Emoción Registrada

José Halac sobre «Esdrújula. Palabras para Bonino»

23-05-2016 / Emoción Registrada, Lecturas, Teatro
Etiquetas: ,

La gran obra dirijida por Jorge Villegas fue una de las puestas notables La Chacarita en abril y mayo. Rescatamos palabras de un músico que pudo asistir a la última función. Su mirada vuelve a celebrar la belleza singular de un artista inolvidable.


José Halac sobre «Esdrújula. Palabras para Bonino»

Foto: Hugo Suárez.

A partir del texto «Bonino, actor de mi propia obra», de Marcelo Casarín, el grupo Zeppelin Teatro puso en escena, durante abril y mayo en La Chacarita, una obra estupenda con dirección de Jorge Villegas.

Hace algunas semanas, pudimos acercarnos al universo de «Esdrújula. Palabras para Bonino» desde la mirada de Alejandra Migliore.

Luego de una velada de desmontaje llevada a cabo el sábado 21 de mayo, el músico José Halac publicó un resumen más que interesante que rescatamos de su espacio en las redes sociales. Lo compartimos.

José Halac – Domingo 22 de mayo de 2016.

«Fui a ver esta intensa puesta de Jorge VIllegas anoche. Los actores me sorprendieron. Luego hubo debate, desmontaje y charla con vino y empanadas hasta las tres. Hermoso también.

Me quedé pensando luego de las charlas: Bonino es más que un hallazgo linguístico. Inventó un lenguaje. Bonino emitía un sonido. Eso lo explica mejor. La voz no existe. Es una mera producción del cuerpo. Bonino lo sabía. Y su sonido era inconsistente. Como su lenguaje. Un sinsentido que lo partía en dos. La voz (el actor), inmaterial, y su cuerpo (su propia obra), el lugar donde la voz habita.

Creo que Bonino nos enseña que el lenguaje no tiene sentido. Que es mejor escuchar los sonidos y jugar al sentido, desde el sonido. Así nos aliviamos del dolor de ser nadas, del sinsentido de estar acá y luego de no estar más. Nos enseña a reírnos de nuestras palabras. Nos regaló el don de su sonido en forma de palabra o palabreja. De un canturrear que era igual al nuestro, pero que no era válido. Era inexistente.

Bonino se atrevió al vacío sólo para estar con nosotros, los cuerdos. Ser de nuestro cuerpo. In-corporado. Nos inventó mundos, mapas y jardines imposibles en la época en que la imaginación estaba al poder. El podía hacerlo porque era lo único que tenía. Vacío y escisión. Grieta. Abismo.

Y «Esdrujula…» lo pescó perfectamente y lo presenta como se lo imaginan: sonando. Haciéndolo sonar de nuevo, escindido, agrietado, dividido en varios actores. Inventaron su lenguaje teatral y lo hacen aparecer entre el público. Inexistente. In-corpóreo. Sonoro. «Arqueología del presente» le llaman. Un tiempo breve para traerlo, escucharlo y poder vislumbrar el terror y la angustia de no estar, pero también la posibilidad fugaz de vibrar y crear un mundo mejor que el que tenemos hoy.

Ojalá haya muchas más obras Bonino, libros y peliculas Bonino, performances, óperas y videos Bonino. Es un momento para jugarse la vida (parafraseo a Ricardo Bertone) por existir de un modo más humano. Más Bonino.

¡Qué bueno haber estado ahí anoche! Gracias.