Entrevista

Mery Murúa graba en vivo «Sal», su nuevo trabajo.

17-05-2015 / Agenda, Entrevistas
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Este miércoles 20 de mayo a las 21 horas en la Estación Mitre, la gran cantante concretará un proyecto hermoso: registrar su presentación para la edición de su tercer disco, junto a músicos de primera línea. Compartimos su testimonio en una previa colmada de expectativa y felicidad.


Mery Murúa graba en vivo «Sal», su nuevo trabajo.

Por | redaccion351@gmail.com

Las producciones independientes de Córdoba vienen reforzándonos el hábito de disfrutar presentaciones cada vez más logradas. Hablamos de conciertos que reúnen autores e intérpretes notables y puestas cada vez más cuidadas.

No estamos acostumbrados, sin embargo, a eventos como el que tendrá lugar este miércoles 20 de mayo a las 21 horas en la Estación Mitre. Hablamos de la grabación en vivo de un nuevo disco, titulado «Sal». Su protagonista es la cantante Mery Murúa.

¿Por qué es imperdible este evento?

Por razones, podríamos decir, apilables, fundidas a su vez por experiencias, podríamos decir, indelebles.

En la base de la admiración, la sensibilidad de Mery Murúa para acertar siempre con el repertorio que elije. No encontramos obras que haya interpretado, que nos muevan a pensar «esa canción no es para ella». Las buenas voces suelen venir con oídos infalibles para captar oportunidades de belleza.

En un segundo nivel, la variedad de sus elecciones, que a lo largo de los años, nos ha llevado a pensar, y a comentar entre amigos o compañeros de mesa o de fila o de mosaicos o pedacitos de tierra, durante sus interpretaciones: «¡esta mujer canta bien cualquier cosa!». No hemos dicho, precisamente, «esta mujer». Dijimos, es la verdad, «esta mina». También dijimos: «¡Esta hermosa hija de su madre hermosísima te desmaya con la primera estrofa!». No hemos dicho, precisamente, «madre hermosísima». Es la verdad. Pero con tanto amor lo hemos dicho… Con tanta paz… Las voces que sobresalen alumbran todo lo que cantan.

Por encima, una tercera razón: la emoción de su canto, siempre contagiosa, en cualquier interpretación. Basta levantar la mirada y ver pasar ejemplos inmediatos que la memoria libera, de cantantes vehementes que no emocionan, por arrebatos innecesarios o matices insuficientes, para permitirnos pensar, por contraste, en una conexión profunda de Mery con quienes la escuchan. Las mejores voces se emocionan y emocionan cuando descubren la combinación perfecta del tiempo y el sentido, de las imágenes de cada verso y su tono.

Trepando un poco más, una razón que crece por añadidura, que decanta mágica hacia arriba: sus enormes amistades. Artistas ineludibles, locales y visitantes, que la han invitado a compartir escenario. Tantos y tantas como para encontrarnos pensando, una vez más, en la naturalidad de los abrazos. Las mejores voces suelen encontrar grandes compañías.

En la terraza de un argumentario cuya altura no sabremos precisar, porque cada dimensión de Mery no tiene techo y entonces lo de apilar se vuelve puro juego, una presentación muy especial, erguida en méritos que el tiempo se encarga de reconocer y premiar: el recital de una cantante que acierta siempre, en cualquier latitud de nuestra música popular; que se emociona y nos emociona; que cantará acompañada por músicos admirados, como Horacio Burgos; Rubén «Mono» IzarrualdeJerónimo Izarrualde, José «Pepo» Gómez, Franco Luciani, y los Alma Mora.

Un evento diferente, este miércoles 20 de mayo en la Estación Mitre. Una noche que se multiplicará en la memoria de quienes tengan el privilegio de ser parte.

Es posible adivinar, en cada asistente, al menos tres alegrías: la de colaborar con su entrada al financiamiento de la edición de «Sal»; la de presenciar el recital, y que su aplauso compartido embellezca la grabación; la de completar la experiencia accediendo al disco, para escuchar una vez y otra vez y otra las canciones, para jugar a adivinar su aplauso, para decir «yo estuve ahí», para querer un poquito más a Mery Murúa.

Aún quedan entradas, muy pocas. Y muchos que irán por ellas.

Algo de «Acacia», mientras tanto.

 

A pocas horas de la gran noche, compartimos las preguntas a Mery, para distraer la ansiedad, y sus respuestas, ¡para multiplicarla!

 

La expectativa mueve casi todas las preguntas. Tenemos mucho por conocer, antes del vivo. ¿Por qué “Sal”?

SAL es un elemento que resume las características de mi zona, del lugar de donde yo vengo… Y escribí unas letras al respecto, que luego se transformaron en canción. Dice:

Vengo de donde la sal
se escurre y florece en la faz
de la tierra de los hombres que sudan igual.
Vengo de donde la sal
sazona los días y el pan
de los niños y mujeres que lloran igual.
Corre en mis venas
es mi cantar
sal es mi tierra
son las salinas el mar…
principio y final.
Vengo de donde la sal
conserva la carne que habrá
de alimentar a los pueblos que sueñan igual.

En la casa de mi abuela en Milagro (La Rioja), donde nació mi madre, la sal servía pa’ todo: para curarte las heridas; para preparar la salmuera; para cortar las tormentas; para conservar las carnes; para preparar las pasas; para espantar los males… Siento que en mi vida, esa sal ha sazonado mi canto.

 

Los músicos que te van a acompañar son cosa seria. ¿Cómo se fue dando esa tremenda junta?

Con Horacio hace años que trabajamos juntos. Él es el director musical de este proyecto, el que conoce nuestro lenguaje. José Gómez aparece en escena a partir de un evento que compartim0s, el Homenaje al Flaco, el año pasado; de ahí quedaron ganas de hacer cosas. Mono viene hace un tiempo aquerenciado al pago, ¡así que qué mejor excusa pa venir a Córdoba que grabar un disco! Jero, su hijo, se suma por iniciativa de Mono y mía, porque es un talentoso, y un hermoso ser. Franco pertenece a una generación de virtuosos del país y yo tuve la suerte de conocerlo hace años. Cuando era pibito, compartimos una canción y siempre quedamos conectados; también era una buena excusa pa que se venga. Y los Alma Mora, eran con esa “sal” que los caracteriza, una pieza ideal pa recrear un tema del Chango Rodríguez que siempre me sonó a rumba, «Luna de Tartagal».

 

En “Acacia” conocimos una canción tuya. Tenemos mucha curiosidad sobre lo que va a pasar en Sal. ¿Se puede adelantar algo sobre los temas?

Es muy fuerte la imagen de mi madre y su familia cantora, es muy fuerte la presencia de Milagro, el rancho, mi abuela, el noroeste cordobés, la punta de las salinas grandes. Entonces junté un puñado de canciones que son la síntesis de mi infancia por aquellos lados, las canciones que aprendí allá, que me enseñó mi madre, mi prima Ana. Aparece «Te recuerdo Amanda», de Víctor Jara«Que seas vos» y «Resolana», en homenaje a Cafrune que era el ídolo de su madre; «Río rebelde» y «Luna de Tartagal», canciones que cantaba junto a mis hermanas y primas en los veranos riojanos; «Aroma del lugar», una canción que de alguna manera me abrió el camino de la música en mi adolescencia por Cruz del Eje. Hay autores que admiro, como Pancho Cabral con su «Topador y Vidalero», en una referencia ineludible al febrero del ’75, en que mis padres se reencontraron para destinarme a este mundo; Ana Robles y su «Viernes de Salamanca», como un relato de creencias que mi abuela y mis tías me inculcaron de niña… Y para completar, tres canciones de autoría propia: «SAL», que da nombre al disco; «Mandarino», dedicado a mi hija cuando nació, y «Tu mama calma», un huayno para calmar la tristeza de haber dejado de dar de mamar, quizá por última vez. En total, doce temas incluyendo una obertura.

 

El espacio donde se grabará «Sal» es muy particular. ¿Cómo se dio?

Andábamos buscando un lugar cálido, que no tuviera una estética muy usada, porque se filmará todo el show, que luego se trackeará para subir a la web. Y el bar de la Estación es un sueño. Me gustó la idea de que esté vinculado al ferrocarril, un elemento más que tiene que ver con esa infancia y esa adolescencia de las que habla SAL, así que le dimos para adelante, aparte de sentir la buena onda y la energía positiva de la gente que está manejando el lugar. Tito nos abrió su espacio amorosamente, y fue sentirlo como propio desde primer momento.

 

«Acacia» fue grabado en medio de un bosquecito. Este tercer disco en vivo. Nos estás dejando pensar en un futuro de grabaciones alejadas del estudio. ¡Se te habrán ocurrido lugares hermosos para seguir grabando! ¿Tenés algo en mente para el futuro, al menos como un sueño?

No no… Bah, no sé, qué sé yo. Cuando grabé «Acacia», no sabía cómo iba a seguir todo. No estaba planificando “el próximo también será en vivo”, para nada. Sólo me había quedado la sensación de querer que también la gente que nos acompaña esté incluida en un disco… Así como quisimos en su momento que estuviera el bosque… Ahora, si hablamos de ideas, ¡tengo ideas como para siete discos más! Jajaja, o más, no sé. Por ahora concentro mi atención en SAL.

 

Me fui sólo dos meses para atrás en tu Facebook. Sólo dos meses. Me encontré con, por lo menos, todo esto: En la muestra de Julio Paz; en la Peña de los Zerbini; el ciclo Músico Anfitrión con Sandra Corizzo; En el festival para colaborar con La Cruza; en el recital de Ana Robles; en la presentación del nuevo disco de Juan Iñaki, en el ciclo de Paola Bernal y Jenny Náger, en la presentación de Francesca Ancarola; en la Jam de folklore; en el encuentro Generación XXI, y  más… ¿Qué hacés los días que no cantás? Jaja.

Soy ama de casa, ja… Trato de estar en casa. La actividad de nosotros los músicos tiene mucho que ver con el encuentro con los pares. Tengo la suerte de tener un familia maravillosa que me acompaña, y en lo posible trato de estar presente en cada uno de mis mundos. También soy docente, en una escuela primaria a la que amo, porque me bancan en esto, tanto los directivos como mis compañeras de laburo y los chicos. Eso es maravilloso.

 

Tu hija cantando “Niña rasta” de los Toch es para morirse… Hace poco, publicaste un saludo a tu madre, tan importante en tu camino con el canto. Sos el eslabón de una cadena de vida hecha música. ¿Qué cosas cantás con tus hijos?

Canto más con mi Juan, que tiene 18 años y está estudiando composición en Villa María. Estudia guitarra y flauta, así que cada vez que viene me muestra cosas que está armando y es un momento de celebración tan intensa, tan íntima, tan celestial, que la Violeta se me pone un poco celosa ja. Entonces también quiere cantar con él y hacen juntos el Mono Liso; él toca,ella canta y para mí es el mejor concierto. Y con ella, nuestra vida es una gran comedia musical. Cantamos canciones inventadas en el momento, de lavarse los dientes, de comer, de cambiarse, de hacer pis, de guardar los juguetes, de flores, de pájaros, de estrellas, de brujas, de lluvia, de viento… ¡La Viole es una gran compositora! Jajaja

 

Pregunta como de cuestionario. ¿Cuál fue la última canción que te hizo llorar, cantada por quién?

La última canción que me hizo llorar no es cantada. Es una composición tremenda de mi amigo Miguel Rivaynera. Es un huayno y se llama “Por amor a Mora”. Es de las músicas más bellas que escuché en los últimos tiempos. Estaba el presentando su disco en Cocina de Culturas. Empezó a tocarla, y lloré tanto… Ahí sola, sentada en la barra, pero mi alma estaba en otro mundo.

 

¿Qué le pasa a un músico cuando ve a personas que quiere mucho desde toda la vida, ahí cerquita, mirando y escuchando? ¿Te acordás de alguna vivencia que te haya quebrado el canto o por ahí cerca?

Hace un tiempito, el año pasado, fuimos a presentarnos con Juan Iñaki a Buenos Aires, y antes de salir a escena, se presentó en el camarín un señor, y lo vi y sin haberlo tenido jamás en frente. Lo abracé. Era mi hermano Hugo. La vida nos puso lejos, y nos reunió por primera vez ese día… Todo el show fue casi quebrado. Iñaki, que es parte de mi vida, como de un mismo árbol, me apuntaló todo el tiempo. Pero cuando canté “De mi madre”, el canto se me cortó…

 

¿Cómo vienen los últimos ensayos?

¡Vienen perfectos! Muy sentidos, muy nutridos, cambiantes, se nos ocurren cosas, y vamos modificando algunas… ¡Está todo listo pa’ que sea una gran fiesta! ¡Todos brillamos en algún momento! Eso es maravilloso.

 

Podemos nombrar a todos quienes merecen gratitud por la concreción de este proyecto.

Si nombro me olvido. ¡Los que están, saben que tienen mi agradecimiento infinito y por siempre!

 

¡Momento de agregar lo que quieras!

Puedo agregar que el proyecto es de financiamiento colectivo. Que sin la ayuda de quienes compran la entrada y el disco anticipado, no hubiera sido posible. Por suerte quedan poquititas entradas, y ‘tamos felices de sentirnos tan queridos y acompañados.

 

Agendá:

Mery Murúa graba su nuevo disco «Sal» en vivo.

Músicos: Horacio Burgos (guitarra) – Rubén «Mono» Izarrualde (vientos) – José «Pepo» Gómez (bajo) – Jerónimo Izarrualde (percusión) – Franco Luciani (armónica) – Agrupación Alma Mora. 

Miércoles 20 de mayo – 21 horas.

Estación Mitre – Boulevard Perón 101.

Entrada anticipada + preventa del Disco: $300, en Punta y Hacha (Belgrano 612 – martes y miércoles de 10 a 19 horas). Capacidad limitada.