Fin de semana para celebrar

Festival de Jazz en La Cumbre

23-08-2017 / Crónicas
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El viernes 18, sábado 19 y domingo 20 de agosto fue una fiesta. Por segundo año consecutivo, una producción independiente congregó a parte de lo mejor del género, con muy buena respuesta de público.


Festival de Jazz en La Cumbre

Por Adrián Baigorria.

Foto: DR Contenidos.

Tres días de presentaciones, sumados a un par de workshops de alta calidad y el típico espacio de improvisación y confraternidad que son las jam session, cerraron otra gran edición del Festival de Jazz de la Cumbre.

La apertura del viernes mostró a la sólida y heterodoxa banda cordobesa Tangrama. El plato fuerte del sábado tuvo como protagonista al exquisito pianista santafesino Francisco Lo Vuolo, acompañado por la tremenda cantante paranaense Flopa Suksdorf, de visita en Córdoba por primera vez. Con un registro vocal impresionante y una técnica muy cuidada, Flopa es imperdible para quienes disfrutan de canciones de jazz muy bien cantadas. Más que una promesa, una deliciosa realidad. Quedamos expectantes por la próxima edición de su primer disco.

Otra presentación destacada fue la del gran pianista Eduardo Elia, quien abordó material propio recostado sobre su lado más free jazz, acompañado por dos notables músicos porteños: el saxofonista Rodrigo Domínguez y el baterista Pedro Cervera.

El cierre de la noche estuvo a cargo de la Córdoba Jazz Orchestra, cada vez más sólida, mostrando el material de su reciente disco «Comechingonia», con mayoría de temas de compositores cordobeses arreglados por su director Nicolás Ocampo.

El domingo abrió con el bajista Milton Arias acompañado por su cuarteto, con la novedosa incorporación de la cantante Malu Maldonado en bombo y voces. Luego hubo otra sorpresa: Jazz versus Beatles, un piano trío rosarino que hace versiones jazzeadas del cuarteto de Liverpool, con arreglos propios y un vuelo musical desusado en ese tipo de propuestas. Grata sorpresa.

El pico máximo de la noche llegó con el super trío del baterista Oscar Giunta, acompañado por un descomunal Hernán Jacinto al piano y por la sobriedad de Arturo Puertas, en contrabajo. Con algunas composiciones del propio Giunta, pero también con originales versiones de «Giant steps» de Coltrane, «Black hole sun» de la banda grunge Soundgarden, «And I love her» de The Beatles y un clásico de Thelonious Monk, al cierre, la actuación del trío tuvo vuelo internacional.

Párrafo aparte para los organizadores del festival: Nacho Villamill, Lucas Sánchez y Agustín Waldheim, un un grupo de jóvenes músicos que a puro empuje de trabajo y organización, demuestran que si se trabaja bien, se puede emprender este tipo de «quijotadas» fuera de la capital, en el hermoso entorno natural de Punilla.

Sólo cabe esperar que el evento se sostenga, que reciba apoyo institucional y sponsoreo de la región.