Emoción Registrada

Jorge Marzetti y Manolo Lafuente sobre «caer en la educación pública»

22-03-2017 / Emoción Registrada, Lecturas
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En medio del conflicto por el rechazo del gobierno al reclamo docente, el presidente de la Nación formuló declaraciones sobre los resultados de una prueba realizada en octubre pasado. Una de sus frases quedará en los capítulos más lamentables de nuestra historia. Compartimos palabras de dos trabajadores y artistas de la palabra, queridos y admirados.


Jorge Marzetti y Manolo Lafuente sobre «caer en la educación pública»

El 21 de marzo, conocidos los resultados de la Prueba Aprender, un estudio realizado el año pasado con el aparente objetivo de relevar la calidad de la educación primaria y secundaria en Argentina, Mauricio Macri habló desde Olivos. Fueron necesarios pocos minutos de discurso para dejar expuesta la verdadera intención de su gobierno: menospreciar la educación pública a favor del sistema privado, algo que tiene precedentes concretos en tiempos de gobierno en la ciudad de Buenos Aires.

Macri sobre la educación.

Un dato pinta de cuerpo entero al mandatario neoliberal: se trata del único presidente de nuestra historia en haber recibido formación en instituciones privadas.

Entre las innumerables demostraciones de repudio a su verdadero pensamiento, expresado claramente en una de las frases más significativas para pensar estos tiempos, rescatamos publicaciones de dos personajes admirados de nuestra cultura.

Jorge Marzetti – Martes 21 de marzo de 2017

Un presidente de la nación que interprete que nuestros hijos «caen» en una escuela pública, como si de la cárcel o de la ignominia o de la vergüenza se tratara, no me merece el mínimo respeto y lo repudio en nombre de todos los que desde Sarmiento hasta la actualidad nos tenemos que sentir ofendidos por semejante actitud irrespetuosa, soberbia y clasista. Usted se tiene que lamentar mucho más, Sr. Presidente: no hace otra cosa que caer. Espero que no nos arrastre a todos.

Manolo LaFuente – Martes 21 de marzo de 2017

¿Donde habrá escrito esto el gran ”Chacho” Marzetti?
¿En el Jardín del Edén o en el Teatro Mágico?

No sé dónde lo habrá escrito el Chacho.
Sé que me trajo recuerdos que no voy a olvidar, ¿viste Fito?

La escuela era pública. La Rodríguez Peña, integrante del segundo Triunvirato… El de la Revolución, no el de la involución.
El colegio también era público. El Carlos Pellegrini, el presidente que fundó el Banco de la Nación Argentina y suprimió la censura y el estado de sitio que regía desde el gobierno de Juárez Celman.
Y… El Manuel Belgrano, que no hizo bandera para hacer Patria… La Universidad era pública. La por entonces Escuelita de Ciencias de la Información… ¡Gloriosa! ¡Intransferible Facultad!

Por esos años, un tipo habló de educación. Un vasco nacido en Madrid porque tras salir de la cárcel franquista, a su padre le habían prohibido salir de la ciudad. Dijo: “Recortar en educación es como cortar el agua en un jardín. La educación es el único espacio por el que el enriquecimiento se asegura a la acción social. Si vamos esclerotizando esos caminos y vamos estrechando el flujo de conocimiento y enriquecimiento vital de la sociedad, hacer eso es como cortarnos los pies. De esa forma parece que lo que se pretende es la privatización.”

Corría 1973, uno de los años más vertiginosos de la Argentina, y Franco iba a gobernar España aún durante dos años más. Aparte de escribir sobre el recorte en educación, el vasco cantó la justa:

«Con el alma en una nube y el cuerpo como un lamento
viene el problema del pueblo viene el maestro.
El cura cree que es ateo, y el alcalde comunista
y el cabo jefe de puesto piensa que es un anarquista
le deben 36 meses del cacareado aumento,
y el piensa que no es tan malo enseñar toreando un sueldo.
En el casino del pueblo nunca le dieron asiento
por no andar politiqueando ni ser portavoz del cuento.
Las buenas gentes del pueblo han escrito al menisterio
y dicen que no esta claro como piensa este maestro,
dicen que lee con los niños lo que escribió un tal Machado
que anduvo por estos vagos antes de ser exilado,
les habla de lo innombrable y de otras cosas peores,
les lee libros de versos y no les pone orejones
al explicar cualquier guerra siempre se muestra remiso
por explicar claramente quién venció y fue vencido.
Nunca fue amigo de fiestas ni asiste a las reuniones
de las damas postulantes esposas de los patrones.
Por estas y otras razones al fin triunfó el buen criterio,
y al terminar el invierno le relevaron del puesto
y ahora las buenas gentes tienen tranquilo el sueño,
porque han librado a sus hijos del peligro de un maestro.
Con el alma en una nube y el cuerpo como un lamento,
se marcha, se marcha el padre del pueblo.
Se marcha el maestro.»

Recuerdos que no voy a olvidar.
Como los nombres de quienes gobernaban entonces en España y ahora en la Argentina. Francisco Franco, caudillo por la gracia de Dios. Mauricio Macri, presidente por…
¿Por qué? ¿Dónde estaba Dios?
“¿Donde estaba Dios cuando te fuiste?”, llora el tango.
¿Cuándo viniste? digo yo…
Ahora que todos aullamos una “Canción Desesperada”…