Rodrigo Pérez

Rodrigo Pérez

2018

Siempre resulta difícil resumir un año. El 2018 complica aún más ese trabajo pero bueno, casi como en un ejercicio de álgebra, es posible ir despejando las equis y hacer foco en lo musical.

Al feliz hábito de asistir a conciertos, en el 2018 tuve la suerte de sumar una gratificación extra que se multiplicó exponencialmente en alegrías: la grata y generosa invitación de Pablo Arietti. Primero a escribir algunas experiencias en la página redacción351.com y después, a participar de redacción 351 radio, movida a la que también se sumó Daniela Desprat. Lo que comenzó a suceder es algo hermoso. De a poco y lento van cayendo las fichas.

Así como de chico recitaba la red de repetidoras de Canal 12 (“Canal 2 Deán Funes, Canal 5 Valle de Punilla, Canal 6 Cumbres de Achala, Canal  7 Merlo Provincia de San Luis, Canal 8 Minas Capillitas Andalgadá, etc., etc….”), podría ahora y acá enumerar los conciertos a los que asistimos, los discos que escuchamos y mencionar a cada una de las personas que fueron como invitadas al programa de radio.

Con la ayuda de las fotos almacenadas cronológicamente en “la nube” se fue conformando un listado como para un Excel ¡Lo bueno es que con cada foto fueron surgiendo las imágenes guardadas en la memoria verdadera!

Como si fuera una película empezó a aparecer, en una mezcla caprichosa de recuerdos, la gente hermosa que conocimos en la radio, los momentos de tristeza que nos produjeron, por ejemplo, los cierres de lugares culturales que solíamos frecuentar, la partida de personas imprescindibles, los conciertos que nos perdimos, los enojos que nos quitaron el sueño, las leyes que como sociedad nos jugaron en contra. Aparecieron también las alegrías de los discos nuevos y sus tan esmeradas presentaciones, los debates acerca del rol del Estado y la forma brutal en la que el mercado intenta atravesar la cultura, las bandas de otros lugares que nos visitaron, las reuniones con comidas entre risas, las lecturas copadas compartidas por whatsapp, las fotos tomadas por Santino, los mates compañeros, y los abrazos. 

Definitivamente la gente que produce cosas por el arte y la cultura hace de Córdoba un lugar habitable. No sé bien cómo, pero se activa un mecanismo que esquiva el sopapo mercantilista. En el arte independiente se gestan movidas alucinantes y, la mayoría de las veces, el punto de partida es el cero peso.

Pasó el 2018 como un viento fuerte y hemos podido aferrarnos a las canciones. Siempre ha sido así. El año pasado tuvimos, además, la gran oportunidad de aportar nuestro granito de arena al valioso trabajo de redacción351.com, que es uno de los sitios más activos de la historia de la música alternativa en Córdoba.

Gracias a la invitación, a la perseverancia, a la coherencia, al trabajo minucioso y al aguante de Pablo y de la Dani, me queda como aprendizaje la importancia de transitar los eventos culturales dejando algún registro para construir memoria colectiva y para no naufragar en los olvidos. Participar del Anuario es escribir una parte vital de la historia del arte en Córdoba.

Sin lugar a dudas el inicio de redacción 351 radio, el programa del sitio redacción351.com dedicado a la música independiente de Córdoba y sus alrededores, que se transmite los días martes de 19 a 21 horas por la FM 94.3 de la Radio UTN, es el hecho de la movida musical cordobesa autogestiva que quiero celebrar en este Anuario 2018.

La idea fue, es y será difundir la agenda cultural, contarle a gente que le interese y que no está tan imbuida en el tema lo que se hace acá. Convidar belleza, contagiar la alegría y las emociones que nos produce cada artista cuando hace lo que hace y poder sumar, aunque sea de a una persona, más concurrencia de público a las diversas presentaciones.

Por eso es importante poder agradecer a quienes escucharon el programa, a quienes nos mandaron mensajes, a quienes se pusieron felices por la existencia de este nuevo espacio y nos alentaron (personalmente, en la página y por las redes sociales) por estar, acompañar y sumarle la actividad radial a lo mucho que se viene haciendo en redaccion351.com.

Gracias también a la comunidad que le da vida la FM 94.3 de la UTN. Por el recibimiento que tuvimos en esa casa, por la buena onda, por la confianza, la libertad, por el apoyo permanente y por la inolvidable sorpresa que nos dieron Claudio González, Darío Genovese, Nico Camossi, y Gastón Cortez para realizar el último programa del ciclo 2018.

Junto con el agradecimiento a Pablo Arietti por la invitación a la edición 2018 del Anuario va un abrazo enorme y el reconocimiento del trabajo arduo, el tiempo, la energía, la vocación, la cabeza y el esfuerzo que implica sostener una página de contenidos culturales. Gracias por insistir con dejar un registro de lo que nos conmueve, para que la memoria colectiva del arte independiente tenga un sitio y no se pierda con el trajín de los gobiernos.

¡Salud!

 

2017

Colectivo en movimiento y movimiento colectivo. Cantar y caminar.

Al final de año los balances surgen casi naturalmente. Cerramos ciclos y nos imaginamos los que nos gustaría para la nueva etapa que comienza. Los eventos artísticos musicales locales siguen estando en la columna de lo positivo. Son siempre un motivo para celebrar. Brindamos hoy para que su magia siga ocurriendo y para que se multiplique la buena energía que generan.

En lo personal puedo hacer mención a una parte muy pequeña de la movida musical de nuestra Córdoba ciudad. Digo pequeña pero a la vez me gustaría poder subrayar su importancia, poner en relieve su valioso aporte a nuestra cultura, a nuestra identidad.

Esa parte pequeña de la movida cultural se podría también incluir dentro de lo que se conoce como la música o el arte independiente. Por supuesto que no está del todo definido qué es lo que engloba el arte independiente, pero sí intuyo que es ese que va por vías alternativas, ese que recorre el largo y dificultoso camino de la autogestión.

El arte independiente es una fuerza humana que lucha por convidar belleza- Surfeando los embates del mercado, esa fuerza humana se da una admirable maña para generar nuevos espacios de reunión y de difusión. En medio de contextos desfavorables viene consolidando escenarios y lugares de encuentro que ya forman parte de una realidad. Una realidad plasmada en el imaginario colectivo.

La selección de un evento musical del año 2017 que incluya muchas cosas positivas y que ilustre lo antes dicho es caprichosa, injusta y seguramente será un ejemplo insuficiente. Pero bueno, aun así me animo a decir que quienes tuvimos la oportunidad de estar en Casa Babylon el sábado 25 de noviembre en la presentación del disco “Cría” de Duratierra, fuimos testigos de la potencia de la movida del arte independiente: una verdadera experiencia de trabajo comunitario.

Anfitrionas y anfitriones, invitadas e invitados: Mery Murúa, Carolina Merlo, Toch, La Negra Marta Rodríguez, Santi Bartolomé, José Luis Aguirre, Ramiro González, Flor Sur Cello Trío, Martín Mamonde, Raly Barrionuevo, DJ Cubana, Flor Besso, Guido Gironelli y seguro me olvido de gente…

Pudimos vivenciar lo que resulta de una construcción colectiva. Tuvimos ante todos nuestros sentidos el ejemplo de lo valioso que es el poner cada cual lo mejor de sí. Poner con convencimiento lo mejor de sí para alcanzar el bienestar común. Ocuparse de eso, procurar el bienestar, el de pares y el propio.

Vimos lo que es posible lograr a partir de la alteridad, a partir de considerar a otras y otros realmente como otras y otros. Sí, así. Sin mezquindades, sin protagonismos, sin discursos. Con la sonrisa genuina, con el gesto amable, poniendo en acción lo solidario, con generosidad, con los abrazos sinceros y verdaderos, con la alegría compartida.

Lo vimos suceder ahí mismo, mientras ocurría. Palpamos la certeza de que por ahí va la cosa, sin egos, sin engaños y sin poses.

La comunidad artística hoy nos guiña un ojo, nos tira un centro, nos muestra un rumbo copado. Estemos alertas a estas señales. Está bueno ir aprendiendo a correrse del centro para que el protagonismo sea el de la comunidad. Sabemos que el arte nos salva. El arte es amor. El amor al arte es un lugar ideal para el encuentro, es «la choza armada en ese lugar feliz para resistir». Allí nos seguiremos amuchando.

Lo del sábado 25 fue entonces más que el concierto de una banda oriunda de Buenos Aires invitada, recibida y agasajada por un colectivo de artistas de aquí y festejada por el entusiasmo de un público cordobés. Vivimos calidad artística, virtuosismo, talento, trabajo a destajo, coordinación, profesionalismo, seriedad, compromiso, responsabilidad. Gracias a cada una de las personas que participaron (público incluido) fuimos, como dice la canción, «fruto y simiente» de la construcción humana.

Este evento ya se venía gestando. De menor a mayor. Primero hubo química, luego un deseo, después  propuestas, ideas y proyectos hasta que se concretó, se hizo realidad. Tuvo sus antecedentes en la Yuspeña de Cosquín y en las dos Peñas Trashumantes, tres momentos importantes del mismo 2017. El epicentro fue en Casa Babylon y la onda expansiva se replicó en La Minerita de Unquillo el domingo 26 de noviembre, luego en diciembre, en el Encuentro Cultural de San Antonio de Arredondo y se repetirá, seguramente con intensidad recargada, el 27 de enero de 2018 en el escenario Atahualpa Yupanqui de Cosquín.

Ojalá podamos ir siendo cada vez más conscientes de lo que estamos viviendo, del momento creativo que la comunidad artística está proponiendo y generando en Córdoba y seguramente en otros tantos lugares que ni siquiera nos imaginamos.

Haciendo un zoom imaginario, mirando en perspectiva desde el futuro hacia nuestro presente, muchas de las canciones nuevas que hoy tarareamos probablemente serán los clásicos de otros tiempos. Y  también serán semillas, esas que están ahí, que almacenan y que cuidan lo esencial, que preservan y que contienen lo importante, semillas que tienen el don de transmitir lo bueno y de transformarse, que germinan cada vez que es necesario, aún en ambientes poco propicios, semillas que siempre dan vida a la cultura popular.

¡Salud!

Rodrigo Pérez – Trabajador Social – Conductor y Productor de Redacción 351 Radio.