Ida y vuelta

Tebi Giordano presenta «Mirar»

10-12-2015 / Agenda, Entrevistas, Reseñas
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El año se va con más discos nuevos para celebrar. Este domingo 13 de diciembre a las 21 horas en El Vecindario, el músico estrena las canciones de su primer disco con una banda de notables. Recorremos las canciones con sus palabras.


Tebi Giordano presenta «Mirar»

Por | redaccion351@gmail.com

Si la música de este pedacito del continente fuera el tema de una clase de pintura para chicos de cualquier edad, una representación posible tendría la forma de tejido felizmente irregular. A lo largo y ancho del lienzo, hilos gruesos y finos; rectos y ondulados; de tonos fuertes y de sombras; de trazos imponentes en el centro de la hoja y de filigranas en los bordes…

A una distancia que permita abarcar el conjunto, la vista encontraría una verdadera familia de luces y texturas, con sus amontonamientos de géneros como manchones sagrados en toda la superficie.

Un par de segundos de observación bastaría para identificar hilitos entrecortados que recorren gran parte del tejido. Aparecen por todos lados, enredados como semifusas en punto santa clara, al son de cualquier pincelada.

Por ahí anda Tebi Giordano. Sólo hay que «Mirar» para encontrarlo haciendo música por el centro, por los bordes, con amigos de todas las tramas: La Pata de La Tuerta; Avant Premiere; The Greets; Jenny Náger; Vivi Pozzebón; Cony la Tuquera; Umaturman; Volá Pescao; La Madre del Borrego y siguen los cruces.

Hace un tiempo, por simple necesidad de pintar sus propios lienzos, reunió a músicos amigos (Eric Nüesch en guitarra eléctrica; Matías Acosta en bajo y guitarra eléctrica; Pablo Giordano y Santiago Baravalle en teclados; Flor García en coros; Hernán Bergelli en congas y Ezequiel Rogna en timbaletas), mostró sus canciones, repartió pinceles y oleos como agujas y ovillos, dejó que el tiempo bordara todos los detalles y finalmente, después de un año de intensa actividad, dejó salir la noticia de su presentación en vivo.

«Mirar» se deja escuchar, disfrutar, y preguntar. De las canciones surge un ida y vuelta con el autor, antes de la noche de estreno, este domingo 13 de diciembre en El Vecindario.

 

Acá


-El comienzo de “Mirar” es  una sorpresa. Otro sonido; otro estilo. A los cuarenta segundos de “Acá” llega un corte y es rock, con guitarras tremendas sobre los coros. Pero lo primero que aparece, para muchos, es tu voz desde nuevas canciones propias. ¿Cuándo nació la idea de lo que hoy estamos escuchando?

-En realidad no sé bien cuándo nació, lo que sí sé es que hace mucho tiempo me interesa hacer canciones, de hecho la mayoría de las composiciones del disco tienen entre seis y ocho años de vida.

 

Veo

 

-¡Sigue el rock and roll! La letra habla de estallar la razón contra el piso, de vivir sin tanto rollo. Hay mucho amor en cada verso, pero la estrella de la canción, por cómo suena, es la batería. También está la guitarra. ¿Cómo aparecen estos instrumentos en tu vida?

-La batería llego a mi vida a los siete años y es el instrumento que más cómodo me hace sentir. Aprendí los primeros acordes en la guitarra con un cancionero de Sui Géneris que estaba en mi casa, sin demasiadas aspiraciones, pero para ese entonces ya me gustaba cantar y resultó ser una buena forma de “acompañarme”.

 

Normal

 

-¡La letra te deja pensando si todo eso que se siente finalmente como algo normal está bueno o no! ¿Vos cómo la ves? Lo que pasa al final con las guitarras da muchas ganas de que llegue el día del vivo. A propósito, pensando en la presentación, aparecen tremendos músicos que te van a acompañar: Nacho Ducasse en batería; Pablo Giordano en teclados; Marian Pellegrino en guitarra; Mati Acosta en bajo; Eric Nüesch en guitarra y Sofía Leone  en violín y las proyecciones de Pablo Sosa Caba. ¿Cómo vienen los ensayos?

-Se me ocurre que la letra de Normal, que es de Ximana Sariñana, se revela un poco frente al concepto de normalidad. ¿Qué es normal o anormal si de sentir se trata? Y si así fuera, ¿quién lo determinaría?  Con respecto a los ensayos, son momentos de felicidad constante. Tocamos cinco o seis horas y se nos pasan volando, todavía no puedo creer que semejantes músicos se interesen por tocar mis canciones. Para mí es un honor tremendo.

 

Mirar

 

-Es la que nombra al disco. Otra canción de amor, más acústica, con detalles bellos. El clima podría dejarnos imaginar el aro del redoblante como base rítmica pero se escuchan platos que suenan… La palabra sería prístinos. La instrumentación tiene de todo: una viola media espacial, ruiditos, un arpegio acústico al final. ¿Lo pensaste así? ¿Se terminó de armar en el estudio?

-El disco en su totalidad se armó en el estudio ya que estaba pensado sólo para guitarra criolla y voz, hasta que lo escuchamos y nos cayó la ficha de que le faltaba la banda de rock empujando a la canción y en la mitad del proceso de grabación, que duró casi tres años, empezamos a arreglar los temas y a grabar distintos instrumentos sobre esa base del comienzo.

 

Vuelo

 

-Lluvia en la introducción. Un piano que suena a distancia, a ausencia. Pero la letra habla de “flores para que te rías.” Y de vos “colgado de una nube… Qué hermoso despertar…” ¡Acá aparece el aro del redo! Otra vez la combinación de acústicos y eléctricos. Sigue el  amor en la poesía. ¡Vivan los cortes del final! Giordano, confiese: ¿qué es el amor?

-¡Qué difícil! Jajaja… Escribí esta canción estando muy enamorado, y creo que el amor es el sentimiento más puro de la tierra, aunque a veces se disfrace de otros sentimientos más impuros…

Creer

 

-¡Tenía que llegar un cumbión! Una viola confitada y un acordeón de la mano después del “¿Bueno vamo’ nomás maestro?” Primero: ¿Quién es el maestro? Segundo: la música nos lleva a La Pata de la Tuerta y a la pregunta. ¿Cómo te manejaste con tantos recitales y la grabación del disco?

-Esta canción la grabamos con Mati Acosta en simultáneo, en la misma sala en una sola toma, él toca ese punteo que decís, y esa es una charla nuestra antes de empezar a grabar. Con respecto a la grabación, como te contaba antes, fue un proceso muy largo y relajado. En ningún momento se cruzó con ninguno de los recitales.

Descorazonado

 

-La guitarra acústica y la eléctrica logran una belleza en “Descorazonado”. ¿Cómo se trabajaron los arreglos de esta canción? Otra cosa: metiste una palabra de seis sílabas en los versos. ¡De locos!

-Todo nació en ese arpegio que fue de guitarra criolla, en un principio y después de eléctricas y acústicas, todo el trabajo lo hizo Eric Nüesch, un hermano que me regaló el camino, que forma parte de la banda que va a tocar “Mirar” en vivo el próximo domingo.

 

Dormir

 

-Una canción con mucha orilla, con mucho de vida vivida. Hay un trabajo sobre las voces, pero es, tal vez, la canción más espontánea, más para cantar de cerca. ¿Qué canciones así, de voz y guitarra, te gustaron siempre, que tal vez la hayan inspirado?

-Creo que me inspiró la escenografía de un verano brasilero, recuerdo que la música y la letra las hice casi al mismo tiempo y debo confesar que siempre imaginé esta canción en la voz de Ignacio Serfati de La Madre del Borrego, ¡y se me cumplió el sueño! La va a cantar en El Vecindario.

 

Permanecer

-Lucía es la canción contra la crueldad del mundo. ¡Me llevó a los discos de Spinetta Jade y dije gracias! Vas a cantar todo esto en vivo. Hay muchas emociones dando vueltas. El durante va a fluir, pero ¿cómo te imaginás el antes y el después?

-Estamos trabajando con un equipo muy groso para la presentación del disco, y estoy muy agradecido porque además de admirarlos y respetarlos porque son tremendos en lo que hacen, son personas muy cercanas afectivamente, sin duda va a ser una gran emoción compartir con ellos. El antes: ansiedad, el después: festejo y emoción,  imagino.

Juguemos

-La ciudad de la letra, la que te ve dando vueltas, ¿siempre es Córdoba en tu vida? Habrás salido a jugar más de una vez a las escondidas y a las encontradas… Te habrán llegado comentarios como rebotes inesperados de tus seres más cercanos sobre el disco o sobre algunas de las canciones. ¡Cuente así nos enteramos!

-Juguemos es la canción de salir a ahogar penas o a despejar la cabeza, por un lado, y contradictoriamente, una gran amiga, Maru Chamella, me comentó hace poco que sentía al disco muy para adentro, para estar en la casa, y me pareció muy acertado, también lo siento así, es un reflejo de mi personalidad, me encanta estar en casa.

 

Canción de cuna

 

-Si todas las canciones suenan diferente según cómo las escuches, ésta canción suena tal vez más diferente. Con los auriculares, se disfruta de los arreglos; si la soltás en los parlantes para que rebote en la casa, te multiplica las ganas de que aparezca quien extrañás. Es una gran canción de cierre. Tiene que haber un por qué sobre esta canción al final…

-Es una canción muy especial porque la hice para mi sobrino cuando aún estaba en la panza, y él mismo protagoniza el video de esta canción. Regalos que la vida y la música te dan, que son para siempre, que no se olvidan nunca.

Tebi Giordano – Veo

 

-Te vimos en la presentación del disco de Jenny Náger, hace un año; en la presentación de “Vivir en la Tierra” de Vivi Pozzebón hace pocos meses; con La Pata muchas veces; Umaturman tuvo sus presentaciones, y siguen apareciendo toques… Hay canciones hermanas por todos lados. Te iba a preguntar por la actividad que viste en el año pero me interesa más otra pregunta. En todo este proceso, ¿Qué ves cuando te ves?

-Veo una escena musical muy alentadora en la ciudad, bandas muy diferentes y de alto nivel. Y soy un agradecido de haber tenido la oportunidad de escuchar cantar a Jenny , de admirar de cerca la luz que irradian los Toch, de ser parte de La Pata de la Tuerta, de compartir la amistad y la música con La Madre del Borrego, de zapar con Vivi, de escuchar tocar la guitara a Marian Pellegrino. Pequeños grandes regalos que me brinda día tras día el camino de la música.

 

Agendá:

Tebi Giordano presenta «Mirar».

Domingo 13 de diciembre – 21 horas.

El Vecindario – Marcelo T. de Alvear 835.

Entrada: $80.