» De Boca en Boca vuelve al San Martín redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Hace casi 20 años, exactamente el viernes 13 de septiembre de 1996, tuvo lugar en el Club Alas Argentinas un concierto que fue inolvidable por más de una razón. El publicó que asistió al reencuentro con Braulio López, el legendario cantor uruguayo, ex integrante del dúo Los Olimareños, se vio sorprendido en el comienzo de la noche con la presentación de cuatro mujeres haciendo una música indescriptible, inclasificable, tan extraña como subyugante.

Los primeros aplausos, tímidos, reflejaron un gesto colectivo de verdadero desconcierto. ¿Quiénes eran esas chicas? ¿Qué era eso qué cantaban? ¿De dónde habían sacado esas músicas? A la tercera o cuarta interpretación, la hipnosis comenzó a hacer efecto. De buscarse entre ellas para encontrar explicaciones, las miradas del público fueron andando hacia una emoción inesperada. Con el saludo final, llovieron palmas, bravos, gritos de «otra» y sonrisas enormes, de amor multitudinario a primera vista y escucha. El viejo Braulio no pudo más que subir con su guitarra, acomodarse en una silla para atenuar una dolencia en la cintura, agradecer y pedir, antes de recorrer sus clásicos, otro aplauso fuerte para De Boca en Boca.

Fue una de las primeras presentaciones. Los comienzos de un cuarteto vocal que supo congregar cantos para multiplicar el sentido de su nombre:

De Boca en Boca por latitudes insospechadas sobre el escenario de María María,
De Boca en Boca por idiomas cercanos y remotos en la explanada del Cabildo,
De Boca en Boca los comentarios, las recomendaciones, los conciertos,
De Boca en Boca Vivi Pozzebón, Alejandra Tortosa, Marcela Benedetti, Soledad Escudero,
De Boca en Boca los viajes, los encuentros con Cecilia Todd, con Rubén Blades,
De Boca en Boca tres discos imprescindibles,
De Boca en Boca «Música de Mundos», «De Boca en Boca, «Después del mar»,
De Boca en Boca las ceremonias repetidas del San Martín,
De Boca en Boca los años de ausencia y la nostalgia de sus seguidores.
¡De Boca en Boca la noticia del regreso!

Un compendio de las transformaciones vividas en las últimas dos décadas podría dimensionar los hallazgos y méritos del cuarteto a la luz de lo que aún no había. Una sola palabra podría resumir todo eso que obedece desde hace un tiempo cualquier necesidad de información: «googlear». No existía «googlear» porque no existía Google, muchos menos YouTube, menos que menos las plataformas de intercambios de archivos. La información de este mismo párrafo, por ejemplo, ha sido corroborada, en menos de un minuto, por Wikipedia.

Entre la primera imagen y la última de la galería que sigue, pasó apenas (a ver google: «Esperanza de vida en Argentina») poco más de un cuarto de vida de un argentino promedio.

A cada extremo de las imágenes, un mundo diferente. La distancia misma entre buscar y encontrar cualquier música en cualquier momento, y un trabajo apasionante de exploración de culturas lejanas, con la colaboración de estudiosos que, por lo demás, tenían una vida y no estaban disponibles «haciendo click».

Sin considerar las formas previas a la revolución de las tecnologías de la comunicación, recorrer hoy «Música de Mundos», su primer trabajo editado hacia finales de la década del ’90, podría limitarse a una hermosa experiencia de escucha entre muchas otras de proyectos nacidos a partir de búsquedas más o menos libelulares frente a cualquier pantalla conectada.

Pero el mayor mérito no aparece en la simple revisión de los recursos disponibles. La magia verdadera trascendió el tiempo al permitirnos recorrer músicas que, de un modo insólito, nos reunían en una sensibilidad compartida. De Boca en Boca permitió acercarnos a nosotros mismos desde cantos nacidos en rincones ajenos a los mapas habituales, a los itinerarios consabidos, para ampliar con sus interpretaciones únicas nuestros propios horizontes.

Por eso la felicidad de volver a escuchar sus grandes voces, este sábado 27 de agosto en la Sala Mayor del Teatro del Libertador. Esta vez, con Fede Flores como invitado ideal para darle nuevas sonoridades a las canciones que nos sabemos de memoria y cantamos como podemos.

En la previa del concierto, un par de preguntas simples y sus respuestas, De Boca en Boca.

Pasó un largo tiempo y mucha actividad de todas. Hay videos publicados y por lo que se puede escuchar, la magia sigue intacta. ¿Cómo fue el reencuentro con ese repertorio?

Alejandra Tortosa: Fue muy grato encontrarnos a nosotras nueve años después, sorprendiéndonos nuevamente al escuchar nuestras voces juntas, y con esas canciones y arreglos. Después de tanto tiempo, volver a hacer y a escuchar esa música y el resultado de las voces de las cuatro, volvió a emocionarnos como el primer día.

¿Cómo vienen los ensayos? Por ahí anda Fede Flores así que no es muy difícil imaginar cómo la están pasando.

Marcela Benedetti: Sí, nos divertimos como en nuestros mejores momentos y la participación de Fede es muy respetuosa de nuestro trabajo.

¿Se va a escuchar algo nuevo?

Soledad Escudero: No repertorio nuevo, pero sí haremos un concierto más largo que los que hacíamos habitualmente, repasando nuestros tres discos, y por supuesto nuevas versiones en las músicas donde participa Fede.

Cuando comenzaron, no existía la circunstancia actual de buscar y encontrar lo que uno quiera por las facilidades que genera internet. ¡Hoy podrían reunir material para grabar discos hasta el infinito y más allá! Cuando sobrevino la posibilidad de encontrarse con más y más músicas del mundo, se terminó De Boca en Boca y aparecieron más y más proyectos. ¿Es posible un cuarto disco con la ayuda de Internet o las búsquedas necesitan otros recursos? ¿Está todo al alcance de la mano?

Vivi Pozzebón: Ahora sería más fácil buscar repertorio de todo el mundo e investigar a través de internet. En nuestra época, a mitad de los ’90, era totalmente diferente. Hacíamos todo de manera muy artesanal, alguien nos prestaba un disco, o un cassette, teníamos poca información, no teníamos partituras, transcribíamos de lo que escuchábamos y lo adaptábamos a nuestras cuatro voces y a las percusiones con las que contábamos. Por lo del disco, o el futuro, no sabemos lo que vendrá…

¿Es posible una especie de ida y vuelta por la escena musical de Córdoba cuando siguieron sus propios caminos hace nueve años y cómo lo encuentran hoy? ¿Cómo ven lo que pasó?

Vivi: Personalmente siempre vi a la escena musical de Córdoba muy activa, antes y ahora. Lo que veo de diferente hoy en las nuevas generaciones es que tienen otras herramientas y acceso a las nuevas tecnologías de grabación y difusión, que antes no estaban. En ese sentido la tienen más clara acerca de cómo hacer las cosas, cómo producir, presentarse y difundirse. Creo que esto se ha dado a las escuelas de música, a la formación. Y otra cosa que veo es que si bien hubo siempre buenos músicos y propuestas, ahora hay como una explosión de bandas y géneros diferentes.

Hay recuerdos de presentaciones en un San Martín repleto de sonrisas y gritos para más bises. Se viene el reencuentro con el público. ¿Qué cosas vienen pasando además de la ansiedad?

Vivi: Sólo decir que, como todo grupo, una cosa es escucharlo y otro verlo en acción en vivo, arriba del escenario, y nosotras siempre nos destacamos por incorporar elementos teatrales, movimientos, hacer partícipe al público y ser un poco desfachatadas, jaja. Mi deseo es que nos vean las nuevas generaciones, que haya gente nueva escuchándonos y que nos reencontremos también con el público que nos seguía habitualmente. Yo les preguntaría a ellos qué se siente… ¡jaja!

No corresponde preguntar si hay planes para después de la presentación del sábado, aunque la tentación es grande. ¡Tampoco se puede andar por la vida huyendo de las tentaciones! ¿Hay algo que se pueda saber?

Vivi: ¡No sabemos lo qué vendrá! Pero sí que todas estamos entusiasmadas y contentas con este reencuentro.