Celebración

Enrico Barbizi presenta «Panorámica»

16-06-2016 / Agenda, Entrevistas
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Este sábado 18 de junio a las 22 horas en Espacio 75, el cantautor compartirá las obras de su último trabajo y celebrará una vida hecha de música, junto a músicos de todas las épocas. Aquí un ida y vuelta por las canciones y la invitación a un concierto especial.


Enrico Barbizi presenta «Panorámica»

Por | redaccion351@gmail.com

Un disco para celebrar un camino con forma de jardín de senderos que se bifurcan (a 30 años, gracias siempre maestro…)

Canciones que volvemos a disfrutar, con nuevas instrumentaciones. Canciones recientes, hermosas. Un ir y venir por todo lo que está sonando, después de tanto amor, y lo que se multiplica en las escuchas, desde el gusto por disfrutar cada pedacito de música y poesía.

Trece fragmentos de Enrico Barbizi en «Panorámica», su último trabajo editado por Mocena. Un nuevo momento de alegría que nos reafirma como seguidores de los que suena por aquí, acaso más que nunca.

Una edición sorprendente. Respecto de los estantes habituales, habrá que pensar en alguna variante. Si una cajita promedio ronda los 14 centímetros de ancho por 12,5 de alto, «Panorámica» es un 30 x 15 más amigo, definitivamente, de los vinilos -si los hubiera- o de la biblioteca.

Una primera aproximación, desde el autor:

«Panorámica» es un disco para celebrar 10 años de carrera solista. 10 años de creer en un modo de hacer, pensar, sentir y vivir la música. 10 años de constancia y coherencia.

«Panorámica» nace de la necesidad de brindarle al público un pantallazo por mi carrera. Una resignificación de mí mismo. Cada paso es un desafío que siento que tiene que ver con la resistencia y con el amor.

Resistir cada embate de torpezas, banalidades superfluas y arrebatos oportunistas de un mercadeo de la existencia con amor, sutilezas y arte.

Escuchar un disco, apuntar versos y fragmentos de la instrumentación. Huir de las referencias a algún nombre extranjero. (Lector amigo de reseñas-críticas-comentarios que lucen comparaciones de lo de acá con lo de afuera, que seguramente influenció, para saber a qué cosa parecida suena lo de acá: dale, sí sí, después nos vemos).

Compartir sensaciones de las canciones con el autor, después del abrazo. Una sencillez, como el paso del tiempo, repartido en malas y buenas; el paso de los discos, repartidos en búsquedas cambiantes, y los escenarios, compartidos siempre.

Canciones, idas y vueltas en la previa a la presentación-celebración.

Flotando

-“Antena que soy, corriente sin fin…” “Es de a gotas que se hace el mar, y es de a mares que se puede amar.” Lo primero que suena en la primera canción, no podía ser de otra manera, es una melodía desde las teclas. Y después, salvo en un par de temas, el disco es de guitarras. ¡Hablemos de las guitarras!

-La guitarra es un instrumento que me es totalmente ajeno y que me encanta! Siempre tuve una envidia (sana jaja) para con los guitarristas que se sientan en una mesa o un fogón y listo, tocan… Desde el comienzo quise que en este nuevo disco mandaran las guitarras. Y allí es donde apareció y nos encontramos (o mejor dicho, nos reencontramos) con mi aliado fundamental aquí: Gabriel Aguirre. Fue mi primer guitarrista en la primera banda que armé cuando decidí hacer mi camino como solista y me pareció una vuelta de tuerca interesante volver a reunirnos para celebrar los 10 años. Gabriel hizo un laburo impecable como productor de este disco y tiene una versatilidad impresionante, puesto que toca (y tiene) todo tipo de guitarras con una fluidez tremenda. Así que, para empezar, nos propusimos traducir las armonías de los temas para las guitarras y esto devino en una simplificación de dichas armonías originales. Nos dijimos: “Queremos que estas canciones se puedan tocar en un fogón.» Así que sí: en «Panorámica» mandan las guitarras y tienen un trabajo muy exquisito. La letra de «Flotando» es compartida con mi compañera de vida Florencia Viale. Hay como un deseo de fluir en lo que dice.

 

Enrico Barbizi – «Flotando»

Mis Yo

-“Si me miro bien, la noche se vuelve mañana, luego la canción será como un rayo que, lleno de mis noches de adentro, haga de mi tu yo – yo.” El cruce de acústicas y eléctricas en el final, que termina con las teclas. ¡Una hermosura!

-Es la primera canción de mi primer disco (homónimo) que salió allá por el 2005. En esta nueva versión dejamos que el beat lo lleven las acústicas con una intención liviana pero firme. Como quien va caminando por una playa con una sonrisa en el rostro. Nos pasa eso con Gabriel. Siempre trabajamos con imágenes.

Un punto entre dos líneas

-La música que detona con «Es ese espacio oculto…» «Y es posible jugar el juego que juego, me muevo y no es en soledad.» Es como un autorretrato esa línea. La voz al frente, creciendo desde los versos cuando pasan por derecha, izquierda, abajo, arriba. El estribillo que vuelve a soltar las violas. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Todas esas decisiones fueron en el estudio?

-La mitad de las decisiones ya estaban tomadas desde la pre-producción, pero allí en el estudio siempre surgen cosas nuevas, ideas y efector que van surgiendo desde lo que va sonando y desde lo que se va construyendo. Uno, siempre atento al concepto que nos trazamos, va escuchando y vibrando con lo que va grabando. Tratamos de que cada cosa que grabamos sume a la canción y no simplemente agregue. No es lo mismo agregar que sumar. Entonces allí vienen otras decisiones que van más por el lado de «esto sobra» o «le faltaría tal timbre» o “¿y si acá hacemos un silencio?» Es un poco de arquitecto la cosa, ¿no?

Brujas

-La acústica de punta a punta. Canción de cuna, voz y guitarra. De cada acorde entre pausas justas. «Brujas que contagian…»; «Bailan porque siempre hay que bailar, cantan porque siempre hay que cantar…» ¿Se puede contar algo más sobre esas brujas?

-Es una de las canciones nuevas del disco. Tiene un aura de paz. Las «brujas» son los aliados, las musas, los amigos, la familia. Por eso en un momento dice la letra: «Dan, siempre siempre dan, están, dentro y fuera». Es una canción que agradece la compañía.

La verdad

-«La verdad es una curva sin final.» La música de la canción es el rock, así, con artículo: el rock. «La verdad acaso no es la mentira de creer que uno vuela más cuando compra alas. La verdad es una curva recta más.» Y ese pianito del final, hablando de imágenes, es un músico tocando su instrumento y mirando a los ojos de alguien, diciéndole todo con la mirada. Casi un manifiesto.

-Esta canción también pertenece a mi primer disco. Y decidí incluirla porque la letra es, como bien decís, un manifiesto. Tiene mucho de sacar las caretas y desenmascarar la mentira y la cáscara superflua que muchas veces envuelve a algunos hechos o personas. ¡Quería cambiar el mundo cuando la compuse! Y ahora, bueno, ¡ahora también! El piano del final es casi un gesto de desafío. Es como decir: «Mirá que en todo rock hay un pianito atrás…»

Peregrino

-Las dos guitarras de la intro suenan por segunda vez y ya se meten en la memoria. La base de bajo y batería es una sencillez que a veces parece todo lo que necesita una gran canción. «Conectado en el sin fin, peregrino ven a mí…»; «Y es que a poco de caer, me queda mucho que hacer.» Se habla de miedos. ¿Qué pasa con los miedos? ¡Terapia Barbizi!

-Cuando compuse esta canción estaba pasando por un momento complicado. Tenía muchos ataques de pánico y dos o tres veces por día la sensación clara y contundente de que me iba a morir, de que eso que estaba sintiendo no podía ser ninguna otra cosa más que la muerte misma. Entonces llegó «Peregrino», como un rescate. A su vez, esta canción está dentro de un disco que en su título contiene un grito aún mayor. Un grito que me gritaba a mí mismo por esos días: ¡Tente en pie!

Lo que dar

-Descansan las guitarras. Los juegos de voces. Los arreglitos entre líneas. El bajo entrando al minuto y medio. Hermoso. «Después llegó la aurora en tu mirar, tormenta y torbellino y la verdad mutan, el nuevo desafío de ayer nomás.» Hay todo un recorrido por la vida, aunque la letra repita «ayer nomás».

-Es otra de las canciones nuevas. Tiene un tratamiento tímbrico raro y novedoso. Hasta el minuto y medio casi no hay nada más que un órgano y la batería. Es el tema del disco en donde están más presentes las teclas y las máquinas. La letra habla de un recorrido, de un trayecto, de algunas comparaciones entre lo que fui («Fui la sombra en el espejo, nublado en mis pensamientos, fui el extraño en el placard») y lo que ya no («Después llegó la aurora en tu mirar»). Llegó la luz. Y esa luz tiene que ver con el amor que concretamente llegó a mi vida. («El nuevo desafío de amar»).

Tiempo Mariposa

-La intro rebota en tantas sonrisas pasadas… Cuando las canciones dicen mucha cosas, y hay varios lugares por donde entrar, aquellos versos que se repiten en el final suelen resumir el sentido para quien escucha: «Soy gotas en la lluvia del ocaso. Soy todo cuando junto mis pedazos.» ¿Mirás mucho para atrás?

-Sí. Tengo un costado nostálgico, romántico, bucólico… ¡Un estado esdrújulo podríamos decir! Soy memorioso. No me olvido. Recuerdo cada cosa que hice y que dejé de hacer para estar donde estoy. Cada sacrificio, cada inversión. Los años no son los que pasan. Somos nosotros mismos. Son el cuerpo, el alma y el espíritu los que resisten y combaten cada embate de torpezas y banalidades, un mercadeo y farandulización de la existencia. Yo recuerdo lo que era Córdoba hace 25, 20, 15, 10, 5 años y puedo ver lo que es hoy. Los años te dan esa perspectiva. Y lo que veo es que las condiciones de trabajo van mejorando y que los pibes vienen a mil haciendo las cosas muy bien. Veo un buen momento para la escena actual. También veo mucha falta de memoria y reconocimiento para con quienes pusieron (pusimos) su cuerpo y el alma en las luchas que se dieron para que hoy podamos estar un poco mejor.

Créditos

-Hace mucho, un cantautor muy querido dijo que no se cansaba de cantar uno de sus clásicos porque no podía dejar de ver las miradas cercanas, siempre diferentes cada vez. Que algunas canciones dicen cosas nuevas todo el tiempo desde los gestos de quienes están ahí cerca y hay que saber recibir todo eso. ¿En qué pensás cuando cantás una canción en vivo? ¿Por ejemplo con “Créditos”? ¿Se está más pendiente de que todo suene bien o pesa más, en ese momento, lo que estás diciendo con la canción, o el lugar adonde te lleva cada partecita de la letra, o los gestos de quién está ahí escuchando, o?

-En el vivo, mientras uno canta y toca una canción que le pertenece, sucede un sin fin de sensaciones y a veces suceden todas a la vez. Uno tiene un lazo con las canciones, un punto de emoción lleno de imágenes. Me ha sucedido más de una vez emocionarme por algún recuerdo específico o disfrutar completamente por el hecho concreto de lo bien que está sonando todo, por ejemplo, o ver en el público alguien haciendo un playback con sus labios y sonreír dándome una palmada en el hombro a mí mismo diciéndome: “vale la pena”. «Créditos» es una canción que podría ser un guion de cine. En esta canción en particular, trato de entregarme al viaje de esas imágenes.

Será de ti

-«He cruzado espacios, viajo sin tiempo, pronto el ayer, mañana será hoy, vuelvo. Muevo y lo que muevo comienza a mover mi piel. Veo y lo que veo está también mirándome, esperando ver… Todo este yo-yo será de ti.» Entre tantas fragilidades asociadas al tiempo, entre tantas especulaciones, el tiempo también es amor. ¡Momento para hablar del amor!

-El tiempo es amor y el amor es tiempo compartido. El amor es el intento de abarcar lo inabarcable. Su significado es infinito y no resiste intento alguno de rotulación. Creo que es desde y hacia esa idea utópica del amor donde uno va encontrando asidero. Si no hay amor en lo que uno hace pues eso que hace no es. Es mentira, es cáscara. ¡Y hay mucho de eso! Yo intento mantenerme permeable y poroso ante todo gesto que venga desde la sinceridad. Es la manera que he encontrado de aprender y permitirme mutar y transmutar. Me parece que es un modo de transformación permanente y de desafíos nuevos a encarar. Es como una puerta abierta a la sorpresa.

Mudanza

-«Un tapiz y un después, y un dolor que va yéndose.» Una canción-consuelo que se va con eso de que todo volverá a sangrar… ¡Maldición! Hay imágenes bien concretas. Manteles, cortinas. Habrán pasado algunos años… Hablemos de esta canción.

-Sangrar no denota algo malo en esta canción. Quien sangra está vivo, ¿no? Esta canción es otra de las nuevas. Es muy especial para mí porque hace 2 años murió mi madre y me quedó a mí su casa, que es mi casa de la infancia y adolescencia). Así que hubo literalmente una mudanza y en ella muchos hallazgos de fotos, escritos y un sin fin de etcéteras que me movieron y conmovieron. «Mudanza», de algún modo, es una liberación para con el hogar. Es una limpieza y con ella un deseo de resignificar los espacios y hacerlos míos. «Un dolor, que va yéndose».

Parte del adiós

-Por la melodía, por el ritmo de cada verso, tenía que ser un piano el instrumento para esta canción. «Lo que hago es lo que soy. Y en esta confusión, en esta sinfusión, prefiero ver espacio entre los dos. Soy parte de una parte del adiós». Hay una segunda voz, también tuya, que canta entre líneas. Hay preguntas que le dan luz a las sombras. ¿Cómo te llevas con esas preguntas? Otra vez terapia… Disculpas Barbizi…

-Bueno, yo hago terapia. ¡Le doy a mi analista mis canciones y queda perpleja! Jajaja. «Parte del adiós» es una canción que pertenece al disco «Vaivén». En ese tiempo yo me había separado de la mujer con quien estuve por casi 19 años. No fue un momento fácil. En su versión original, la canción tenía de todo. De verdad, ¡de todo! Máquinas, secuencias, bajo, guitarras, baterías, teclados… Quise despojarla de todo y cantarla sólo con el piano. Es un poco la idea de austeridad que manejamos, de que la canción, si está bien compuesta, funciona con cualquier formación. «Si te vas (soy destello de un mar que canta)… Al volver (viajo como agua en lo profundo)… Tiempo atrás (para encontrarme aquí conmigo)… Recorrer (Tuve que dar la vuelta al mundo)”

Ver el sol

-La intro es una celebración a tanta música escuchada por ahí. ¡La guitarra! «Y yo que sólo quiero ver el sol.» Hay un saludo de pianito exquisito en el final. Un gracias eterno antes de que la última canción del disco nos mande al principio para seguir escuchando. Este sábado, lo sabemos, será un gran día.

-El sábado 18 de Junio presentaré este nuevo material en sociedad. Lo pondré a consideración. Lo brindaré. Y no lo haré solo. Se me ocurrió convocar a muchos de los músicos que han formado parte de mi carrera para celebrar. ¡Así que será una especie de “Bandas Eternas”! Jajaja. Habrá cuatro bateristas: Hugo Ordanini; Panky Malissia; José Gomez y Roman Dagna. Tres bajistas: Jorge Centeno; Rodrigo Lagos y Trini Bertero. Cuatro guitarristas: Gabriel Aguirre; Jorge Galizia; Juan Belén y Santi Lanfri. ¡Y la noche cerrará con fiesta de la mano de Fede Flores! También habrá un trabajo en visuales muy interesante de la mano de Pablo Oliver.

-¡Tremenda reunión! La última. ¿Cómo viene el pronóstico extendido?

-El futuro me va a encontrar defendiendo y tocando este disco con una banda espectacular por muchos lugares del país. Estoy muy contento con eso. Siento que se vienen tiempos de cosecha.

Invitación

 

Agendá:

Enrico Barbizi presenta «Panorámica».

Sábado 18 de junio – 22 horas.

Espacio 75 – Rodríguez Peña y Jerónimo Luis de Cabrera.

Entrada anticipada: $100 en Lado B (Tucumán 105). Entrada + disco: $150.