Los indisciplinados de siempre

Fernández 4 se presentó en Córdoba

29-06-2016 / Crónicas, En Vivo
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Una noche cautivante se vivió el sábado 25 de junio en Studio Theater. La lluvia y el frío no pudieron con la música del proyecto comandado por Cirilo Fernández. Un recital impecable junto a los cordobeses G30D4.


Fernández 4 se presentó en Córdoba

Crónica y fotos: Eli Kenny.

Nunca fue tan difícil encasillar la música en una caja de esas en que los géneros entran por docenas. Cualquier intento por enumerar rótulos para delimitar el sonido de una banda como Fernández 4 no sabría cómo egresar de la falta de respeto. Podríamos debatir toda una noche, desperdiciando horas caras a mejores experiencias.

Una cosa es segura: La noche del sábado 25 de junio, en Studio Theater, los convocados bajo un nombre del que por cierto se han escapado, porque ya son cinco, confirmaron, una vez más su despreocupación feliz por cualquier manual de estilos.

El frío terrible y la lluvia puso todo en contexto. Muchos llegaron corriendo, casi resbalando por las escaleras de la entrada. Además de espacio para dejarse llevar por la música, el recinto de la Rosario de Santa Fe al doscientos y pico tenía la imagen perfecta de refugio contra la hostilidad de un clima de… Cómo decirlo sin usar la palabra porquería…

Pasadas apenas las nueve y media de la noche, los G30D4 subieron a escena. Los graves del contrabajo de Tomás Gazzo comenzaron a calentar el pecho, entre remolinos de guitarra de José Pachas y la batería de Exequiel García, completando un trío instrumental conmovedor. Esencia de rock desplegada en múltiples facetas, descorrieron el velo a los cuatro temas recientemente grabados en vivo en Estudio Islandia, más una joya que anda por ahí, ideal para empardar con una lista impecable a cada uno de los que andan entre bambalinas, elongando.

 

Luego de una apertura para marcar en negrita G30D4 en la memoria, volver a casa y buscarlos en bandcamp para volver a escucharlos, Fernández 4, o el quinteto sagrado de los inclasificables malditos. En un show de casi una hora y media, repasaron las obras de su increíble “No Fear” y presentaron nuevas y sugestivas canciones que formarán parte de su próximo disco.

Un teatro en silencio rindió su ofrenda de dientes apretados y peras temblorosas, cautivado por la voz de Nico Sorín, un instrumento entre la guitarra de Sebatián Lans, el bajo de Mariano Sivoris; la batería de «Pipi» Piazzolla y las teclas y demás enseres de Cirilo Fernández, apellido bautizador de una estirpe fosforescente de alienígenas temerarios. Seeee…

 

Un sonido tremendo, hijo prófugo de mil influencias, entrando por cada par de oídos y erizando cada pelito de las cejas y dejando a cada corazón ansioso de seguir así, con una arritmia de locos que sólo pudo retomar el tempo, a contramano de las ganas de más, después en la ovación final.

Fernández 4, o 5, o los indisciplinados de siempre, vinieron en la segunda mitad del año pasado y volvieron en la primera del corriente. La frecuencia se acelera. No vaya a ser cosa que los tengamos de nuevo antes de las fiestas. Habrá que portarse bien y hacer todos los deberes.

Por cierto, ¿a alguien se le ocurre un nombre y apellido que supere a «Cirilo Fernández» en apariencia sonora de alumno endemoniado? Imposible no imaginar un grito de maestra desquiciada en tiempos de primaria: ¡¡¡Cirilo!!! ¡¡¡A la dirección!!!

Y la directora, volviendo de la cocina, chancleteanto los tacos, abriendo la puerta y otra vez el peludo de regalo… «¿Qué hace acá Fernández? ¿Otra vez? Digame una cosa: ¿Hasta cuándo? ¿Eh? ¡Hasta cuándo Fernández! ¡Y encima se ríe! ¿Se puede saber de qué se ríe? ¡Le estoy hablando Fernández! Dios dame paciencia…»