Una vez finalizada la conversación me senté al piano y salió esta canción, que por mucho tiempo se llamó “El día en que te llamé por teléfono” y posteriormente pasó a llamarse «Aquél jueves fatídico en que te llamé por teléfono”, hasta que tuvo su último y actual nombre. Los detalles de la charla los dejamos para otra entrevista.

El giro de “Besame mucho” es una genialidad. Cualquier amante del bolero pediría la hoguera. ¿Cómo surgió la idea de semejante herejía? ¿Qué le pareció a Peredo?

La idea o el arreglo es del genial Oscar Alemán, la versión fox trot de «Besame…» con los coros que responden. Una genialidad que empezó como un juego en vivo y terminó en el disco. ¡Osvaldo es el más joven de todos nosotros! ¡Se re copó!

“Tango de altamar” cambia de fuelle. La imagen cruza el Atlántico a nado y aparecen esas plazas de Praga o por ahí cerca, con argentinos bailando. Hay un aire medio balcánico también. 

Tiene algo del atlántico, es verdad. Volvíamos con Nico Perrone de un viaje a España y en el avión apareció esa melodía.  Después formó parte de una obra de teatro y como nos gustó mucho el resultado final, la incluimos en el repertorio de Amores. Tiene una letra nunca cantada que dice “Sueño con volverte a ver, amor… Yo te espero en altamar.” Volverte a ver era el nombre de la obra.

Cada verso de “Deshojando margaritas” es una alegría. “Hoy es viernes tengo ganas de perder”; “Me voy bailando al ritmo de los bombos, contento por el beso que perdí”. Al final, la música salva… ¿Siempre salva? ¡Digan que sí! (parezco Claudio Tepongo).

La música puede hacer cosas maravillosas… El sábado pasado estuvimos tocando en un Hogar de Ancianos de Mar del Plata. La expresión de esas personas era increíble, una alegría tremenda y solo estaban escuchando música. Parece inexplicable. Volviendo a la pregunta, para mí que sí, que salva. La música salva.

La versión de “Sueño de juventud” podría jugar de banda sonora para esas películas de domingo a la tarde que vimos cincuenta veces y las seguiremos viendo cincuenta veces más. La intro, por ejemplo, hace aparecer la pluma en el aire de “Forrest Gump”. Con las cosas que se ven en su página, ustedes tienen que tener su propia película. No un dvd. ¡Una película! ¿Para cuando?

Me parece una gran idea, ¡posta! Creo que podría ser para los diez años de Amores, o sea tenemos cuatro años para devolver la plata que pedimos prestada para hacer el DVD que está por salir. ¡Vamos a hacer una película y vamos a tener que poner alguna referencia a esta nota! ¿Vos sos guionista?

Qué lindos chicos… Por último, ¿qué vamos a ver y escuchar en Córdoba? Pueden contar lo que quieran que los relacione a nuestra ciudad.

Vamos a vernos, todos los que vayamos el sábado 25 a Cocina. Vamos a vernos y a escucharnos. Nosotros les vamos a pedir que canten, que griten, que se paren a bailar… ¡Vamos a escuchar a La Viajerita! ¡Vamos a escuchar la voz aguardentosa de Limón García! Vamos a pasarla (esperamos que muy bien) juntos. Hace unos seis meses escribimos en una red social que teníamos ganas de ir a tocar a Córdoba y acá estamos… A punto de tomar la Ruta 9. Más no podemos pedir.

Agendá:

Amores Tangos presenta «Altamar». Invitadas: La Viajerita.

Sábado 25 de octubre – 22 horas.

Cocina de Culturas – Julio A. Roca 491.

Entrada: $70. Anticipadas para estudiantes y jubilados: $60. Reservas: 351 4862689.