Películas para abarajar antes de cagar fuego

Carne Trémula – Crimen y Lujuria – Escrito en el cuerpo

23-10-2016 / Lecturas, Películas para abarajar antes de cagar fuego
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Porque nadie sabe cuándo puede visitarte un Coniferal de frente, mejor un capítulo a modo de tríptico en esta aventura lenta de esquivar guadañazos a puro cine. Si hay que poner el cuerpo, que sea en tremendas ficciones, ahí en la pantalla.


Carne Trémula – Crimen y Lujuria – Escrito en el cuerpo

Por Juan Fragueiro.

Carne Trémula (Pedro Almodóvar, 1997, España, 1 hora, 40 minutos), Crimen y Lujuria (Ang Lee, 2007, Tailandia, 1 hora, 39 minutos), Escrito en el cuerpo (Peter Greenaway, 1996, Reino Unido o The Colonizatores, 2 horas).

Tres imponentes piezas del séptimo arte unidas por un factor común: el suspenso. La carne en suspenso; el suspenso de un crimen y el suspenso de tatuajes antes de que esa palabra significara “arte”.

España, Tailandia o el Reino de los Piratas tienen en común el lenguaje del cuerpo que arde, del cuerpo que se entrega en un envase casi policial y del cuerpo que se deja usar como pergamino de los deseos oscuros en fotogramas que se detienen. En las tres hay una cadencia endemoniada y al mismo tiempo un ritmo paradisíaco, mezcla caprichosa de sensaciones eróticas con el único fin de justificar los medios.

Así es como el director Almodóvar se expresa en sus cintas dedicadas a una especie de sinfonía del placer. Así como el director Lee propone un complot de estudiantes de teatro para cagarle la vida al capo mafia en plena guerra. Así como el británico exquisito sueña con pieles humanas que han sido despojadas de su utilidad epidérmica y se consolidan como libros de cuño perfecto en el que albergará casi la misma cantidad de páginas que la Enciclopedia Británica.

Nada hay tan puro y expresivo como los jirones de un cuerpo que se entrega sin el más mínimo compromiso animal, lo que para la posteridad será o está siendo una oscura semblanza del amor en los años poéticos del siglo XX. En un pandemónium de situaciones melodramáticas, cada uno de estos monstruos nos interroga sobre la delicada turbación del sexo, del amor, de la muerte. ¿Y qué son los tres sin uno de ellos? La levedad de la nada.

¿Hay morbo? Sí, mucho morbo, pero de ese morbo fino y circulante porque no es lo mismo ver este cine solo/a que no sola/o, porque la alegría también es una cuota irrisoria de permisividad colectiva. Cuando la carne es trémula y la lujuria un crimen, a todos nos queda el mensaje escrito en el cuerpo.

 

Carne Trémula – Película completa.

 

Crimen y Lujuria – Avance

 

Escrito en el cuerpo – Película completa.